CAPITULO QUINTO
Pasamos el resto del el día hablando y riendo sin parar, además tuvimos la casa para nosotras solas, ya que mis hermanos tenían un torneo de futbol, papa fue a un viaje de trabajo y mama estuvo todo el día en el hospital. Por la tarde fuimos a tomar un helado, el calor cada día estaba peor, y el helado de agua siempre es el mejor para calmarlo un poco. Ni una de las dos hablo mientras los tomábamos sentadas en un banco de la plaza.
-Hoy es sábado- dijo Maia al fin-¿Qué hacemos?
-No tengo idea-le conteste- ¿Qué quieres hacer?
-Bueno,...Agustín me dijo que habría una fiesta retro.
-¡Bien! Vamos- le dije- ¿Dónde va a ser?
-En un salón e eventos -encogió los hombros- creo que es por acá cerca.
-Entonces... le preguntas donde queda y vamos.
-Ok- me dijo mostrando una sonrisa, la conozco demasiado para no darme cuenta de que quería ir junto a Agustín, así que yo la estaba ayudando un poco.
Cuando eran más o menos las siete me di cuenta de que ya era muy tarde, así que le dije a Maia que me escriba para avisarme donde seria la fiesta. Fui caminando hasta casa mirando el suelo, pensando en que no existe nadie más que yo, pero no en un modo egoísta, más bien de uno solitario. Salude a mis hermanos al entrar a casa, ni si quiera se dieron cuenta de que había llegado, estaban como metidos dentro del video juego, subí a mi habitación y fui a la ducha, estoy segura de que no soy la única, pero para mí es un lugar perfecto para pensar, donde nadie puede molestarte.
Me quede absorta en mis pensamientos hasta que escuche un ruido que me devolvió a la realidad, agarre la toalla que estaba más cerca y comencé a prepararme, pero primero revise mi iphone por si Maia me había escrito.
-HolaJ, la fiesta va a ser en el salón de eventos que está al lado del supermercado de la vuelta de la casa de Agustín.
-Ok-le conteste- ¿Y a qué hora?
-A las 9:00 pasamos por vos ¿te parece bien?
-Si, pero ¿Quiénes son "pasamos"?
-Agustín y yo tonta J jaja
-Genial, les espero- respondí.
Ya estaba peinada, maquillada y con los tacones puestos, solo tenía que esperarlos un rato, así que me senté en el comedor a leer una revista que mama había traído esta tarde, unos minutos después escuche la bocina de un auto afuera de casa, agarre mis llaves de la casa y Salí a la calle.
-Hola-dije tímidamente-¿Qué tal?
-¡Hola amiga!
-Hola Ángeles- me dijo Agustín desde el asiento del conductor.
Solté una risa rara, me sentía incomoda, ellos dos juntos y yo sola, aunque no fueran novios era casi lo mismo, por suerte a Maia se le ocurrió poner música, así no había tanto silencio incomodo. Llegamos como en unos cinco minutos prácticamente sin transito, Agustín estaciono el auto y fuimos a la fiesta.
-¡Qué lindo esta todo!- dijo Maia mirando toda la decoración
-Si, esta gente sí que tiene imaginación- afirme yo.
Me quede mirando la decoración, había como veinte bolas de espejos en el techo y también colgaban discos de vinilo, las paredes estaban llenas de fotos de famosos de los 50', 60' y 70', había luces por donde mirabas y la música era genial.
-¿Tomamos algo?- dijo de repente Agustín
-Si, claro- dije.
-Yo quiero ponche- dijo Maia
