Capitulo 13: Sanando.

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Después del incomodo momento cuando la castaña, despertó enojada por que Sirius y Severus se arriesgaran, se quedo dormida, realmente no se recuperaba, pues las torturas que había sufrido eran terribles, dolorosas así que cayó en un sueño profundo.

Mientras tanto ambos hombres estaban viendo como dormía la castaña, la mujer que ambos amaban, se veía como un ángel, realmente era hermosa no entendían como había pasado por cosas tan terribles e injustas, la vida había sido difícil para ella, y sumando que la misma vida no le daba tiempo para pensar sus desiciones haciendo que cometiera errores, ambos levantaron la vista y se observaron.

-     La amas verdad,- pregunto Sirius.

-     Si y tu,- respondió fríamente,

-     También ella es muy importante para mi además Isa es bueno en realidad tu hija, pero la amo como si fuera mía.

-     Lo se,- dijo el pocionista.

-     Y que harás para conquistarla.

-     No lo se ella primero tiene que reponerse de lo que paso hoy, todavía no se sabe exactamente que le hizo Lucius, si bien ni la violo, se que fue difícil para ella, conociéndolo a el y su afición por torturar, quiero antes que nada que ella se reponga de este golpe tan difícil.

-     Es fuerte ella saldrá adelante, solo espero que la apoyes,- el pocionista lo observo extraño,- que yo se que perdí y ahora solo me queda, ser fuerte y salir adelante, ella lo acepto es la mujer de mi vida, pero no me ama, a ti si tienes ese privilegio aprovéchalo.

-     Pero Isabella.

-     Ella es una niña genial se que te aprenderá a amar, además la sangre llama o eso dicen, así que solo es cuestión de tiempo, no te desesperes, se,- trago el merodeador,- que no eres mala persona, se que nuestros años en la escuela fueron difíciles pero se que eres un gran hombre así que lucha por lo que amas.

-     Tu igual demostraste ser un verdadero hombre, solo alguien así se retira a tiempo.

-     Solo quiero que sea feliz, y si tu lo logras pues que así sea,- quien viera esa escena se quedaría con la boca abierta ellos dos charlando como personas civilizadas, eso era confuso, se quedaron en silencio hasta que entro una enfermera, y le pidió al pocionista que saliera, afuera estaban los de la orden, muchos confundidos del acercamiento del pocionista a Hermione además de las palabras de días pasados era extraño.

-     Como esta Hermione,- pregunto Harry, el fue el primero en acercarse en cuanto vio a su ex profesor.

-     Despertó pero se volvió a dormir, ya esta mejor solo hace falta que descanse, las maldiciones fueron duras,- dijo el pelinegro. Camino hasta llegar a un rincón esa era su rutina siempre era lo mismo, se alejaba de todos, porque no le agradaba la presencia de muchos, además ahora todos estaba preocupados, por la ex pareja, en ese momento un hombre de barba blanca se acerco.

-     Que pasa hijo,- pregunto Dumbledore.

-     Nada Albus,- lo miro serio.

-     Sabes que eso es mentira, que harás con la señorita Granger,- pregunto.

-     Apoyarla lo que paso no es fácil, lo único que deseo es su felicidad,- el hombre de barba blanca sonríe, el esperaba que no se equivocara esta vez. Pasaron un par de horas hasta que anunciaron que los pacientes estaban despiertos, a la habitación entraron todos, Remus se acerco a su amigo junto con Dora.

-     Amigo su que nos diste un susto, pero como te sientes.

-     Bien ya me recupere, ahora mismo podría seguir pateando a mortifagos,- dijo con una hermosa sonrisa, a lo que Hermione rodo los ojos.

El secreto de Hermione Granger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora