Una estrategia inteligente - Suspenso

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Hace algún tiempo decidí participar en los ejercicios literarios propuestos por la bloguera Maga de Lioncourt, titulados: "Comencemos una historia", publicado en su Blog . Propuso una frase y debíamos realizar un relato que la incluyera:

"El menudo conductor creó una cuenta de Twitter en el patio trasero para eludir a la policía".


Relato: UNA ESTRATEGIA INTELIGENTE

Ildemar llegó con prisa a su casa en busca de su laptop, se quitó la camisa a medio camino y entró en su habitación.

—Qué bueno que llegas temprano, tenemos que hablar.

Lanzó la camisa sucia sobre la pila de ropa acumulada en el sofá e ignoró a Lucia, su novia, que seguía empeñada en ser una manicurista profesional y vivía comprando frascos de pinturas para uñas que clasificaba y etiquetaba con esmero.

—Ahora no, estoy ocupado.

—Nunca tienes tiempo para hablar, hay cosas que debes saber.

Lo único que ansiaba saber era el paradero de su portátil. Ildemar revolvió el desorden de libros, objetos y restos de comida que había sobre su escritorio, deseoso por encontrar con rapidez su computador y evitar el acoso de Lucía.

—Ildemar, tenemos varios acreedores amenazando con denunciarnos si no cancelamos nuestras deudas y yo estoy embarazada.

Por fin había logrado encontrar su laptop, pero esa última noticia lo impactó. Giró el rostro enfadado hacia Lucia y la miró con el ceño fruncido por algunos segundos. Luego regresó su atención hacia el equipo mientras lo sacaba de su atolladero.

—Estoy resolviendo todo.

Esas eran las únicas palabras que podía dirigirle a su novia para que lo dejara en paz, necesitaba toda la calma posible para continuar su trabajo. Se encerró en el baño y se sentó sobre la tapa del inodoro para encender el portátil y activar la conexión a internet.

Mientras esperaba a que se cargara la página para revisar el correo electrónico, recibió una llamada en su teléfono móvil de un número desconocido.

—¿Quién?

El menudo conductor creó una cuenta de Twitter en el patio trasero para eludir a la policía.

Ildemar palideció.

—¿Qué?

—Con inteligencia propagó la noticia y alarmó a toda la comunidad. En pocos minutos la policía rodeará la escuela para proteger a los niños. La vía hacia el banco quedará despejada. Voy camino a tu casa para recogerte.

Ese era el momento que había esperado. Apagó su laptop, ya que no necesitaba revisar el correo, y entró en la habitación para dejar el equipo encima del desorden de ropa y accesorios que había sobre la mesa. Finalmente se acercó a su armario.

—¿No piensas decir nada sobre mi embarazo?

Su novia seguía insistiendo en mantener una conversación con él, pero ahora menos que nunca podía atenderla.

—No se te vaya a ocurrir salir hoy. Te quedas dentro de la casa.

—¿Por qué?

—Porque así lo ordeno y punto.

Sacó del ropero un uniforme que pertenecía a una empresa de transporte de valores y lo guardó en un bolso deportivo de lona verde. Se quitó del cuello la cadena de plata que llevaba puesta y utilizó la pequeña llave que colgaba como dije, junto a una placa de identificación, para abrir un pesado cajón de madera guardado en el fondo del armario, bajo un montón de viejos zapatos.

—Ildemar, si te niegas a hablar del asunto me iré a vivir a casa de mi madre. Ahora tengo que pensar en el niño y en sus necesidades.

Al abrir el cajón, un amplio arsenal se presentó ante él, que Lucía no había podido reparar ya que estaba inmersa en la metódica organización de sus frascos de pintura. Con rapidez sacó su mejor arma y un chaleco antibalas para guardarlos en el bolso. Cerró con llave el cajón y lo ocultó de nuevo en el fondo del mueble.

—Te dije que me estoy haciendo cargo de todo.

Se colocó la primera camisa que encontró y tomó su mercancía antes de girarse hacia su novia, quien de forma milagrosa había desviado su atención de sus frascos para dirigirle una mirada cargada de confusión.

—Te repito: no salgas hoy de aquí... y te prometo que esta noche hablaremos.

Sin decir nada más, dejó a Lucia en la habitación y se marchó. Hoy daría el gran golpe, no podía fallar. Su vida, la de su novia y ahora también la de su hijo, dependían de su éxito.

Trocitos de mi ♥️ RelatosWhere stories live. Discover now