"Por fin."

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Hella.

Una semana después...

-. Buenos días señorita Hella, ¿cómo amaneció hoy?

-. Buenos días doctor, – salude amable – bien aunque esta cama aún me incomoda para dormir.

-. Lose, los pacientes se quejan muy seguido de eso.

El doctor comenzó a hacerme el chequeo diario para ver si todo estaba estable conmigo, la enfermera Alicia teresita entró con mi desayuno y salió,  después de una nueva serie de preguntas el doctor terminó, anotó algunas cosas en su tabla y justo en ese momento entraron mis padres.

-. Buenos días hija, doctor.

-. Buenos días. – respondimos al mismo tiempo y comenzamos a reír.

-. Aprovecho que están aquí para decirles que todo está bien con Hella y el día de hoy le cambiarán las puntadas.

El doctor se despidió y salió de la habitación dejándome con mis padres, comenzamos a charlar de todo un poco, y  resulta que mientras yo estuve aquí ellos estuvieron en el juzgado con la persona que provocó el accidente, mis padres tienen un corazón de pollo y aunque estaban molestos, llegaron a un acuerdo, los gastos del hospital, mis rehabilitaciones, y mi auto serán pagados por él ya cambio retiraron los cargos en contra.

-. Todo eso suena caro. – dije.

-. Por eso no te preocupes, – dijo mamá mientras hacía un gesto con la mano restandole importancia – el tipo es adinerado, y si no retirabamos los cargos nos dejo muy en claro que su abogado de alto prestigio ganaría el juicio.

-. Así que le dije a tu madre, "piensa querida si perdemos nosotros tendremos todos los gastos, mejor llegar a un acuerdo monetario", además se lo merece por dejar a mi pequeña en esta cama de hospital e inconsciente por dos días.

-. Gracias. – dije feliz.

-. Lo único que corre por nuestra cuenta ta será un nuevo celular, el tuyo al parecer se daño después del accidente. Por tus pertenencias no te preocupes ya todas están en casa. – dijo mamá.

Después de eso el doctor entró y comenzó a quitar las viejas puntadas, para poner unas nuevas, la herida apenas y comenzaba a cerrar, fue la más profunda con 2cm, las otras fueron algunas leves de menos de 1cm.

-. Listo. – dijo el doctor mientras me extendía una paleta. – Buena niña.

-. Gracias.

-. Como es que se dejó convencer para darle paletas. – preguntaron mis padres divertidos.

-. Para tener 17, su hija es demasiado adorable sabe, se pone feliz con cualquier cosa mínima, el día de ayer llegaron sus amigos y le regalaron una piedra que les recordó a ella y comenzó a llorar de la alegría. – el doctor comenzó a reír al recordar la escena.

-. Que puedo decir, soy la ternura y la adorabilidad en persona.

-. Cambiando de tema, les tengo buenas noticias – el doctor sonrió y nos miró a todos – el día de hoy Hella por fin puede regresar a casa.

-. Genial, no más camas incómodas.

Todos comenzamos a reír y mis papás se abrazaron tras la buena noticia, acompañaron al doctor para poder firmar todo para que fuera dada de alta y así irme a mi casa.
Después de un rato mamá y papá regresaron con ropa para que me cambiara, obviamente mamá me ayudó, y unos minutos más tarde ya estaba en la recepción recibiendo las indicaciones del doctor, para tener extremo cuidado, le dimos las gracias al doctor, y salimos del hospital en dirección a casa.
Al llegar bajé del auto con ayuda de mamá y lo primero que encontré al abrir la puerta fue a Logan, Melisa, John y Johan, en la sala quienes corrieron a abrazarme.

-. Que bueno que estés aquí. – dijo John.

-. A mi también me agrada por fin estar en casa.

Los volví a abrazar y me llevaron al sofá donde comenzamos a charlar de todo lo que me había perdido en este tiempo.

Él Anónimo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora