La lista de los deseos

3

A la mañana siguiente no desperté con el cantar de los pájaros. Fue con el cantar de un Min Yoongi alterado.

-¡¿QUÉ ES ESTO?!- gritó, haciendo que Jimin y yo despertáramos.

-Yoonie...- gemí para luego taparme la cabeza con la almohada.

-HOBI TRAE LA CÁMARA, TAE ESTÁ EN LA CAMA CON UN CHICO- siguió gritando el peli celeste.

-¿Qué chico...? ¿¡Jimin!?- Hoseok había entrado en la habitación e imitó la cara de sorpresa de su novio.

-Hola Hobi...- dijo Jimin sonriendo con sus mejillas sonrosadas.

-¿Hobi?- Yoongi frunció el ceño y miró atentamente al peli gris.

-Yoonie, ¿te acuerdas de que te hablé de mi amigo Jimin?- Hobi pasó una mano por el hombro de Yoongi, intentando calmarlo.

-Sí, me acuerdo- dijo fulminando a Jimin- pero,¿por qué está en la cama con Tae y este no tiene camiseta?

No me acordaba de mi pecho descubierto, así que salí de la cama y le di a Yoongi juguetonamente en la nariz.

-Sólo dormimos, papá- todos me siguieron a la cocina y junto a Jimin, empezamos a cocinar el desayuno.

-Pero no entiendo qué hacen ustedes juntos...- dijo Hoseok con tono misterioso.

-Voy a ayudar a Jimin a conseguir sus deseos- dije con naturalidad mientras bebía café.

Yoongi casi se cae de la silla.

-¡¿TÚ?! ¿DESEOS?- dijo mientras me señalaba acusadoramente con el dedo.

Jimin también me miraba sorprendido.

-P-Pero Taehyung... yo te iba a ayudar con tu deseo de los helados...

-Puedes ayudarme a cumplir mis deseos, y yo te ayudo con lo tuyo, ¿qué te parece?- dije tendiéndole la mano.

Él la estrechó sonriente.

-¡Muchas gracias!- dijo con ojos brillantes.

Nos quedamos mirándonos unos segundos, sin soltarnos las manos.

-Ya chicos, me dan diabetes- protestó Yoongi como un gato celoso separándonos.

-Tú eres igual con tu Hobi- le acusé.

Él me sacó la lengua y le dio un rápido pico en los labios del castaño. En medio del desayuno, Hoseok se dirigió a Jimin.

-Pude coger los utensilios de los helados que me pediste, el cabrón ese se había ido y pude entrar en tu habitación. Cogí tus cosas, las tengo en la furgoneta.

A Jimin le brillaron más los ojos. Se levantó de su silla y se le tiró encima.

-¡Gracias!

-¿Cuándo hablaste con Hoseok?- le pregunté confundido.

Él sacó de su bolsillo un pequeño móvil de esos con tapa, antiguo.

-Hobi me lo dio en caso de emergencia, ayer mientras te duchabas lo llamé- dijo confiado.

-También traje los polvos para hacer los helados.

Recogimos rápidamente todo y Hoseok se fue a buscar las cosas junto con Jimin al coche.

-Es muy mono- oí cómo decía Yoongi sentado en el sofá, mirándome con esos ojos felinos.

-¿Quién?- pregunté.

-Mi madre- rodó los ojos- ¡Jimin idiota! Sé que te gustan monos y pasivos.

-¿Y eso cómo lo sabes?- le respondí desafiándolo.