— ¿Dónde estabas? — me pregunta Ingrid al momento que llegó al gran salón.
Los guerreros siguen bebiendo y charlando. Otros tantos bailan junto a algunas mujeres, y otra yacen dormidos tirados por la habitación, seguramente ebrios.
Mi respiración aún estaba agitada, debido a que no sólo salí corriendo de dónde Ivar me había encerrado, sino que mi corazón no podía recuperar su ritmo normal después de haberlo besado.
Nuestras pieles se prendieron fuego al instante que se volvieron a sentir. Volver a probar sus labios era lo más movilizante que me podía pasar.
Lo extrañaba tanto que aún no sé cómo mi cabeza controló mis instintos y junté fuerzas para huir de sus brazos y su boca.— Ivar me secuestro, ¿Porque no me buscaste cuando desaparecí? — le reproche. Tomé su copa de vino, la bebí de un sorbo y la arrojé al piso con fuerza.
— Linda... Te pregunté dónde estabas, no que te sucedió. Vi perfectamente como el Deshuesado te llevaba.
Su tono tranquilo logra que mi boca se abra indignada — ¿¡Y porque no fuiste a buscarme!?
— Por Odín, Lena, ustedes debían hablar. Él no te volverá a herir — su voz estaba tan serena que me parecía extraño estar hablando con la pasional y arrebatada Ingrid. — Además, si vuelven a acostarse, te tatuaras mi cara en tu blanco trasero, ¿O lo olvidas?
De su rostro se escapa una leve sonrisa burlona — ¡No voy a volver con Ivar! — le grito en un susurro.
— Como tú digas — se ríe sin darle importancia a lo que le dije — Las esclavas ya nos han dicho dónde dormiremos. ¿Y adivina qué? El cuarto que te asignaron por ser Reina, queda por la misma dirección de dónde saliste despavorida, pequeña Valkiria.
Pongo mis ojos en blanco, y acto seguido, una de mis manos sostiene fuerte el frente de mi cabeza. Ivar planea que duerma con él. Planea que estos dos malditos días estemos juntos. ¡Por Odín! ¡¿Porque es así?!
— ¿Haz visto a Hvitserk?
Su pregunta logra que mis ojos la miren divertida por detrás de la mano que tapaba mi rostro.
— No seas estúpida, Lena. Sólo...quiero saber si está bien. No supe nada de él en años — rasca su rubio cuero cabelludo, esquivando mi mirada.
— ¿Y eso que? Nunca haz sido sentimental, Ingrid.
— ¿Te das cuenta porque no se puede hablar contigo? Eres demasiado inmadura...—
— ¡Hvitserk! — grito interrumpiendola cuando veo que el joven Ragnarsson se acerca sonriente hacia nosotras.
— Preciosa Reina Lena — me dice mientras me envuelve en un fuerte abrazo. Después de soltarlo, veo como sus ojos se desvían hacia mi escudera — Bella Ingrid la imbatible.
Podría jurar que las mejillas de mi amiga se tornaron algo rosadas, pero una parte de mi se negaba a imaginar una Ingrid avergonzada.
— Creo que me voy a dormir, ¿Me regalas esto? Gracias. — sonriente le quitó la copa de vino de las manos de Hvitserk, y me escapó de ellos.
Cuando doy unos cuantos pasos recuerdo en donde tengo que dormir.
Mierda.
No puedo volver a la habitación, quizás Ivar sigue ahí.
¿Quizás? Es Ivar, él mismo me asignó ese cuarto, es obvio que aún está allí, o rondando el lugar buscándome.
Cierro mis ojos y bebo de un sólo sorbo todo el contenido que quedaba en la copa, degustando el delicioso sabor del vino, provocando que rápidamente un mareo se forme en mi vista.
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En Vida Como En El Valhalla • (SEGUNDA TEMPORADA) [Ivar The Boneless] •
Fanfiction" En vida como en el Valhalla" • (2DA TEMPORADA DE "La Hija de Freyja") • (+18) Después de la batalla que los encontró enfrentados de lados diferentes, Lena es obligada por sus responsabilidades a reaparecer en la vida de Ivar. Y aunque el menor de...