¿Alguna vez han leído la típica historia de "El bad boy" y la "Chica nerd"?
En esta historia los roles cambian.
Ahora, Abby Morgan será la encargada de ser la "mala" de la historia.
"Aléjate de las personas que te hacen sentir que eres difícil de am...
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Cargué un rato mi móvil y luego salí de mi habitación. Mientras me dirigía hacia la habitación de mis padres, miré todas las notificaciones del móvil que aún no dejaba de sonar. Otra vez me están llenando el móvil con miles de mensajes. Los que más insistían eran mis hermanos y Lizi, ellos eran los más pesados con los mensajes. En cuanto a Luke, él no mandó ningún mensaje más, y creo que se debe a nuestra llamada que, por cierto, solo lo llamé para una sola razón que era decirle que me encontraba bien, así él podía avisarle a los demás, pero parece ser que él no les dijo nada, porque si lo hubiera dicho no me seguirían insistiendo tantos con los mensajes. Tal vez hubiera sido una mejor idea llamar a la persona más chismosa para que diga que estoy bien, y si, hablo de Lizi o Max.
En cuanto estuve delante de la habitación de mis padres guardé mi móvil y me quedé pensando durante unos segundos si debería entrar a aquella habitación. Nunca me suelen pasar este tipo de cosas, siempre iba y hacía lo que yo quería, sin que me importara las consecuencias que eso llevaría. No entiendo porque justo ahora, en este puto momento tengo que dudar de mis decisiones. ¿Qué puede haber en esa habitación para que yo esté tan indecisa? Nada, pero si recuerdos tontos y dolorosos.
Dejándome de tonterías me decidí por abrir la puerta de la habitación. Prendí la luz y miré todo lo que hay a mi alrededor. Las cosas están tiradas en el piso; papeles de facturas de luz, ropa vieja, cuadros y demás cosas. El colchón de la cama esta tirado a un costado, y las paredes están medias destrozadas. Este lugar es un puto desastre. Lo único que seguía en buen estado son las miles de fotos que ellos dos tenían junto con Scott, y algún que otro cuadro de paisajes. Con eso se dan cuando que al único que quisieron y amaron de verdad en toda su vida es a nada más ni nada menos que a Scott. No hay ni un maldito cuadro de mi o de mis hermanas cuando éramos pequeñas, todo era de Scott.
Me acerqué a donde se encuentra el colchón y lo empujé para que vuelva a estar nuevamente en el respaldo de la cama. Me senté en ella y miré todo lo que se encuentra en el piso. Se nota perfectamente que Marissa no tomaba su tiempo para limpiar la habitación de mis padres como lo hace con las nuestras. Hay mucha suciedad y mugosidad por todo el piso y paredes. También será mejor que ignoré el hecho de que ya hayan pasado alrededor de tres ratas por mi lado.
— Es el lugar más horrible y espantoso que vi en mi vida—mencioné mirando cada parte de mi habitación.
Refregué mis manos por mi cara un poco exasperada. No sé qué carajos estoy haciendo aquí dentro, debo irme y mantenerme en mi habitación hasta la madrugada. Me levanté rápidamente de la cama y me dirigí hacia la puerta. Antes de salir miré el escritorio de mi padre donde se encuentra una carpeta un tanto vieja. ¿Y eso? Estiré mi brazo para agarrarla y le quité el polvo que tenía. No parece ser algo tan importante a simple vista, así que pensaba en dejarla por ahí hasta que leí lo que decía la primera página:
Familia Morgan.
— ¿Qué mierda es esto?
Es una carpeta clínica de mí y de mis hermanos. Está llena de hojas, de todas las veces que nosotros fuimos al hospital. Todas tienen fechas y diagnóstico, pero curiosamente la última hoja no tiene nada. En la parte donde dice diagnóstico y fecha, esta tachado con fibrón negro, así que no tenía idea de lo que decía. Pasé rápidamente las hojas, pero no hay ningún tipo de información sobre ese día. ¡Toda esta mierda esta tachada! El diagnostico de Lizi, el de Luci e incluso el mío. Tiré la carpeta en el piso y tomé mi cabeza. Esto es una mierda. Esa carpeta está completamente tachada, y no hay ninguna pista del porqué de ello. ¿Qué tan importante o grave era ello para que lo tachen? Suspiré y la volví a agarrar. Arranqué la última hoja, la doblé en dos y la guardé en mi bolsillo trasero. Si seguía mirando la carpeta como una idiota es obvio que no encontraría nada, aunque creo saber quiénes pueden saber de esta mierda, pero trataré con ellos cuando me vaya de aquí.
