Anoche dormí tan tarde que ya casi se ponía el sol, podría estar las 24 horas del día con él y nunca me aburriría, su compañía era la mejor medicina para olvidarme por un momento de mis problemas.
Mis papas están divorciados, mi papá abandono a mi mama por una mujer 10 años mas joven que ella, todo eso paso el mismo día que Lisa me ordeno dejar a Jungkook, ese fue el peor día de mi vida, fue negro en todos los sentidos, mi mamá en un arranque de furia en cuanto mi papá salió por la puerta de la casa empezó a hacer maletas y nos ordenó hacer lo mismo, nos mudamos a Estados Unidos a casa de su hermana para estar lejos de la vista de papá, la situación le pegó tanto que entró en una fuerte depresión, desde ese día hasta ahora no a vuelto a ser la misma, no le importa nada de lo que hagamos Jin o yo, solo se encierra en su mundo, a perdido el trabajo que con esfuerzo había logrado conseguir, se la pasa encerrada en su habitacion odiando a todo el mundo, intentamos animarla por todos los medios pero nada a funcionado y es por eso que mis abuelos están rogándole para que regresemos a casa y la puedan cuidar.
Eso me a hecho pensar si en verdad estoy listo para volver ver a Jungkook, me entere por Tae que tan pronto como lo deje encontró consuelo en los brazos de Lisa, los encontró besándose después de que ella le declarará su amor y todavía están juntos, siempre andan juntos tomados de las manos a donde quiera que van, eso me dolió muchísimo, quizá ya había encontrado el gusto por las mujeres, quizá no me amaba tanto como decía.
—¡Hey pollito! Ya levántate de la cama— dijo Sejun jalando las sábanas blancas de su cama.
—No quiero— Hice un pequeño puchero y logré que sonriera dejándome ver sus hermosos oyuelos.
—¡No voy a ceder esta vez! Ya aprendiste a manipularme con tus caras tiernas, tenemos que ir a comer, me lo prometiste anoche, ¿recuerdas?
—¡Está bien, tu ganas! Solo dame tiempo de ir a mi casa a ponerme guapo y paso por ti— Salí casi corriendo de su habitación y bajé las escaleras, salí a mi casa que estaba a un lado, sí, él era mi vecino.
SEJUN_ Ya te estas tardando 😢¡recuerda que me lo prometiste!
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JIMIN_ Es que estoy platicando con Jin, ahorita salgo.
SEJUN_ ¡No te creo! No sería la primera vez que me dejas plantado por estar tirado en la cama todo el día 😢
JIMIN_ Mira tontito, ya voy
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SEJUN_ Ya no me mandes fotos donde sales tan hermoso que me voy a enamorar más de ti
JIMIN_ Mejor ya sal de tu casa que estoy afuera
SEJUN_ No me veas, cierra los ojos que me siento muy feo a tu lado
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JIMIN_ si no sales en 5 segundos me iré a mi hermosa cama...
SEJUN_ ¡NOOO! ¡Ya voy!
Llegamos al restaurante, un lugar hermoso y elegante, pese a eso mi mente vagaba por momentos, pero Sejun ya estaba acostumbrado, él era la mejor compañía que podía tener, me tenía mucha paciencia, había aguantado toda clase de desaires de mi parte, la mayor parte del tiempo estoy aislado y callado pero él se esfuerza por lograr encender la alegría que había quedado olvidada, llega a hacer el ridículo con tal de verme sonreír, es un chico especial, agradezco a la vida habérmelo puesto en mi camino.
Conocí a Sejun un mes después de llegar a esta cuidad, mi mamá rentó la casa donde ahora vivimos y Jin y yo asistíamos a la escuela. Él al vernos llegar a casa se acercó a presentarse muy formal junto con su madre, yo ni siquiera lo note, hasta que me empezó a acosar, el jura que no era acoso pero el ir a dos pasos de mi al caminar a la escuela, tomarme fotos a escondidas, asomarse a su ventana y espiarme cada que me veía salir y toparmelo casualmente cada que iba a la tienda era acoso pero era tan poco despistado que lo note enseguida.
Termine por aceptar su amistad, me daba gracia las cosas que hacía para lograr mi atención, pero fui sincero con el desde un principio, a mi no me interesaba tener ningún tipo de relación sentimental con nadie, si quería estar a mi lado sería sólo como amigos y aceptó.
Estuvo a mi lado las veces que mi mamá se ponía tan mal aventado cosas y maldiciendo a todos, cuando necesitaba olvidarme de todo y de todos él me ofreció abrazos sinceros, me ofreció su casa incluso su cama para no tener que escuchar los gritos de mi madre y cuando sentía ganas de morir al recordar que nunca más estaría en los brazos de Jungkook el era la luz que iluminaba mi oscuridad y duele, duele no poder corresponder sus sentimientos, en el corazón no se manda, nunca podré verlo como miraba a Jungkook, nunca podré desearlo como deseaba la piel y el alma de Jungkook...
—Hey, otra vez estas distraído, me harás que me levante a bailar, sabes que lo hago— Dijo con una mirada retadora.
—Ya tontito, sé de lo que eres capaz, me has avergonzado demasiando desde que te conocí— nos empezamos a reír recordando sus locuras.
Quizá no sería tan malo intentar abrir mi corazón, Sejun había entrado a mi vida y no estaba dispuesto a irse, aun sabiendo mis sentimientos intactos por Jungkook, quizá sea tiempo de amar...
