CAPÍTULO 2

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El alboroto que se causó por la desaparición de esa niña se supo en todo el pueblo, muchos llamaron a mi tío preguntando como se encontraba mi amada prima. Lo malo de los pueblos pequeños es que todas las personas se enteran sobre cada cosa que pasa.
Mi tío había hablado con mi padre sobre lo mal que la pasa Bella sobre la ruptura con su novio el rarito, mis padres habían dicho que debería de visitarla porque realmente la está pasando mal y yo ni loca le vuelvo a dirigir la palabra a una persona tan egoísta como Isabella, pero eso no les importó porque siguieron insistiendo para que le hablará diciendo que ella se arrepiente por lo que hizo y que le gustaría volver a retomar la relación que teníamos, ¿les creo? No se porque algo en mi dice que no puedo creerles. Lo que me tomo por sorpresa es que ella se volviera más cercana a Jacob, el nos contó que están reparando unas motocicletas juntos. Los chicos empezaron a molestarme diciendo que Jacob me cambiaría por Bella pero los ignore, él es mi mejor amigo y se que no me cambiaría por ella, aparte el es consciente de mi odio hacia mi prima.

Hoy me tocaba ir en autobús a la escuela porque mi madre estaría con sus amigas y papá fue con mi tío a desayunar, no me molesta caminar hasta la parada lo que molesta es lo húmedo que está la mañana.
Había tomado el camino más largo hacia el Instituto porque quería pesar un poco sobre todo el asunto de Bella y el loco de Sam Uley. Con lo de Bella llegue la conclusión que no iría a visitarla por más que se este muriendo, fue su culpa al depender tango de un chico y que hiciera de lado a las personas que siempre han estado con ella, y sobre lo de Sam seguía pensando que ese chico me daba miedo. Tiene algo que no me cuadra y que hace que dude de el, su aura me trasmite autoridad y peligro.

—Hey Lu, ¡espera!

Estaba por llegar a la parada cuando me llaman, miro atrás y me doy cuenta que son los chicos y el que grito fue Quill. Sonrió al verlos pero la borro porque me percató que falta Embry.

—¡Hola!

Saludo cuando ya están algo serca de mi.

—¿Acaso se cayeron de la cama?

—Ja, ja que chistosa —dice con sarcasmo Jacob.

—¿Dónde está Embry?

—No lo sabemos, pensábamos que estaría aquí ya que Jacob paso por su casa y su mamá dijo que ya había salido.

—El autobús está por llegar, esperemos un poco más y veremos si llega.

Dijo tratando de no preocuparme, suelo hacerlo demasiado y los chicos dicen que es un gran defecto mío.

Después de un rato Jacob y Quill empezaron a hacer chistes y hablamos de temas normales, despues de 10 minitos llegó el autobús. Todos nos subimos y me tocó tomar asiento junto a Jacob, en el camino escuchamos algo de mi música mientras Quill hacían bromas junto a los demás estudiantes que iban en el camión. Yo escuchaba la melodía de la canción y no le prestaba tanta atención a la letra porque me encontraba preocupada porque Embry no llegó a la parada, tal vez me estoy preocupando demasiado y tal vez alguien lo trajo a clases.

El autobús aparca y todos bajamos. Mientras cruzamos el estacionamiento miro a todas las direcciones buscando a mi mejor amigo, no lo encuentro.

—No veo a Embry, ¿creen que haya venido?

Jacob antes de responder algo mira hacia la entrada, esperando ver a Embry pero no encuentra nada.

—Tal vez este adentro.

Sin más entramos y cada uno se fue a su respectivo salón.
Pasaron las primeras dos clases y la tercera era la que compartía con Embry. Llegué temprano y habían muchos asientos vacíos, fui y tome asiento a uno que estaba en la ventana. Miraba a la puerta esperando ver entrar a mi mejor amigo pero nunca llegó.
El nunca falta y si lo hace es porque realmente es necesario, por eso mi preocupación. Suspiro, en serio espero que no haya pasado nada grave.

Al salir de clases mi padre paso por mi, fuimos a casa y comimos todos juntos. Subí a mi habitación y me puse unas botas algo viejas para poder ensuciarlas. Bajo las escolares y grito.

—¡Mamá! ¡Iré a casa de Embry!

—¡Okay cariño! ¡Ve con cuidado y lleva suéter!

Tomo el abrigo que estaba en la entrada, me lo pongo antes de salir y tomo mis llaves.

La casa de Embry queda a 15 minutos de la mía, tengo la gran suerte de vivir demasiado cercas de la reserva. Me puse los audífonos y puse a reproducir una playlist, la canción de Blood de Day6 suena a todo volumen en mis oídos. Así se reprodujeron una canción tras otra, a lo lejos mire la casa de madera color rojo mate de mi mejor amigo. Me quito los audífonos y los guardo en mi bolsillo apurando mi paso.
Subo los escalones que se encuentran en la entrada y estando en la puerta doy dos golpes. No espero mucho cuando está es abierta encontrándome con la cara de Tiffany la madre de Embry.

—Hola señora Call.

Ella me sonríe. La señora Call es una mujer muy hermosa, delgada y con la característica piel bronceada de los quileutes.

—Hola cariño.

—Disculpe pero, ¿se encuentra Embry?

Antes de que Tiffany me respondiera escucho un silbido y voces de hombres detrás. Giro sobre mis talones y no tan lejos miro a Sam Uley y sus perros, mi ceño se frunce al mirar a Embry con ellos.

La otra SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora