Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ Hɪᴇʟᴏ ✔©

• ᴄ ᴀ ᴘ ɪ ᴛ ᴜ ʟ ᴏ xxɪ •

Luci se sacó el casco que le compré para ella y lo llevó debajo de su brazo. Ella saludó al portero del edificio sonriente y luego se fue corriendo hacia las escaleras. El recorrido hacia el departamento fue totalmente silencioso. Luego de que aquella doctora hablara conmigo para contarme el estado de salud de Luci, me sentí tan enojada y mal que no estaba del todo animada para charlar. No sé si Luci lo sabe, Scott pidió que no le dijeran a Luci sobre su progreso o sobre lo que puede llegar a pasar, algo totalmente estúpido, porque Luci es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de lo que ocurre, más cuando me ve a mi actuando de esta manera tan extraña. Y yo en lo personal no le he dicho ni una palabra de lo que la doctora me dijo, pero mi cara luego de hablar con ella me delató totalmente. La peor parte de todo esto no solo es no decirle nada a mi hermana, también es tener que hablar con Luci y Scott para contarles lo que la doctora me dijo. Puede que ellos ya lo sepan, Scott se comunicó mucho con el hospital estos días, seguro ya se lo han dicho.

Maldita Luci, ¿cómo es que puede tener tanta energía a estas horas de la mañana? Carajo. Corrí en dirección a donde ella se fue. Tiempo atrás cuando los días de mi vida solo trataban de participar en peleas siempre me levantaba por la mañana y corría durante horas para luego ir al gimnasio en donde mi entrenador me ayudaba para que aprendiera ciertas técnicas que podían servirme a la hora de estar en el ring. Actualmente ya no participo en peleas, y no pienso hacerlo nunca más, pero lo que si debería seguir haciendo es entrenar. Desde que dejé las peleas mi estado físico se fue a la mierda, y en cuanto empiezo a correr me canso automáticamente en el primer segundo.

Al llegar a mi piso me encontré con Luci esperándome sentada delante de la puerta del departamento. Me coloqué a su lado e intenté recuperar el aliento.

— Te ves muy bien—la fulminé con la mirada ante su tono gracioso.

Luci sabía que mis hermanos no estaban enterados de que ella también vendría con nosotros a la casa del campo, así que ella se escondió detrás de mi mientras reía nerviosa. El plan consistía de un solo punto; hacer silencio. Creo que Luci no conoce lo que es hacer silencio y esconderse bien, porque se le ve la mitad del cuerpo y está casi riendo como para que la escuchara todo el vecindario. Quería que mis hermanos no la vieran para que se emocionaran al verla, pero Luci esta tan emocionada de verlos e irnos de viaje todos juntos que no podía mantenerse por un momento callada.

Cuando comprobé que ella no se viera abrí la puerta del departamento. Todos estaban charlando entre ellos mientras tomaban una bebida. No se han dado ni cuenta de que llegué.

— No se emocionen de verme, por favor—dije a lo que Lizi y Alex ruedan sus ojos.

Cuando todos tuvieron su mirada en mi me hice a un lado para dejar a Luci a la vista. Los ojos de Scott y Lizi comenzaron a brillar de la felicidad y no tardaron ni un segundo en levantarse de sus asientos para ir corriendo hacia donde esta nuestra pequeña para darle un gran abrazo. Recibí empujones de ambos, pero estaban teniendo un buen momento los tres, así que no les dije nada. Los dos se agacharán a su altura y comenzaron a hablar entre ellos. Se veían tan felices los tres, tan contentos de estar charlando en un lugar que no sea el hospital que no estaba del todo segura de sí debería contarles lo que la doctora me ha dicho. Mi único objetivo para este viaje es que durante los días que pasemos en la casa del campo sean totalmente inolvidables, tanto para mis hermanos como para los otros cinco. Aunque, los otros cuatro no eran tan importantes, solo quiero que mis hermanos disfruten de este viaje, los demás me dan igual. No quiero un fin de semana en la que me pase consolando a Scott y a Lizi, eso la hará sentirse muchísimo peor.