"Rapidos y desesperados."

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-. Debiste pensar dos veces antes de correr para hablar conmigo. Lo mejor será no volvernos a ver,  ahora entra que tienes un partido pendiente. Adiós Matthew Brownsville.

Así de fácil es como se da fin a algo que nisiquiera comenzó...
Algo que logró volcar mis sentimientos tanto para bien como para mal...
Algo que despertó lo que un día quedó muerto y enterrado en lo más profundo de mi corazón...
Algo que no tenía que simplemente no tenía que pasar...

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-¡Con un demonio Matthew, concéntrate! – grita el entrenador Gary después de que fallará una anotación por tercera vez.

-. Parece que los Tiburones están pasando por un mal momento, Loretta. – dice una voz por el altoparlante.

-. Más bien el jugador estrella, Matthew  Brownsville se encuentra en un mal momento,  puesto que es la tercera vez que falla una anotación a escasos metros quizás centímetros de la portería, Scott. – continuó la locutora Loretta.

-. ¿Pero que ven mis ojos?,  el entrenador Gary ah pedido tiempo, algo debe de andar mal con nuestros Tiburones. – dice el tal Scott.

Salgo de la pista frustrado, desde que Hella se fue no eh podido concentrarme, sus palabras se repiten una y otra vez en mi mente,  causando que me distraiga.
Veo al entrenador Gary acercarse a pasos agigantados en mi dirección y cuando menos lo espero su puño se impacta en mi mejilla izquierda.

-. ¡¿Pero qué mierdas te pasa!? – exclama enojado – ¿qué acaso no te dije que este partido era importante,  no sólo para ti si no también para todo el equipo?

-. ¡Váyase al diablo, y deje de joder Gary! – grité furioso tome agua y me volví a colocar el casco para entrar a la pista de hielo.

-. ¡Brownsville,  vuelve aquí en este instante!

-. Amigo cálmate, ¿te das cuenta de que acabas de insultar al entrenador?,  fácil te puede hechar de aquí. – regaña Logan mientras intenta tranquilizarme.

Ignoro todo a mi alrededor, y le doy una señal a los locutores para que indiquen que el partido sigue, quedan al rededor de 5 minutos y vamos perdiendo con una desventaja 3 puntos.

-. ¡Brownsville, te lo advierto, no se como lo harás pero tienes que ganar este partido, o quedaras fuera del equipo! – grita él entrenador furioso y como no estarlo si hace menos de cinco minutos le dije que se fuera al diablo.

Cinco minutos, tres puntos,  un entrenador furioso amenazando, un equipo entero pisando mis talones, un cazatalentos observando cada movimiento que hago, y las palabras de decepción de una chica que me importa, resonando a cada instante en mi cabeza, ¿que podría salir mal?, absolutamente nada.

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-. ¡Muchacho eres el mejor jugador que este quipo puede tener! – exclama él entrenador Gary,  vaya que este hombre puede ser bipolar.

-. Con tan solo cinto minutos,  el jugador estrella Matthew Brownsville,  ha conseguido incrementar sus puntos faltantes al doble, es algo increíble. – comenta Scott.

-. Y no sólo eso,  estamos a escasos 30 segundos y con 3 puntos de ventaja, de declaran a los Tiburones, ganadores. – finaliza Loretta.

-. ¡Logan, es tu oportunidad, anota el punto ganador! – digo y le pasó el disco en un veloz movimento.

-. ¡Va por ti mi amor!  – exclama y golpea a disco, que entra en la portería impactando contra la red.

-. ¡Es oficial damas y caballeros, los ganadores por segundo año consecutivo son los Tiburones!

Una corneta se escucha indicando el final del partido, los locutores anuncian nuestra victoria, y todo el equipo corre como es de costumbre a abrazar al entrenador Gary para tumbarlo al piso entre risas.
Como ya es tradición tomamos el iglú donde se  guarda el agua y lo vaciamos sobre el todo el equipo, especialmente en el entrenador,  ya que por muy mierda que sea sin el no lograríamos esto.

Melisa entra en el hielo y Logan rápidamente va hacia ella y le planta un beso mientras la gira en el aire, esos dos me dan diabetes.

-. Lo lograste Logan, ganaste el partido. – dice Melisa mientras lo abraza.

-. Eso no importa Meli, lo que realmente importa es que aún después de tanto tengo ganado tu corazón. – ambos se sonríen y vuelven a besarse.

-. ¡Matthew! – gritan desde las gradas en donde sólo observo a las mismas chicas de siempre,  pero no la veo a ella. – Eres el mejor, te amo.

Solo sonrió ante su comentario y me encaminó a las duchas, no sin antes escuchar un "Tengo novia la amo y la respeto, alejense de mí", por parte de Logan, para después alcanzarme junto con Melisa.

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Salgo de la ducha con la toalla sobre la cabeza y me dirijo a mi casillero para poder vestirme.
Observo a Logan charlando con los del equipo en la entrada mientras me espera, así que guardo el uniforme en mi maleta y salgo de los vestidores.

-. Ya era hora. – dice Logan mientras revuelve mi cabello mojado.

-. Hey, no toques mi hermoso, suave, brillante y sedoso cabello. – digo mientras le doy un manotazo.

-. Actúas peor que una chica,  amigo. – dice y ambos reímos.

-. Malloy, buen trabajo el día de hoy – dice él entrenador mientras palmea su espalda – en cuento a ti, tienes agallas muchacho jamás las pierdas, es increíble como trabajas bajo presión estoy orgulloso de lo que eh logrado contigo.

-. Muchas gracias entrenador,  y lamento lo que dije en la pista.

-. No importa, pero sólo no vuelvas a alzarme la voz, ¿de acuerdo?.

-. De acuerdo.

-. Muy bien, nos vemos el martes para practicar y ahí les diré los resultados del cazatalentos. Que tengan un buen fin de semana.

Después de despedirnos, Logan y yo salimos al estacionamiento donde Melisa nos esperaba, la susodicha tenía el teléfono pegado a la oreja y su cara representaba horror y preocupación.

-. ¿Sigue sin contestar? – pregunta Logan.

Como respuesta Melisa rompe en llanto y con la poca calma que tiene logra decir:

-. Hella esta en el hospital.

Rápidamente los tres subimos al auto y le pregunto a Melisa el hospital,  a lo cual ella responde:

-. Hospital la esperanza, cerca de la Biblioteca del centro.

Apesar de tener dos vidas inocentes en la parte de atrás de mi auto, aumente la velocidad.
En estos momentos me siento tan Rápidos y furiosos,  con la única diferencia de que no estoy furioso, estoy desesperado.

Él Anónimo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora