HeeChul despertó después de mucho tiempo. Se encontraba debajo del escritorio vestido sólo con su boxer y la camisa abrochada, además que su mochila y el resto de su ropa también estaban ahí abajo, incluso estaban doblados. Intentó levantarse pero con sólo moverse un poco un horrible dolor invadió desde su trasero hasta la mitad de su espalda. Pudo sentir algo húmedo entre sus glúteos y de inmediato tuvo que llevar una mano a sus labios para no vomitar por el asco combinado con el dolor.
Dejó pasar unos minutos mientras observaba su mochila entre lágrimas, maldiciendo el hecho de haber aventado sus cosas tan bestialmente, si no lo hubiese hecho entonces nada habría pasado. Con cuidado y aguantando el dolor, se colocó el saco para finalmente ponerse el pantalón, esto último emitiendo varios quejidos durante el proceso. Poco a poco su cuerpo de omega se recuperó y pudo levantarse para ponerse los calcetines y los zapatos. A pesar que ya no sentía dolor físico, no dejaba de llorar, en ese momento no le importaba si alguien lo veía hacerlo. Guardó la corbata en su mochila y se aseguró que todo su cuerpo estuviera cubierto, a excepción de la cabeza y las manos, por primera vez estaba usando el uniforme correctamente; además que intentó cubrir su rostro con su largo cabello. Sus manos aún temblaban al tomar la mochila, quería patearla lejos pero ya de qué serviría.
Salió del salón caminando despacio, no quería ser visto por ningún compañero del Instituto, aunque sus feromonas se habían calmado y su celo ya había finalizado a causa del acto sexual que le habían impuesto. Al salir del edificio ya era de noche, sólo los estudiantes que se quedaban a la biblioteca seguían dentro del recinto. El omega observaba sus pies al caminar sintiendo un enorme vacío en su estómago. No era hambre, era algo más, como si algo le estuviera faltando.
Después de un rato llegó a su casa donde su madre lo estaba esperando para regañarlo, pero HeeChul le dijo que se había quedando ensayando hasta tarde, que estaba muy cansado y necesitaba bañarse. Mintió una vez más al decir que ya había cenado con DongHae y ShinDong en un puesto de la calle fuera del instituto. No tenía hambre, ni ganas de nada. Subió a su habitación y dejó sus cosas ahí botadas antes de acostarse en la cama, el impulso de llorar volvió a invadirlo así que se levantó y tomó su toalla, pijama y boxer para entrar a bañarse.
Bajo el agua de la regadera no podían notarse sus lágrimas mientras con la esponja tallaba de manera tan ferviente su piel que la había enrojecido, parecía que quería arrancarla, especialmente en la parte interna de sus muslos donde podían verse las marcas de los dedos de SiWon y en sus pantorrillas donde se veían los moretones que le habían causado la presión de los fuertes dedos de KangIn, sus hermosas piernas de las que siempre estuvo orgulloso ahora le causaban repulsión al igual que su cuerpo entero. Al terminar su ducha de una hora se observó en el espejo del baño, lo primero que vio fueron todas las marcas que KangIn le había dejado, se dio un poco la vuelta y pudo ver las marcas de SiWon en sus hombros. Suspiró derrotado, sentía asco de verse y cuando ya iba a tomar la toalla para secar su cuerpo notó algo distinto en su cuello, abrió sus ojos como platos al ver que había una mordida. —No... No puede ser... No... Es mentira... Por favor que sea mentira— Llevó una mano a su cuello frotando la cicatriz sobre su yugular con la esperanza que fuera cualquier otra cosa excepto una mordida. Al ver que no se quitaba y que de hecho le estaba ardiendo por tanta fricción se desplomó sobre la tapa del excusado. Ya no podía llorar más, sus ojos estaban demasiado calientes e hinchados. Ahora entendía la razón por la que sentía un vacío en su estómago, efectivamente algo le faltaba y ese algo era uno de los 2 Alfas. Estaba unido con uno de esos idiotas. Su vida estaba arruinada, ahora dependía completamente de uno de ellos.
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MI JUGUETE (KangSiChul)
Fiksi Penggemar-¿Dónde están? Por favor, sólo necesito una ¡Tiene que haber sobrado una!- Decía desesperado el hermoso y femenino omega mientras sacaba y aventaba todo el contenido de su mochila buscando una sola pastilla para contener su celo. -¡No puede ser!- Ex...