10.

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Tweek lo evitó durante toda la semana, nuevamente se habían distanciado por una estupidez, a diferencia que ahora la decisión de alejarse fue de él. El azabache no hizo nada, simplemente le dio su espacio y dejó que pensara mejor las cosas. Sabía que estaba confundido con los acontecimientos recientes y no le iba a molestar, dejaría que fluyera todo y si sentía algo por él esperaba a que se lo dijera.

El rubio, en cambio, estaba alterado, no entendía que pasaba, no podía acercarse a Craig sin sentir nervios o recordar el beso, sus labios suaves besándolo de manera apasionada como si lo deseara desde siempre. No podía quitar esa imagen de su cabeza. Verlo en la escuela le revolvía el estómago, tanto que sentía deseos de vomitar. No era una sensación horrible, por el contrario era placentera, le daban ganas de estar junto a él y volver a besarle, pero a la vez le asustaba. En pocas palabras, no entendía lo que le sucedía.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no veía por donde caminaba, por ello terminó chocando con uno de sus compañeros de clase.

- ¡Ten cuidado por dond-. -lo miró y esbozó una sonrisa- oh miren nada más, es el marica ¿Dónde está tu novio?

- ¡Déjalo tranquilo culón! -exclamó el pelirrojo tendiéndole la mano a Tweek.

- ¿Estás bien? -le preguntó Stan.

- S-sí, perdón Cartman ¡Ack!

- ¿Por qué no vienes con nosotros? -Lo tomó del brazo Kenny- ¿Craig no está contigo? -Negó con la cabeza triste- Vaya...

- ¿Qué pasó amigo? Hace rato que no te vemos con él. -cuestionó el pelinegro.

- N-nada, sólo .... ¡Agh!

El rubio se alteró y empezó a jalarse el cabello, parecía tener una especie de crisis. Stan y Kyle intentaron calmarlo, mientras Eric se burlaba, obteniendo un golpe de Kenny. Lo llevaron al baño para poder conversar con él.

- ¿Qué es lo que sucedió con Craig? -le interrogó el judío.

- ¡Gah! ¡No lo sé! Es... ¡Es todo tan raro! -habló agitado. Stan lo calmó.

- ¿Por qué lo dices? No le diremos a nadie, te lo prometemos. -Tweek los miró un segundo. Después de todo eran sus amigos, no tan cercanos como antes, pero sabía que podía confiar en ellos.

- Me... ¿Me lo prometen? -Ambos chicos asintieron preocupados- Está bien. -tomó una bocanada de aire y comenzó a relatar, desde su primera reconciliación, la pelea con Pete, lo extraño que lo hacía sentir y por último el beso que dio vuelta su mundo.

- Caray, yo pensaba que eran gays de verdad. -habló asombrado Stan.

- Yo también, aunque con lo que nos contaste al parecer si que lo son. -El rubio lo miró con los ojos como platos y negó con la cabeza- Amigo, Craig te gusta. Acéptalo. 

- P-pero ¿Cómo? -Nunca antes le había gustado una persona, quizás una que otra chica le atrajo, pero ¿Un hombre? es extraño para Tweek. Pensar en el chico del chuyo azul hacía que sus mejillas se tornaran de un color rosado. Stan y Kyle miraban su reacción divertidos.

- Hombre, admítelo. Estás loco por él, se te nota. -río Kyle.

- Si no haces nada lo perderás para siempre. Tienes que hacernos caso. -habló el pelinegro.

Tweek meditó un rato ¿Le gustaba? ¡Mierda, sí! ¡Le gustaba! ¿Cómo no se dió cuenta antes?

- Mierda. Si que soy un imbécil. -dijo sentándose en el suelo y agarrando su cabeza- Le dije a Craig que se buscara una novia, para que... no se confundiera.

El chico de cabellos dorados | CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora