Capítulo 12:Un humor de perros, parte 1

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 HOLAAAA!! aquí estoy de nuevo ;) peeero (mierda, siempre tiene que haber un pero, AGH! :C ) me voy de campamento, por lo que no sé si podré publicar, ya que en ese sitio son unos cabernícolas y no nos dejan llevarnos ningún aparato electrónico so... publico ahora y me disculpo por adelantado por la tardanza! :/

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Capítulo 12:Un humor de perros

Hoy tengo un humor de perros eso se remonta a... ¡desde el comienzo de este maldito día! no puedo creer que salgan tantas cosas mal en un mismo día, eso debería ser antinatural, que yo recordase no me había cruzado con un gato negro o pasado bajo una escalera. Está bien, no soy supersticiosa, solo lo decía por... hacer una comparación.

Está bien, comencemos por el principio...

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Sábado 3 octubre, 7:00 a.m.

Como todas las noches, esta también se ha visto interrumpida por pesadillas, por lo que levantarme temprano ahora se ha convertido en una costumbre.

Estoy tranquila en mi cama leyendo cuando un mensaje me interrumpe, es de Mel, no creo que sea urgente, ya me pidió perdón por no haberme apoyado ese día en clase, más o menos todo volvía a estar como antes. Leeré su mensaje al terminar este capítulo, me prometo a mi misma. Tres capítulos más tarde, mis ojos siguen volando de un lado a otro de la hoja y luego vuelta a empezar, mi mano se mueve para pasar a una página nueva, mis ojos vuelven a captar palabras, frases, oraciones, una historia, me sumerjo cada vez más en el gran universo literario que tengo frente a mí, está a punto de ocurrir, ellos van...

Mierda, el sonido del telefono fijo me hace despegar la vista de mi pequeño paraíso fantasioso, dejo el libro sobre la cama abierto por la página en la que me quedé y salgo con rapidez de mi habitación, me tropiezo con un cable que hay en el suelo y estuve a punto de caerme si no fuera porque me agarré a algo que... ¡mierda!

El golpe que me dí contra el suelo fue muuy pero que muy doloroso, la cosa a la que me agarré se cayó y yo con ella. Vi con horror que me había agarrado al mantel y que la foto tan importante para mí que estaba situada encima se había caído y el cristal se había hecho pedazos, algo cálido resbaló por mi mejilla y el líquido transparente comenzó a mojar el suelo, agarré con cuidado la foto, para no cortarme con los millones de pequeños cristales que estaban esparcidos por el suelo. Enjugué mis lágrimas para que no estropeasen la preciada imagen, fue cuando yo tenía 10 años, una de las últimas fotos que tenía en la que estabamos todos juntos, una de las últimas fotos en las que me reconocía, en la que todos los pedazos de mi alma estaban unidos y en armonía, no como ahora. Una imagen distinta de mí misma me devolvió la mirada, lo único parecido entre el deshecho que soy ahora y la niña feliz, inocente y risueña que era entonces son los ojos, del mismo color, el mismo tono azul, profundo, con el que expresaba todo lo que había dentro de mí. En esa foto estaba feliz, apretaba la mano del hombre a mi derecha e inclinaba la cabeza encima de la mujer a mi derecha. Ellos también estaban rejubenecidos, las arrugas eran inexistentes en ambos rostros, todo lo que admiraba de ellos estaba ahí presente, la luminosidad en sus miradas era increíble, supongo que todos cambiamos en su momento, aunque hubiese hecho cualquier cosa para que ellos no hubiesen cambiado como lo hicieron.

El teléfono ya había parado de sonar, pero su melodía molesta no tardó en escucharse de nuevo. Me levanté con pesadez, recordando por lo que había corrido tanto como para caer, contesté de mala gana, el suceso ocurrido anteriormente me habia pasado factura.

-¿Qué quieres?

-¡Vaya! tienes suerte de que la que haya llamado sea yo, si fuera un tío invitándote habría dicho que se equivocó de número, ¿qué ocurrió para que estés así?.- la voz alegre y burlona de Mel me llegó desde la otra línea.

-¿A qué te refieres con tu pregunta, a que esté más borde de lo normal?.

-No, yo...

-No, tranquila Mel, he contestado mal, es que... bah, da igual, ¿por qué has llamado?

-Espera, cuéntamelo, ¿qué te ha pasado?.

-Naada.

-Mhm...no te creo, dime la verdad, ¿quieres que vaya?¿llamo a Rachel también?.

-¡Te he dicho que no ocurre NADA!, ¡¡joder!!

-Vale...

Solté un suspiro, sentia ser así con mi amiga, pero no soportaba la compasión con la que me mirarían si les decía lo que había ocurrido.

-Venga, tienes que tener un motivo importante para interrumpir mi gran sueño.-dije en tono de broma para suavizar la situación.

-Bueno, ¿recuerdas que la semana pasada te dije que estaba trabajando de niñera?.

-Sí...

No sé a dónde quiere ir a parar, pero no me da buena espina, tiene ese tono que siempre usa para dar pena y convencerme de hacer algo.

-Bueno, hoy tengo que ir, pero repentinamente me ha surgido un compromiso importante que no puedo dejar pasar y no puedo ir.

-Llama a la mujer y cancélalo.

-Ese es el tema, ya lo he hecho, pero me dijo que ya no podía encontrar a nadie, me echó un sermón que era muy irresponsable por mi parte no haber avisado antes y bla bla bla, ¡dios!, la mujer no atendía a razones por mucho que yo le decía que me había surgido de repente y no sabía qué iba a pasar, total, que cuando me amenzó con despedirme si no hayaba la situación, le dije que una chica de mi total confianza iría y cuidaría de la pequeña.

-No me digas que vas a pedirme que vaya a cuidar a esa enana.

-Bueno... puede que sí, pero el caso es que necesito el dinero y no puedo permitir que me despidan, tú cobrarías ese día, claro está. Pagan bien, ¿por favor?.

-NO. ¿Qué te crees, que hago lo que sea aunque no quiera si me pagan bien?Tienes una idea muy errónea de mí, ni por un millón de euros lo haría.

-Pooorfaaa, Maaaryyy!!

-He dicho que no, no me pongas esa voz porque no lo haré.

- ¿Vas a dejar que tu mejor amiga pierda un trabajo que es muy importante para ella?¿vas a dejar que pierda un dinero que realmente necesito?.¿Vas a dejarme tirada?querida amiga, déjame recordarte que fui yo la única que te dió una oportunidad, que vió tu interior como el de una persona que ha sufrido mucho pero a pesar de todo vale la pena, Rachel y yo fuimos las únicas que no nos separamos de tí... ¿y ahora me niegas un favor?.

 -No me puedo creer que estés tan desesperada como para apelar al sentimentalismo y al chantaje emocional...

-Ahora ves lo importante que es para mí.

-Vamos, seguro que encontrarás otro trabajo pronto, lo único que ocurre es que no quieres alejarte de  ese chico que según tú es sexy y que es hermano del monstruito que vas a cuidar.

-Bueno, da igual el motivo por el cual quiero quedarme, el caso es... ¿me ayudarás?.

Agh...¿qué hago? el rollo sentimental ha ablandado mi corazoncito, en el fondo tiene razón, ella me apoyó y estuvo conmigo cuando nadie más lo estuvo... en cierto modo se lo debo, aguantarme en mis peores días no es fácil.

-Puede ser...

-¿En serio?-Melanie soltó un gritito insoportable para mis oídos.- ¡GRACIAS! ¡¡¡¡te amo, te amo, te amo!!!! Te debo una bien grande, preciosa.

-Vale, vale...

Uff no sabía lo que acababa de desatar, maldito pequeño lado sentimentaloide, ni siquiera sé si existe esa palabra, pero  me da I-G-U-A-L.

-Bueno, la dirección es...¿tienes papel y lápiz?.

-No, mejor pásamelo por Whatsapp.

-OK, muchas gracias de verdad. Seguro que amarás a la pequeña, tiene ocho años, es adorable.

-OH! sí ya me lo imagino.

La verdad, en mi mente la niña era de todo menos adorable, con dos coletas medio enredadas y las manos sucias de pinturas, caprichosa y adicta a las chucherías y los dulces, con raras manías y con control total sobre el mando de la televisión para ver esos estúpidos dibujos de niños pequeños. El día que me esperaba...

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora