14.

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¡ATENCIÓN!

Este capítulo contiene escenas +18. Leer bajo su responsabilidad.

Cuando salga este símbolo [⚠️⚠️⚠️] pueden dejar de leer si así lo desean.¡Que lo disfruten!

Pasaron los días y Tweek estaba cada vez más distante, aquella escena aún lo tenía dando vueltas en su cabeza. Craig no comprendía su comportamiento, sin embargo, por más que preguntara o tratara de arreglar las cosas, su novio lo mandaba a pasear. Era una situación bastante complicada.

Las semanas transcurrieron y el actuar del rubio comenzó a cambiar nuevamente. Un día cualquiera se acercó a besar a su pareja cariñosamente dejándolo perplejo, ya que últimamente sólo se dedicaba a evitarlo.

— ¿Qué mosca te picó? -le preguntó desconcertado- Ya... ¿Ya me volviste amar o...?

Tweek lo volvió a besar. Esta vez en sus labios. El más alto le correspondió al instante. Extrañaba sus besos, su aroma y sentirlo en sí.

— Al parecer sí. -le sonrió cálidamente el azabache.

— Perdón por comportarme como un idiota. -se disculpó sin separarse de sus brazos y estrechándolos más hacia el para impregnarse en su olor. Lo extrañaba, sus celos lo cegaron y lo separaron de su amado. Se sentía como la mierda, pero lo iba a remediar, de alguna forma.

— No te preocupes por eso, cariño. -besó su frente- Lo importante es que ahora estés bien y hayas podido arreglar todo aquello que te molestaba. -lo miró triste. ¿Qué había hecho él para que Tweek se enfadara tanto? ¿Tan tonto era que nisiquiera se dio cuenta del daño que pudo haberle causado sin querer?

— Craig, tú no hiciste nada malo. -habló sacándolo de sus pensamientos negativos- Era yo que... agh, da igual. -el azabache lo observó esperando su respuesta- Amor, ¿Qué tal si vienes a mi casa hoy después de la escuela? Mis padres no estarán y...

— Acepto. -dijo sin dudar. Le vendría bien pasar tiempo con el después de esas semanas de mierda que tuvieron separados.

— Bien, te veo a las 8, tigre. -habló alegre y le dio un corto beso en los labios antes de irse a su próxima clase.

[...]

Cenaron en la sala de estar de Tweek mientras veían una película de terror acurrucados junto a la chimenea. Era un ambiente bastante romántico y acogedor para ellos. Se sentían a gusto.

Una vez finalizada la película subieron a la habitación del menor, quien se encontraba bastante nervioso, cosa que el azabache no se dio cuenta. Estaba tan contento sumido en sus pensamientos que ignoró los tics que tenía el otro.

[⚠️⚠️⚠️]

Hubo un silencio en donde ambos se miraron a los ojos y antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo, Tweek se lanzó a besar a Craig, nervioso de su respuesta, pero aún así con euforia, impulsado por la creciente erección que había dentro de sus pantalones desde hace un rato, instintivamente lo acostó en la cama, sin embargo, el pelinegro tomó el rostro de su novio para poder observarlo mejor.

— Tweek, has estado raro varios días y ahora esto... de verdad pensé que no me deseabas.- habló con algo de tristeza, confundido por aquel comportamiento, pero aún así excitado por su actuar repentino. No esperaba eso de él.

El rubio suspiró, mirando a su novio con una pequeña mueca de pena.

— Es sólo que estaba confundido y no sabía como actuar, sólo quiero complacerte. Craig cuando vi que estabas con esa chica, me odié por no saber hacerlo y pensé que ella te provocaba más que yo al ver tu pantalón... -mordió su labio al terminar de hablar.

El chico de cabellos dorados | CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora