Esta hija de perra debe de estar profundamente dormida o tal vez ya esté en coma por no soportar el engendro del demonio que lleva en su panza. ¿Saben? La admiro, yo ya estaría enloqueciendo por lo agotadora que estaría. Agradezco tenerles odio a los niños, porque así nunca tendré hijos. Agarré una pequeña piedra y la tiré a su ventana esperando que eso lograra despertarla. ¿Acaso ninguno de estos idiotas escuche la puta piedra estrellarse contra las ventas? Parece que no. Bien, entonces tendré que romper la ventana, seguro así se despierten. Sí, lo voy a hacer, que se jodan.
— Veamos. ¿Dónde carajos puede haber una piedra mucho más grande? —solté mientras buscaba a mi alrededor.
En momentos de desesperación podría tirar mi móvil, podríamos decir que no es mío, lo tome "prestado". Agarré una piedra grande que está cerca de las rejas que rodean la casa de Mindy. Tiré mi brazo hacia atrás y me tomé unos segundos para fijar bien mi puntería. Ya mismo iba a lanzarla, pero fui interrumpida cuando las luces de la habitación fueron prendidas
— ¡Necesito hablar con mi mejor amiga! —grité mientras que Mindy me miraba desde la ventana con cara de dormida. Me miró seria y antes de darse la vuelta y desaparecer levantó su dedo del medio. Hija de perra, espero que abra la puerta.
Tiré la piedra a un lado y di toda la vuelta hasta llegar a la puerta de entrada de la casa. Acabo de volver de un bar, así que espero que Mindy no me haga subir las escaleras para ir a hablar en el balcón, porque si no esta noche terminara en una Abby ebria tambaleándose por las escaleras. Lo peor de todo es que sus padres volverán en unas semanas, si me ven en ese estado se impactarán, y cuando vean la panza de Mindy les agarrara un ataque al corazón a cada uno. Ella aun no les ha contado a sus padres lo que pasó con Scott, y solo había una razón; sus padres se enfadaran tanto que la echaran de la casa. Los padres de Mindy eran insoportablemente formales y aún siguen atrapados en la época de antes donde todo lo que hacen ahora los jóvenes les parece una catástrofe.
Me senté en los escalones que dan hacia la entrada de la casa y saqué un paquete de cigarrillos de mi bolsillo para luego encender uno. No sé si Mindy realmente iba a abrirme a la puerta o no, pero si lo va a hacer va a tardar mil años, con la panza que lleva tarde más de diez minutos en bajar las escaleras de la casa, y si fuera por mí no hubiera venido, pero me sentía una completa imbécil en este preciso momento, Jackson no me hablara nunca más en su miserable vida de niño millonario. Y solo me siento como una idiota por haber ido yo, cuando él era quien debía irse de mi maldita casa.
La puerta se abrió y me di la vuelta para verla. Mindy enojada, con un embarazo y despierta a estas horas de la madruga no es algo muy bueno, ya que podría matarme, pero da igual. Sonreí de lado como si nada pasara y la saludé con mi mano; ella solo se limitó a hacer una seña para que entrara a la casa. Apagué el cigarrillo aplastándolo en la cera de los escalones y entré a la sala. Si los padres de Mindy se llegan a enterar que estuve en la casa fumando, no solo mataran a Mindy por lo que hizo, también me mataran a mí por eso. Debe de ser agotador tener ese tipo de padres.
ESTÁS LEYENDO
Cᴏʀᴀᴢᴏ́ɴ ᴅᴇ Hɪᴇʟᴏ ✔©
Novela Juvenil¿Alguna vez han leído la típica historia de "El bad boy" y la "Chica nerd"? En esta historia los roles cambian. Ahora, Abby Morgan será la encargada de ser la "mala" de la historia. "Aléjate de las personas que te hacen sentir que eres difícil de am...