CNCO│ONE SHOTS

2 ERICK

─ No deberías estar aquí─ hablaron a mis espaldas.

─ ¿Perdón?─ me gire para observar al de seguridad fijamente, con un tono nervioso.

─ Que no deberías estar aquí, te vez mucho menor que el resto─ habló firme.

─ Pero llevo casi toda la noche aquí y...

Ya no sabía que hacer, los demás habían desaparecido de mi vista y eran los únicos que reconocía.

─ Me tiene que acompañar a la salida...─ eso me pasaba por dejarme influenciar por Christopher.

─ Soy mayor de edad! ─ me adelanté a decir antes de que me tomara del brazo, encaminándonos. ─ Chico, soy mayor de edad! Si quieres te muestro la ID.

─ Eso dicen todos, niño─ ya estábamos cerca de la salida.

Y no fue broma, en realidad me sacó del club, como si no supiera quien soy. Lo peor que es los malditos que se hacen llamar mis amigos y compañeros de banda no dieron señales de vida. Fue una mala idea dejar mi teléfono cargando en el hotel, ¿qué puedo hacer a las dos de la mañana en Los Ángeles? Nada, por que no conozco nada de aquí y Renato nos había dejado esta noche para mi suerte.

Veinte minutos ahí parado como poste.

─ ¿Eres Erick? ─ una delicada voz volvió a sonar a mis espaldas. Cuando volteé había una chica mirándome con emoción. ─ Oh por-, ¡eres Erick! ¿Podemos sacarnos una foto?

─ Claro ─ sonreí lo más amable, ocultando mi frustración.

Puso la cámara frente a nuestros rostros y sacamos una sonriente foto.

─ Muchas gracias! ─ sonríe, estrechándome en sus brazos un corto tiempo. ─ No te molesto más, nos vemos!

Con ese lindo maquillaje y outfit comenzó a caminar al lugar donde me habían echado a patadas. Enseguida se me prendió el foco.

─ Oye! Muñeca! ─ troté hasta ella, quién me mira confundida pero con una linda sonrisa.─ ¿Eres mayor de edad?

─ S-sí, ¿por qué? ─ el mismo nerviosismo que yo tuve se escuchó en ella.

─ Necesito que me ayudes a entrar de nuevo, me echaron de ahí y no conozco por aquí, no quiero morir hoy─ expliqué rápido la situación.

─ Claro! Ven vamos, sólo sigue la corriente.

Tomo mi mano y volvimos a entrar, dos guardias se encontraban en la segunda parte de la entrada, el mismo que me echó y otro más.

─ Tony, Juan, ¿qué tal amigos?─ una sonrisa aparecieron en las caras de esos hombres.

─ Hola, _. Que linda te vez hoy, pasa! ─ el tal Juan, se hacía un lado para dejarnos pasar.

─ Espera, el niño ese no puede pasar─ Tony recordó mi rostro. Un don y una maldición.

─ Viene conmigo! No es un niño, lo juro. Él estaba adentro esperándome y me contó lo que paso. Confía en mi palabra ─ rodeó mis hombros con su brazo.

─ Te dije que era mayor, sir─ ella enterró sus uñas en mi hombro para que cerrara la boca.

─ Mmm, esta bien, tú estas a cargo de este chico─ por fin nos abrió paso.

- Gracias, chicos! ─ cuando estábamos los suficientemente lejos de su vista, se alejó de mi.

─ Ya estás dentro! ─ ríe─ Es hora de irme supongo.

─ Gracias, en serio! Te debo una ─ di un beso en su mejilla.

─ No problem, entre menores nos apoyam- oh shit, no sé que dije ─ ríe nerviosa y avergonzada.

─ Ya lo sabía, ─ reí ─ ya luego me contarás, ¿te puedo dar mi número? Para salir un día ─ sonreí mientras tomaba su mano.

Asiente con una sonrisa, dándome su móvil y guardándolo a su momento.

─ ¿Quieres bailar?─ me preguntó.

─ Erick, loco! ─ la voz de Richard hizo frenar mi respuesta─ Hasta que te encuentro! Es hora que irnos- hola, lamento interrumpir
─ Saludo a _, dándole una mirada rápida. Aunque ella rió levemente al pensar lo mismo que yo.

Sin embargo, no dije nada, me despedí de esa belleza con un beso en la mejilla y le hice prometer que me llamaría.

[...]

─ Después de que me echaron, estuve como media hora afuera, de no ser por la chica que me ayudó a entrar.

Una mirada avergonzada paso por la cara de todos, pero luego rieron por la situación.

─ Perdonanos, no nos hemos dado cuenta. Pensamos que estabas disfrutando por tu cuenta ─ Joel habló aún riendo.

─ Pero conociste a una chica, no te quejes bro! ─ señaló Chris.

Una sonrisa se formó en mis labios al recordarla, si que era hermosa.

─ Erick se ha enamorado! ─ Zab habló mientras me tomaba de los hombros zarandeandome.

─ Para, para ─ reí.

[...]

La noche terminó en mi cama, durmiendo con una sonrisa por el simple « Buenas noches💘» que ella me escribió.