CAPÍTULO 3

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Advertencia de contenido fuerte

SiWon sonreía altaneramente hacia HeeChul, el mayor se dio cuenta que su última esperanza de liberarse se había convertido en otro problema aún peor. El más joven se arrodilló frente al bailarín y de inmediato abrió la camisa ajena admirando por un instante aquel torso desnudo, no negaría que tantos ensayos de baile le habían conseguido una hermosa y delicada figura. Acercó sus labios al pálido abdomen besando, lamiendo y succionando desde su ombligo hasta su pecho, concentrando sus suaves mordidas en los botones oscuros. El mayor estaba completamente asustado. No sólo un Alfa lo había encontrado, ahora eran dos.

No entendía por qué KangIn y SiWon no habían peleado entre ellos para quedarselo. Ninguno parecía molestarse por la presencia del otro, era como si 2 depredadores compartieran un pedazo de carne. HeeChul lloraba de miedo pero a los imponentes menores no les importaba, él quería gritar para pedir ayuda pero seguramente más Alfas iban a llegar, además que sus labios enrojecidos ya dolían por las mordidas y las succiones que KangIn le había dado.

SiWon dejó a HeeChul y fue a sentarse en el escritorio -KangIn, tráelo acá- Dijo mientras bajaba su pantalón apenas dejando ver su hombría erecta. KangIn tomó al mayor aún llorando y ahora desnudo; éste negó con fuerza pataleando e intentando zafarse pero los dos Alfas no tuvieron problema en volver a someterlo y sentarlo sobre el regazo del más joven. HeeChul de inmediato pudo sentir algo tibio presionando su entrada, gritó e intentó patear a KangIn para que lo soltara, pero sus bruscos movimientos sólo consiguieron que la intromisión de SiWon fuera aún más dolorosa, ninguno de los 2 se había molestado en dilatarlo y por su propio miedo él no lo había hecho de manera natural. SiWon sujetó los muslos de HeeChul abriendo aquellas preciosas piernas para que KangIn pudiera unirse también. El más joven mordía y lamía el lóbulo del mayor mientras que el Judoka bajaba su pantalón del mismo modo que lo había hecho el otro. HeeChul, al saber qué iban a hacer, negó varias veces mirando suplicante a KangIn -¡YoungWoon! ¡No! ¡Para! ¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡Me iré de la escuela! ¡No me van a volver a ver! -Exclamó aterrorizado, sabía del odio que ambos Alfas sentían por él. -¡No los volveré a molestar! ¡SiWon! ¡No volveré a decirte nada! ¡Por favor no!- Lo siguiente que se escuchó fue el grito desgarrador de HeeChul cuando KangIn, con gran esfuerzo, había entrado en él. El bailarín sintió que en cualquier momento iba a desmayarse de dolor, ambos lo embestían de manera bestial. Ahora las manos del Judoka sostenían las piernas abiertas del mayor, mientras que SiWon se apoyaba del escritorio con una mano y con la otra cubría los labios del omega para ahogar sus gritos.

HeeChul no soportó y se desplomó sobre el cuerpo del jefe estudiantil, pero para su mala suerte aún seguía consiente de lo que estaba pasando. Su pecho estaba lleno de marcas rojas por KangIn y sus hombros por las de SiWon. Ambos estaban muy cerca del cuello del mayor, dieron su última estocada y anudaron juntos dentro del bailarín provocando que un nuevo grito de dolor fuera ahogado por la mano de SiWon, si bien, 2 Alfas bien dotados en su interior no eran suficiente, ambos habían formado sus nudos a la misma profundidad. El rostro de HeeChul estaba lleno de surcos de lágrimas, las cuales volvieron a salir cuando sintió los colmillos de KangIn romper la piel de su cuello de lado izquierdo, cerca de su yugular, al mismo tiempo que los colmillos de SiWon rompían la piel de lado derecho, muy cerca de su nuca. El omega no pudo sentir más después de eso, todo se volvió oscuro al desmayarse, mientras que las hábiles lenguas de KangIn y SiWon limpiaban la sangre en su cuello, sellando sus respectivas mordidas como una cicatriz permanente.

MI JUGUETE (KangSiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora