El secreto de Hermione Granger.

Capitulo 1: Realidad.

En una habitación en las mazmorras se encontraba una castaña y un pelinegro, ellos tenían un duelo de miradas, ambos estaban furiosos, ella se acerco a el para abrazarlo, pero el le dio un manotazo, la castaña le comenzaron a salir lagrimas de los ojos, no entendía del porque de su rechazo, si ella creían que se amaban, que después de esa maldita guerra, que después de todo lo que habían pasado podrían finalmente estar juntos, pero por lo que ahora acontecía se percataba de que no era de esa forma, ella añoraba con volver verlo a ver pues un año estuvieron sin verse después cuando se reencontraron, el estaba a punto de morir, por suerte se salvo, pero ahora le rompía el corazón, como era esto posible se preguntaba la castaña, la mirada que el tenia sobre ella era terrible, le daban ganas de llorar descontroladamente, pero no quería que la viera de aquella forma.

-     Solo dime que te pasa, yo te amo creí que después de todo por lo que pasamos estaríamos juntos.

-     De verdad creíste que yo me quedaría con una niña como tú,- el pelinegro se volteo a verla y sus ojos negros eran más penetrantes que antes, su mirada fría demostraba rabia.

-     Pero tu me dijiste.

-     Que te amaba si, pero solo fue hasta que te necesite, hasta que logre limpiar mi nombre, de verdad te consideraba inteligente, pero ya veo que solo sabes resolver problemas escolares, la vida para ti es muy difícil o no.

-     Severus no me hables de esa forma yo de verdad me enamore.

-     Gran error Granger debes aprender, que el amor mata y que tu tomas te la decisión de enamorarte de un hombre que no sabias, si te correspondería, ahora aprende a vivir con eso es tu vida,- la castaña quería llorar en ese momento,- así que espero tenga una buena vida pero por ahora es mejor que se vaya, no quiero verla además en unas horas me iré para no volver.

-     Irse a donde,- pregunto la castaña viéndolo de manera suplicante sus ojos estaban bañados en lagrimas.

-     Me ofrecieron un buen trabajo en el extranjero, no me interesa seguir viendo a las mismas, además haya encontrare mejores cosas en que entretenerme,- la castaña bajo la mirada, de verdad no comprendía adonde había quedado, el hombre que amaba el cual le había dicho, que la necesitaba, al que ella se esforzó por que no entrara en askaban aun recordaba, las peleas que tuvo con sus amigos por defenderlo, cuantas horas en vela, por armar un argumento para que el se salvara, porque si en ese momento ingresaba a prisión lo matarían, pero el que le dice ahora que solo la uso para ese propósito que nunca tuvo la intención de amarla, eso era de un desgraciado pero lamentablemente lo seguía amando.

-     Asi que te vas sin  importar, mis sentimientos de verdad que si eres un maldito.

-     Lo se pero un mortifago siempre lo va a ser, ahora vete que no quiero verte mas,- la castaña no se movió,- he dicho que te vayas.

-     Ya no eres mi profesor, así que no tengo porque obedecerte,- se acerco lentamente a el, y lo beso el pelinegro en un momento la intento detener pero no resistió, así que la tomo de la cintura para acercarla a su cuerpo, después de unos momentos de la misma forma el la alejo.

-     Que crees que haces,- ella sinario.

-     Que no es obvio quiero que me termine de usar, si ya uso mi tiempo, mi inteligencia, solo le falta algo que jamás ha tomado y es mi cuerpo,- dijo la castaña quitandose el vestido que tenia puesto,- ahora tómeme y seré completamente suya, porque algo si le digo, cuando usted se vaya jamás querré volver a saber nada de usted,- el pelinegro observaba el espectáculo visual que ofrecía la castaña, era hermosa delgada pero preciosa, ella se acerco a él, lo tomo de la túnica y lo beso, el pocionista no se resistió e hizo lo propio, la llevo a la cama, la recostó con sumo cuidado para después despojarse de la túnica que tenia puesta, el la observo tan delicada, hermosa siguieron besándose, hasta que la vio a los ojos como pidiéndole permiso.