No Soy Una Chica Normal (Peter Parker Y Tu)

MI - HISTORIA

Lunes, genial.

(Notese mis lágrimas)

Me levanté de la cama. Miré el reloj de mi teléfono que se encontraba en una esquina.

8:47.

Mierda.

Atrasada de nuevo.

Me duche rápido, tome la única banana que quedaba en la cocina y salí de casa.

Tomé mi callejón favorito para retrasos, sí, aunque suene raro, existe.

Lo escalé como pude y subí.

Estaba jugando con mis telarañas. No me servía ir a clases, sólo era una apuesta que perdí con Stark. Maldito Uno, en mi vida te vuelvo a jugar. Ahora tengo que ir al instituto sin falta, o... me deja fuera de los Vengadores, otra vez.

Lo odio, nadie me quiere ahí, ni yo.

En fin, iba saltando edificio en edificio hasta que llegué.

Bien... soy Spider Girl, así que ustedes deduciran mis poderes.

-Telarañas.

Ese es el único destacable que tengo junto con otras habilidades arácnidas. Nada brillante.

Como iba diciendo, llegué al instituto sigilosamente para no ganarme una sanción del director, me escondí tras un pilar y con ayuda de mis telarañas toqué el timbre, provocando que todos los estudiantes salieran cual hormigas tratando de llegar a su próxima clase.

No fuí la excepción y agarré camino. Todo estuvo tranquilo y nadie se dió cuenta de la hazaña que hice, claro el director sigue pensando que fue una falla técnica del timbre, así que yo estaba libre de culpa.

Cuando tocaron para el receso, me dirigí a la cafetería, escuchaba tranquilamente "Don't let me down" De The Beatles mientras caminaba.

Esta tranquilidad se desvaneció al encontrar a Henry Santos, el típico cobarde brabucón de la escuela y efectivamente, el que hace mi vida, un infierno. Claro, no solo a mí, a todo el instituto que siquiera lo vea a los ojos. Junto con su escuadrón de "amigos" y su novia se encargan de molestar a todos, sinceramente me da una pena increíble, aunque no importa cuanta pena ajena me den, los golpes que dan si que duelen, y mucho. Así que lo mejor es ignorarlos y pasar junto a ellos como si tú no existieras.

Sin embargo, hoy no es mi día.

-Miren a quién tenemos aquí- Henry me notó entre todos. -La babosa de Natasha, nuestra querida Nerd- se iba acercando poco a poco, intenté seguir caminando rápido entre los estudiantes que se encontraban en el pasillo. Pero esos mensos no se quitaban. -¡Hey! ¿A dónde tan deprisa chiquita? -Me detuvo del hombro- ¿Te doy miedo mi querida zanahoria a la fuerza? -dijo burlón-

Resginada, me giré.

– ¿No tienes algo más original para decirme, Henry? – Es decir ya van, déjame ver. – Simule estar contando con los dedos. – Ah si, 7 veces esta semana que me dices lo mismo. Además no entiendo por qué te metes tanto conmigo, ¿Tan miserable es tu vida? – El cuerpo se me aguadó, tal vez no fue buena idea contestarle. –

La mirada de Henry cambió de forma drástica. Si, Definitivamente no fue una buena idea.

– ¿Qué tiene que me meta? No tienes nada más interesante en esa "vida" que llamas. –Dijo haciendo comillas con los dedos. – Lo digo porque das pena, no tienes nada que dar, aburres, solo molestas a la gente, das vergüenza, asco, nadie querría tener a una chica como tu, ni siquiera quieren acercarte a ti, eres rara. Me imagino que será una vergüenza para tus padres tenerte como hija. Sin amigos, lerda, lenta, solo mírate, hasta yo me compadezco con ellos. –Lo dijo demasiado cerca de mi rostro, incluso, agachandose levemente a mi altura, podía ver cada poro dilatado de su cara. Trataba de atemorizarme, y aunque no quisiera admitirlo, lo está logrando.