Héroe: Antoine LeGocq

El plan

  La comunidad entera se había reunido en la sala principal del museo. Había un bloque de cemento que sobresalía del suelo. Probablemente habría sido para exponer alguna cosa. Sin embargo, Antoine y Abélard lo usaron como un escenario, para distinguirse entre los demás. Detrás de ellos, había cinco soldados; uno de ellos era Tristan.

-Necesitamos que escuchen atentamente- dijo Antoine, levantando un brazo para que todos se callaran-. Tenemos un plan, con el cual acabaremos de una vez por todas con el maldito de Frank Mullier.

  Un pequeño murmullo se creó, una vez que Antoine dijo lo anterior. Pero en seguida todo el mundo hizo silencio, para seguir escuchando el plan.

-No sé si todos sabrán- ahora el que hablaba era Abélard-, pero cerca de aquí está la base militar 115. Nuestro plan consiste en robar un avión de allí y dirigirnos a París. Ciertas fuentes de información nos han dicho que Frank se reunirá con algunos de sus ministros en una semana, en un edificio del centro. 

-¿Cómo robarán un avión de una base militar?- Preguntó alguien del público.

  Abélard retomó su relato:

-Mike- dijo, mirando a un chico de unos veinticinco años, que resaltaba entre los demás por su altura-, tú eres técnico informático, y no puedes negar que has hackeado algunos ordenadores. Tú nos ayudarás a cortar la luz en toda la base, simplemente.

-Es... está bi... bien- dijo nervioso. Luego, susurró para sí mismo-. Jamás debí mencionar mi trabajo.

  Ahora, el que hablaba era Antoine:

-Una vez que la luz esté cortada, mataremos a los dos guardias de la puerta. Es aquí cuando tenemos que actuar rápido- hizo una breve pausa-. Abriremos la entrada y robaremos un avión. El estacionamiento está al lado de la entrada.

"Entraremos Tristan y yo, ya que él era piloto en la armada. Conduciremos hasta París. El combustible alcanzará, ya que los tanque de los aviones que están en el estacionamiento siempre se encuentran llenos. Cuando lleguemos a la capital, haremos estrellar el avión contra el edificio donde estará Frank, no sin antes saltar de la aeronave. En ellos siempre hay dos paracaídas. Por último, haremos estallar el aeroplano.

  Un grito de festejo retumbó por todo el museo. Sin embargo, la reunión todavía no había terminado. Cuando los gritos cesaron, una mujer levantó la mano. Acto siguiente, hizo una pregunta:

-¿Cómo escaparán de París? En tiempos de guerra, la capital debe estar llena de soldados derechistas.

-Muy buena pregunta- respondió Antoine, inclinándose un poco hacia delante-. Un grupo de izquierdistas, los cuales trabajan en la capital, a través de las sombras, nos estarán esperando abajo. Ellos nos guiarán hasta los túneles subterráneos. Escaparemos por allí, y al fin viviremos en una nación libre.

  Hubo un momento de silencio. Antoine, Abélard y los soldados que estaban detrás de ellos, levantaron sus puños derechos, cubriendo la sala con un grito feroz:

-¡Pour une France libre et indépendante!