¿Cuántas maneras existen para arruinarle la vida a alguien? ¿Muchas, no? Justo cuando ya admites tu condición, en el momento menos pensado, llega alguien y estropea todo ¡Todo!
Hace unos días llegaron unas estudiantes asiático-americanas a la escuela, vinieron a traer de su cultura a la secundaria en la que estudian nuestros protagonistas. El "Yaoi". Esa simple palabra arruinó sus vidas, sobre todo la del azabache.
Craig había "aceptado" que sentía cosas por el rubio, sin embargo, intentaba borrar esos sentimientos que lo atormentaban día a día, debido a que el chico que le gustaba no era homosexual, tampoco quería arriesgarse a quedar como un marica y menos perder tu amistad. Era algo difícil de llevar, ya que de una forma u otra siempre terminaba estando cerca de él, procuraba evitarlo y no podía, era como estar en un callejón sin salida, rodeado de matones. Justo estaba a punto de resignarse y tener que lidiar con esa sensación de la cual jamás escaparía. De igual modo no era tan complicado tener que ocultarlos, debido a que con el tiempo ya se había vuelto una costumbre para él. Tweek ya no le hacía preguntas o lo miraba extraño por su comportamiento. Hasta ese día...
La presidenta del consejo estudiantil y mejor amiga del chico que amaba en secreto, Wendy Testaburger. Convocó a todos los alumnos a una asamblea para hablar sobre las nuevas estudiantes que se habían integrado hace unos cuantos días.
Yaoi; esa maldita palabra destrozó a Craig. Estaba enojado y asustado, pensaba que quizás lo habían descubierto y ahora todos se burlarían de él, en cambio Tweek que no entendía un carajo de lo que pasaba y porqué lo vinculaban en relaciones homosexuales con su amigo más cercano, se mantenía igual de paranoico que siempre.
Las asiáticas se habían dado cuenta del comportamiento del pelinegro con su amigo, se le notaba a lo lejos que sentía cosas por él; Y como fujoshis que son comenzaron a hacer dibujos sobre ellos y a shippearlos, causando que todo la escuela se enterara de ello, llevándolos a tener una relación forzada para mantener al pueblo feliz.
— ¡Aún no puedo creer que seamos novios por esas tontas chicas! -exclamó Tweek que se encontraba al lado de su ahora novio jugando Call of Duty.
— Ni yo. Ya se les pasará y volveremos a nuestra vida normal amigo. -habló el de chuyo azul. No le molestaba la idea de ser pareja del rubio, simplemenge le ponía triste la manera en la que tuvieron que serlo. Sabía que el no sentía cosas como Craig lo hacía.
— Ngh... Como sea, me alegra que hayas sido tú y no otro. -habló mirando a su amigo con una sonrisa.
El pelinegro lo miró un instante y le dieron ganas de plantarle un beso en sus rosados y delgados labios, pero se rehusó, por obvias razones.
— Sí, yo también. -respondió mirando el monitor inexpresivo.
Siguieron charlando durante toda la tarde sobre que harían o como actuarían frente a los demás, esperaban que esto pronto acabara y volver ser amigos.
— ¿Entonces solo nos tomamos de las manos y ya está? -preguntó Tweek.
— Supongo -se encogió de hombros- ¡Agh! esto no debería haber sido así.
— Lo sé amigo, es un... sacrificio que debemos hacer.
El azabache suspiró triste.
— ¿Te acompaño a casa? -meditó un rato y sonrió divertido- ...Cariño.
Tweek rió y asintió. A pesar de que era una farsa, le hacía gracia ver a su amigo así.
— Deja eso para nuestros fans. -bromeó.
Al llegar a casa del rubio, se encontraron con la persona menos esperada. Pete, otra vez.
¿Ese chico no lo iba a dejar solo de una buena vez? -se preguntaba Craig.
— ¡Tweek! ¡No te he visto en todo el día! ¿Qué ha pasa-. - paró en seco al ver al chico que amaba tomado de la mano con el maldito Craig Fucker- ¿Qué mierda pasa aquí?
— ¿Algún problema chico emo? -preguntó el azabache mirándolo con cara de 'Te gané, perra'.
— Esto... ¡Gah! -Tweek comenzó a temblar más sin saber que decir. El pelinegro le apretó la mano en señal de apoyo- Bueno, es mi...novio.
Craig sonrió. Si tan sólo fuera real.
— ¿¡Qué mierda!? ¡¡Pensé que no eras gay!! -exclamó Pete enfadado y triste- ¿Y tú Tucker? ¿Te haz vuelto un marica maldito conformista?
El solo le levantó el dedo sin darle importancia a su comentario. Maldito celoso.
— Bueno amor. Me debo ir, nos vemos mañana -le besó la mejilla a su "novio" en forma de despedida, este se sonrojó por su acto. Sólo lo hizo para poner aún más celoso al chico teñido.
— A-adiós -le hizo una seña con la mano- ¿Qué sucede Pete?
— Nada, es que... -lo miró y sintió como algo dentro de él se rompía- ¡Olvídalo! -y se fue.
El gótico aún estaba sorprendido. ¿Cómo no se dio cuenta antes? ¡Pudo haberlo conquistado! Pero sus estúpidas inseguridades se lo impidieron, ahora no le quedaba nada, más que esperar a que el esté soltero nuevamente...o simplemente olvidarle para siempre.
Sentía un gran vacío en su corazón. Vagó por las calles triste, escuchando su playlist sad favorita de Spotify. Estaba realmente destrozado. Se había enamorado de ese paranoico. Tenía algo que le hacía pensar en que no todos los conformistas eran idiotas, era como el café, uno muy amargo, como a el le gustaba.
¿Quizás no era el indicado? ¿O lo suficientemente rudo? ¡Da igual! Le iba a robar el corazón cueste lo que cueste, hará que se de cuenta de su mala elección. Su destino era estar con Tweek, así lo sintió la primera vez que lo vió y no iba dejar que se fuera así sin más, debía dar la pelea con Fucker si era necesario.
Siguió su camino decidido hasta que chocó, cayendo en un charco y dejándolo empapado.
— ¡Oye! ¡Fíjate por donde vas! -exclamó quien menos esperaba, un vamp-idiota. Le tendió la mano y Pete la rechazó.
— Sal de aquí, Mike. -lo empujó.
— Oh, vaya ¿Estás bien? Te vez terrible. -lo miró con preocupación al darse cuenta con quien había chocado.
— ¿Y a ti que mierda te importa? ¡Vete! -lo apartó enfadado y se puso de pie.
— Vas en sentido contrario.
— Lo sé, idiota, déjame solo.
— ¡Pero estás mojado!
Pete se enojó aún más y lo tiró empujándolo al suelo.
— Te dije que me dejarás en paz. -habló con lágrimas en los ojos y se fue, dejando al chico vampiro en el suelo estupefacto.
No necesitaba que un chico vampiro le arruinará aún más el día y para peor se burlara de él, ya estaba demasiado jodido.
Por otro lado Craig aún no podía creer lo que hizo, el besar la suave mejilla de su chico le hizo latir su corazón a mil por hora, era tan suave como lo había imaginado.
— Ojalá fuera real.
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El chico de cabellos dorados | Creek
Fiksi PenggemarCraig Tucker vivía su monótona y aburrida vida como siempre, hasta que un día de los tantos que llegaba tarde; un nuevo chico de dorados cabellos llamado Tweek Tweak se presentó cambiando todo por completo. ¿Qué ocurrirá después de su encuentro? ¿Q...