En Vida Como En El Valhalla • (SEGUNDA TEMPORADA) [Ivar The Boneless] •

•• Capítulo 5 ••

Todo Viken se encontraba en el campo de entrenamiento de mi padre.
Ya el sol se había ocultado, y todo el campo sólo era iluminado por las grandes antorchas ubicadas en los alrededores y rodeando la gran tarima de madera, dónde me encontraba yo.

Estaba totalmente vestida de blanco, mi cabello recogido en trenzas, y mi cara pintada de rojo.
Mis ojos verdes resaltaban entre el teñir de mi rostro.

Mi corazón palpitaba con fuerza dentro de mi pecho. Mis manos estaban deseosas de venganza, de sangre...
En mi mente no paraban de aparecer las innumerables veces que éste estúpido hombre se había burlado de mi.

Y ahora estaba aquí... Acercándose torpemente encadenado hacia mí, traído por dos guerreros míos.

Antes de anochecer...

— Tengo que hablar con ustedes. — le dije a Olson e Ingrid, quienes se encontraban sentados uno frente a otro.

— No. — Respondieron al unísono.

— No saben que les voy a decir, ¿Porque se niegan ya?

— Porque no somos idiotas, Lena. Ambos sabemos lo que nos vienes a proponer, y nuestra respuesta es no.

— Pero...—

— Quieres matar a Einar, pero no quieres ser reina. Al asesinarlo, no queda otra opción. Entonces, como tendrás poder absoluto después de asesinarlo, podrás designar a alguien para que ocupe tu lugar — Ingrid gira su rostro para mirarme — Somos las dos personas en que más confías, es más que obvio que vienes a pedirnos eso. ¿Me equivocó, niña tonta?

— No — contesto sentándome, poniendo mi mejor puchero con mi boca.

— Y nuestra respuesta es no, Lena.— esta vez es Olson quien me contesta mirándome con una pequeña sonrisa.

— ¿ Porque no? Nacieron aquí, ¿qué más quisieran que hacerse cargo de éste reino?

— No nos corresponde. A ninguno más que a tí le corresponde.

— ¡Pero no quiero serlo, Ingrid! Si soy reina debo quedarme en ése estúpido trono viendo la vida pasar...y no quiero eso. Al menos... No por ahora. Aún quiero luchar, aún quiero liderar batallas. Si acepto, no puedo abandonar a mi pueblo para ir a batallar.

— Lo sabemos — contesta Olson. — Por eso queremos ayudarte a designar a alguien más.

— ¿Y porque no ustedes? Olson, tú luchaste por Viken toda tu vida, haz nacido aquí, conoces cada rincón de éste reino, ¿Porque no?

— Porque nuestro deber es cuidarte, Lena. Ninguno de nosotros se quedaría sentado en el estúpido trono, como tú dices, si tú vas a batallar. Somos un equipo, somos una familia... No podemos separarnos.

A veces Olson es tan paternal y dulce, que me cuesta creer como nunca quiso ser padre. Pero no hay dudas de que éste panzón ha sido un perfecto segundo padre para mí.

— Así que cierra tu insoportable bocaza, y empieza a nombrar personas en las que realmente confíes.

— Ingrid...ustedes son en quienes más confío.

— Obvio. — contesta con aires de grandeza Ingrid. — Pero alguno de tus nuevos amiguitos también...

— ¿Nuevos...? Naa...

— ¿Porque no?

— Porque...ellos son de Kattegat.

— ¿Y? — pregunta Olson. — ¿No son de confiar sólo porque no nacieron aquí? Más de uno te salvó la vida, Lena.