Capítulo 12: ROCADRAGÓN

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Dedicado a mi fiel seguidor: @ByNatyAlejandro 

Viajé sola, con el caballo, consiguiendo comida para él y mi dragona de la única forma que conocía: Robando. No tenía dinero, ni siquiera un nombre y para colmo no era más que una mujer, así que robé. Robé bolsas de dinero en las calles de Foso Cailín, un nuevo caballo, más fuerte y ágil en los gemelos, permití que Elíbhar se comiera tres corderos en Artanta, ciudad que bordeaba Desembarco del Rey, no quería pisar aquel lugar. Elíbhar se comió a mi caballo casi de un bocado por los celos, y entonces y solo entonces  me atreví a volar sobre mi dragona que, ahora ya, medía más de seis metros de largo y tres de alto. Había aprendido a usar el fuego que manaba de su pecho. Por suerte, el azul de su cuerpo y el silencio de su vuelo la hacía invisible en el cielo.  Rodeamos la capital por la Bahía de aguasnegras, y entonces, llegamos a Rocadragón. Sobrevolando la cima de la isla habían tres dragones, notablemente más grandes que Elibhar, aún así, sabía bien como hacer crecer a aquella dragona. Mi madre me obligó, cuando era niña a estudiar la historia Targaryen y por consecuente, la de sus dragones y como los criaron en el pasado.

Elíbhar asustada aterrizó en la playa, acaricié su cuello, y esta bajó sus alas.

-No temas pequeña, no permitiré que te hagan ningún daño.

Espere allí a que la reina dragón apareciera, sabía que lo haría, la curiosidad de ver otro dragón la atraería hasta mi. Sin embargo, me sorprendió ver quien se acercó a recibirme.

Lord Varys vestía una túnica verde, de mangas anchas y refinados tejidos, un estilo muy propio para él, sin embargo Lord Tyrion parecía otro hombre, la vida parecía haberle cambiado demasiado durante aquellos meses. Una enorme cicatriz le cruzaba el rostro, su nariz estaba desviada y su pelo notablemente más largo.

-Elíbhar, draok.-Le susurré a mi dragona haciendo que alzara el vuelo permitiendole cazar pescado en el mar.

Ambos se asustaron al verla reanudar la marcha y se detuvieron en medio de la playa para admirarla. Caminé decidida hasta ambos.

-Lady Rhaenys.

-Lakía para ti, Lord Varys.

-Oh querida, serás Rhaenys si quieres que tu tía Danerys te reciba.

Asentí y entonces Lord Tyrion, quien aún seguía a mi dragona con la mirada me dijo:

-¿Donde lo habeís conseguido?

-La.-Rectifice.-Elíbhar es una dragona.-Dije dibujando media sonrisa en mi rostro.

-Por todos los dioses.-Susurró Varys.

-La conseguí más allá del muro, su huevo estaba congelado allí, así que lo robé, ardí con ella haciendola nacer y ahora es mi unica compañía.

-Una dragona ¿os dais cuenta de lo que significa?-Me questionó.

-Claro, ¿porque sino habría venido hasta aquí? 

-Será enorme.

-Porsupuesto, a más machos cerca, más grande y peligrosa.

-Tened cuidado Lakía.-Me dijo el león.

-Sé muy bien como entrenarla, lord Tyrion. Pero hay algo que no sé ¿Que hacéis aquí? De Lord Varys podría esperarmelo, siempre va con el mejor rey, pero...

-Tuve que huir.

-¿De que?

-Entre otras cosas, de la acusación de mi hermana de haber matado a su hijo Joffrey.

-Nunca fuiste un león domesticado ¿Verdad Tyrion?

-Supongo que no.

-Bien, me alegra saber eso.-Dije sonriendo.

-Os acompañaremos a ver a la reina, si es lo que deseáis.-Dijo Varys.

-Nada me complacería más que ver a mi tía.

Juego de tronos: LakiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora