La vida da muchas vuelta cuando menos te lo esperas. Y cuando esto sucede quieres que todo vuelva a su lugar.
A pesar de todo lo sucedido nada se puede hacer cuando vives solo por una persona.
Todos tenemos un motivo por el que vivimos y ninguno es...
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El Duque
Dios mio, que era esa sensación tan extraño que sentía.
No sabía cómo era que había llegado a esto, pero de algo estaba seguro ella va hacer mi perdición.
10 horas antes de ir al GinGer
Hace días que no iba al GinGer, por los negocios que estaba tratando con la empresa. Pero no dejar de pensar en esa chica una y otra vez.
No sabía con exactitud lo que hacia, pero quería que ella fuera mía.
Tomo mi celular para llamar a julio, para decirle que venga y que traiga al abogado. Pero en eso llega el tormento de mi vida
— Hola, querido hermano — entra Velika sin tocar como siempre — Dios, que mal de he echo a este mundo para merecer a una hermana así — le digo para que se moleste — Pues ya que Dios no te puede contestar, yo si... — me responde pero la interrumpo — No hace falta, ya lo sé
Aveces me gusta molestarla pero al final ella sabe que la quiero. A pesar de que no nos parecemos en nada.
Nos quedamos un poco mas hablando de todo, y ella como siempre tratando de que valla a una cita con alguna que otra amiga suya.
Cuando se fue, llamé a julio y zuriel para que viniera. Cuando esté llego lo hice pasar.
— Aquí estamos, señor —. Necesito que vallan al GinGer y el digan a Bera que les de los documentos de la chica nueva — los dos se miraron extrañados —. Sólo tienen una hora — les digo mirando el reloj — . No se preocupe, en menos de una los tendrás — le respondió julio algo nervioso como siempre.
Pero tal y como lo dijeron ellos volvieron mucho antes
— Señor, Bera no tiene documentos de ninguna de las chicas ...,— me responde julio—. Pero por suerte Bera les hace documentos falsos por si surgen algunos problemas — Bien — fue todo lo que pude decir—. Pueden irse
Mientras revisaba el documento llamé a mi abogado, para que hiciera los arreglos necesarios. Realmente en estos últimos días he estado algo ansioso y ocupado a la vez. Pero eso no me iba a impedir que tenga a esta chica, sentía que ella era especial.
— Señor, su abogado ya está aquí — me informó mi secretaria — Haz que pase
Sin más él hace acto de presencia — Tomé asiento, por favor.
Rara vez pido algo educadamente así así lo hizo
— Usted, dirá para que soy bueno— dijo conociéndome lo suficiente — Necesito un contrato de matrimonio— la duda al momento de izó ver en su rostro—. Verás...,la chica no es de aquí— su mirada me dice que sabe a que me refiero — No se preocupe, sólo debe los documentos que tengas de ella y yo me encargo del resto — Sólo hay un problema— me mira confuso—. Lo quiero lo antes posible — Entonces, será mejor que me ponga en marcha.
Después de esperar casi 4 horas, mi abogado se presenta nuevamente.
— Espero, que este todo listo — le preguntó ansioso — Por supuesto, sólo faltan las firmas de ustedes, y registrarlo. — Bien, sabes que no me gustan los errores — el asiente y se va.
Si, mi hermana se entera de lo que acabo de hacer, me mata. Podrá quererme mucho pero no aceptaría esto.
Si, ahí algo a lo que le tengo miedo es a ella. Porque da más miedo que yo y eso que doy miedo.
Ahora serás mía,digo para mis adentro mirando aquellos papeles.
Quería que fuera mía, casi podía sentir como la hacia gemir entre mis sábanas, con solo imaginárselo se le ponía la piel de gallina.
Y con ese pensamiento se disponía a hacerle una visita.
