Marta es una chica de once años, normal y corriente, ella es una sabelotodo ,lee mucho y saca buenas notas... en fin es buena en todo, excepto en obedecer, ella siempre esta haciendo travesuras... pero nunca la pillan. Un dia ella se entera de que...
- Marta!!! Mira!!! Wow... ojalá en España hubiera tiendas como estas!!- Dijo emocionada por quinta vez mi amiga Violet.
Yo ya estaba cansada...
Habíamos salido del aeropuerto hace ya rato, después claro de ir a comer algo ya que eran las dos, luego muestras madres nos dijeron que como todas vivíamos en el mismo barrio y estaba cerca, iríamos andando.
Cuando lo vi. Me derreti de la ternura...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había un pomerania bebé que estaba el pobre atascado en una reja del suelo. Yo fui corriendo a ayudarlo. Como buena fanática de perritos.
Marta por favor no vayas a mancharte con el barro que hay...
- Ups! - creo que mama se va a enfadar.
Bueno lo mejor de todo es que he ayudado al perrito, o mejor dicho perrita. Pero me fije que no llevaba ningún collar. Sólo llevaba un lazo rosa. Y la pobre aullaba de hambre. Saque de mi mochila una galletita y se la di con cuidado. Ella se lo comió rápidamente. La acaricie con cuidado cuando escuché a mi madre.
- Marta que estas haciendo? Te has ensuciado?!- grito histérica.
La verdad es que cuando mama se pone en ese plan, da miedo...
Bueno, un poco si pero seguro que me perdona cuando sepa el motivo...
Eso si te deja explicarte antes...
Lo intentaremos.
- mami o te enfades que era por una buena causa...- dije cohibida por la mirada que me echaba mi madre.
Entonces me levante y le enseñe la perrita. La pobre se había quedado dormida en mis brazos. Mis amigas se acercaron para ver mejor y todas dijeron en coro un <<oh>>
- Que cosita más linda. Como se llama?- preguntó Violet.
- Pues, no tiene nombre.... asi que, le pondre....-dije pensando un buen nombre.
- Marta , cariño, alto ahí. No podemos tener perritos, ya sabes porque- dijo mi madre con carita de pena.
Yo sabía perfectamente que mi madre se lo quedarías sin ningún problema, ella amaba a los animales. Pero el problema era que mi padre siempre nos decía que como siempre ibamos a estar fuera de casa la macota se aburriría... y apenas le pondríamos atención. Además de que al final los adultos serían lo que lo cuidasen porque yo no era suficientemente responsable, y para colmo estaba el colegio, ahora sería la escuela-castillo de Hogwarts y no podría cuidarlo.
Porque todo lo malo me tiene que pasar a mi?
No todo es malo y en este caso Marta, tu madre tiene razón.
- Marta, hablemos- me dijo con una sonrisa Violet. Esa sonrisa solo podía significar una cosa.
Se le había ocurrido algo, y por su cara tendríamos que mentir...
