8.

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Caminando de la mano. Trayendo nuevamente alegría a la ciudad. Tweek y Craig se habían reconciliado y nada los iba a volver a separar, por ahora. 

Estaban tan contentos que a ambos se les había olvidado que tenían examen a la última hora y cierto chico estaría apunto de reprobar. 

— H-hola c-chicos, veo que han-han vuelto ¡qué bien! -los saludaba Jimmy en el pasillo junto a sus demás amigos, Token y Clyde.

— Así es. Fue una pelea estúpida ¿Verdad, bebé? -dijo el pelinegro abrazando a su chico, este sólo asintió sonrojado. Estúpido Craig y sus apodos.

— Gracias al cielo, no me gustaba ver a mi mejor amigo triste y yo sin poder hacer nada. -habló Clyde. 

— Eres un mentiroso.

— ¡Cierra la boca Token! -lo cayó el castaño- Cambiando de tema... ¿Estudiaron para química? Se nos viene difícil hoy, estudié todo el día.

— ¡Mierda! -exclamó el de chuyo.

— ¿Qué sucede Craig? -preguntó el rubio apretando su mano.

— ¡Estoy muerto! ¡No sé nada de química Tweek! -decía desesperado, casi se parecía a su novio, sólo le faltaban los tics.

— Yo c-creo que apr-aprobaré. -tartamudeo Jimmy.

— Yo también. No digas tonterías, está fácil.

— Para ti Token. Yo estoy muy jodido. 

El rubio recordó las veces en las que Craig le pedía ayuda en química, el sabía que le costaba demasiado, pero en ese entonces estaban peleados y no pudieron estudiar juntos, eso le entristecía, así que decidió ayudarlo, aún quedaba una hora antes del examen y quiso aprovechar ese tiempo para repasar con el y enseñarle algunos conceptos. El pelinegro obviamente aceptó. Se despidieron de sus amigos y fueron a un lugar desolado para repasar. 

— ¿Qué es lo que no entiendes? 

— Todo. No creo que una hora pueda grabar todo eso en mi cabeza, es una pérdida de tiempo. 

— ¡No te rindas! -lo miró a los ojos y lo tomó de su gorro quedando frente a frente. Muy cerca el uno del otro- Una vez me dijiste que yo era capaz de más de lo que pienso y tú también. Cree en ti, yo creo en ti.

Craig se sonrojó y lo miró a los ojos, perdido en su mirada. Sus palabras de aliento funcionaron. 

Como amo a este chico. -pensó.

Así estuvieron repasando durante todo el tiempo que disponían, de vez en cuanto tomaban unos minutos de descanso y el pelinegro aprovechaba para incordiar a su novio con cursilerías, este, como siempre se sonrojaba y lo golpeaba, a él le gustaba eso de Craig, su ternura solo cuando estaba con el. Su risa. No era tan indiferente como pensaba, si le importaba la gente y se lo demostraba a diario. Le importaba Tweek y más de lo que pensaba. Comenzó a notar más seguido los gestos de su amigo, su manera de comportarse con otros y sobre todo con él, era extraño, pero le agradaba.

Finalmente Craig aprobó el examen a duras penas, sacó la nota mínima que se necesitaba para aprobar,  mientras Tweek y Token sacaron 10, cosa que era de esperarse, son los mejores de la clase. Mientras Clyde sacó 9 y eso le alegraba bastante.

— No sé que haría sin ti. -habló el azabache mirando a Tweek- No hubiese aprobado sin tu ayuda. -lo abrazó. Él le correspondió.

Abrazar a Craig era lo mejor del mundo, al menos para él, era un beneficio que no todos tenían, debido a su frialdad nadie se atrevía a hacer alguna muestra de afecto con él. Por ello Tweek aprovechaba cada maldito segundo de ese abrazo.

El chico de cabellos dorados | CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora