Capitulo 16: Reencuentro.

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La castaña estaba en su recamara arreglándose porque ese día seria especial, ya que había una fiesta en el ministerio, para nombrar a Harry su gran amigo como el nuevo ministro de magia, ella estaba feliz, pues le emocionaba ver que su amigo, por fin recogía los frutos de tantos años de esfuerzo, ahora el seria el nuevo ministro de magia, eso era algo fabuloso y mas para las personas que amaban al azabache, ella tenía un vestido de color verde ceñido, de tirantes pero con la espalda descubierta, se veía hermoso y sensual. Ella a pesar del tiempo no acostumbraba a vestirse de esa manera, pero a petición de su esposo quien le había regalado el vestido acepto, estaba terminando de maquillarse, aunque eso de verse muy producida no era de su mayor satisfacción personal, daba los últimos retoques cuando la puerta se abrió dejando ver a Severus, con su habitual entrada ondeando su capa de gala, con el cabello recogido, vestido totalmente de negro, la castaña sonrió, a pesar del tiempo seguía viéndolo irremediablemente sexy, el se coloco a espaldas suya.

-     Te dije que te verías hermosa,- ella sonrió mas, le emocionaba que el siguiera teniendo esas muestras de afecto.

-     Gracias por el vestido es hermoso, pero muy Slytherin no crees,- el pocionista hizo una mueca.

-     Es para que te acostumbres a que nuestra hija será una linda serpiente,- la castaña rodo los ojos, el insistía en que Isa seria Slytherin y la castaña aunque no lo admitiera sabia que eso era muy posible, ya que ella tenía toda la actitud de aquella casa.

-     Y si eso pasa señor director, le dará preferencia,- el negó,- pues Isa cree que si.

-     Se equivoca eso no pasara, esa niña solo espero que haga muchas travesuras, porque odiaría castigarla,- la castaña soltó una risita.

-     Veo que tienes una debilidad, que ella no lo descubra o lo usara en tu contra,- el pocionista la abrazo de la cintura, para besarla apasionadamente,

-     Créame Señora Snape, ustedes dos son mi mayor debilidad, y usted la usa en mi contra siempre,- ambos se besaron,- ahora te tengo un último detalle,- ella negó sus detalles eran demasiado caros, para su gusto, puso su mano frente a su esposa para que en esta apareciera, una rosa negra los pétalos fueron cayendo uno a unos, hasta que apareció una gargantilla de diamantes, la castaña estaba asombrada por la forma que siempre variaba cuando le pocionista le daba un detalle,- espero te guste para que no te molestes y digas es demasiado, porque aunque te moleste, nada de lo que te dé es demasiado a comparación de lo que tú me has dado, que es una familia hermosa, esto es una reliquia familiar, así que es tuyo,- el pocionista se lo coloco en el delicado cuello, a su esposa,- eres el ser mas sublime que existe.

-     Gracias y tu eres todo un caballero,- él le tomo el mentón levantándolo un poco más para besarlo. Estaban en su péquela burbuja cuando de pronto se escucho un ruido, ambos sabían de quien se trataba, su pequeña hija de 11 años. La castaña tomo su cartera, junto con su capa, se tomaron de la mano para bajar, la mansión Prince estaba adornada, con detalles que demos traban que ya no era tan tétrica como antes, tenia cuadros mas iluminación, un hogar, todo eso la castaña extrañaría al tener que vivir en el castillo de nuevo, cuando llegaron a la sala, vieron que su hija había tirado un florero, a ella le desagradaban ese tipo de cosas.

-     Isabella porque hiciste eso,- pregunto con severidad, el pocionista, pero una cara de arrepentida bastaba para que el se dejara dominar por su pequeña hija.

-     Fue un accidente papi,- la niña corrió abrazar al pocionista,- ya se van a ir,- pregunto la pequeña Isa, ya había cambiado mucho, su cabello era negro, ondulado, ojos café oscuros casi negros, con una mirada penetrante como la de su padre, además de tener la mima personalidad que es pocionista. Ella había estado molesta toda la semana diciendo que porque no podía ir, con ellos a la fiesta, que era una niña grande y que no quería quedarse sola,- en verdad me dejaran solita,- la castaña la observaba con los ojos entrecerrados, ese chantaje le servía con el pocionista pero no con ella.

El secreto de Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora