El despertador sonó al día siguiente a las ocho en punto indicando que ya era hora de que Peter se preparara para el gran día. Tony fue el primero en abrir los ojos, debido a su sueño ligero, fue el primero en reaccionar nada más oír el ruidoso móvil del mocoso. Tomó el aparato y apagó la incesante alarma. El chico realmente debía estar durmiendo bien pues no se había inmutado. Suspiró. Su rostro emanaba serenidad absoluta, una tranquilidad que logró llenar su ser en cuestión de segundos. Era casi delito tener que despertarlo. Optó por zarandearlo levemente hasta que logró que abriera los ojos.
El menor lo miró durante unos segundos confundido. De pronto recordó lo sucedido el día anterior y lo que estaba sucediendo en ese momento. Sus mejillas se tiñeron de rojo y su respiración se aceleró al ver al contrario a su lado, despeinado y con cara de sueño. ¿Habían dormido juntos? Quiso salir huyendo pero recordó que estaba semi desnudo así que no pudo hacer más que taparse la cara con ambas manos, claramente avergonzado por la situación.
El mayor sonrió enternecido. Realmente tenía un problema al sentir tantas sensaciones distintas de tan solo verle hacer ese tipo de cosas. Sintió la necesidad de cubrir su rostro de besos pero se abstuvo pues eso sería demasiado. Habían dormido juntos, en la misma cama. Eso ya de por sí estaba fatal y lo peor era que ni siquiera había querido que sucediese, se había quedado dormido viendo la tele.
—Uhm yo... Debería levantarme.— Miró al menor, que ya se había destapado la cara y trataba de mirar a cualquier lado excepto a Tony.
—Claro, el despertador sonó hace un rato, no querrás llegar tarde, ¿o sí?
—¡No! Claro que no.— Dijo Peter muy convencido saliendo de bajo las mantas y tomando su ropa -tratando de cubrirse en el proceso-. No era la primera vez que Stark fingía prestar atención a cualquier cosa para dedicarle miradas furtivas al cuerpo del contrario. Se moría de ganas de marcarlo como propio y la simple idea de hacerlo le provocaba muchas sensaciones, sentimientos encontrados. Era incorrecto pues Peter apenas tenía 17 y él ya iba casi por sus 50.
«La edad es un número.»
Claro. Dímelo a mí. Sonrió inconscientemente al recordar una conversación que había tenido con F.R.I.D.A.Y hace tiempo.
—Hm... Entonces me voy ya.— La voz de Peter lo sacó de sus pensamientos. Otra vez se había quedado embobado mirando a la nada.
—Claro, ¿quieres que te lleve?— Preguntó levantándose para caminar hacia el armario.
—No, no se preocupe, puedo ir caminando.— Se apresuró a negar Peter siguiéndole con la mirada. Lo último que quería era darle más trabajo al señor Stark, sabiendo la vida ocupada que llevaba.
—Pete, son casi cincuenta minutos a pie, no seas cabezota.— No pudo objetar nada pues el Hombre de Hierro ya había desaparecido entre las paredes de su armario.
Bufó como si eso pudiese resolver las ganas de gritarle que dejara de tratarle como a un niño pequeño y salió del dormitorio. Le cansaba que lo cuidara de esa forma pues lo hacía sentir como si fuese su hijo. No le disgustaba, le asqueaba. Le daba ganas de irse y no volver más. Le dolía porque era lo más parecido a cariño que obtendría de él. Se colocó la camiseta -para tener un atuendo más decente- y caminó por el pasillo hasta encontrar la cocina. Entró siendo recibido por un agradable aroma de churros y café. Su estómago protestó indicándole que no perdiera más tiempo y se dedicara a alimentarlo. May se acercó a él con una sonrisa y depositó un beso en su frente.
—Buenos días cielo, ¿has dormido bien?— Preguntó volviendo a la cocina para ayudar a Visión a servir el desayuno de todos. Recordó con quién había dormido y lo bien que había descansado. Sonrió inconscientemente.
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Enamorarse No Es Una Opción, ¿O Sí? | Starker
Fiksi Penggemar"¿Señor Stark? ¿Así se siente el amor?" Historia de amor entre personas con diferencia de edad. Si no te gusta este género no leas. La trama me pertenece por lo tanto está prohibida cualquier copia, adaptación, traducción etc.