Capítulo 16 — Encuentro inesperado
POV Edward
El día de la presentación del proyecto llegó, mi equipo estaba nervioso, aunque yo estaba optimista, habíamos hecho un excelente trabajo, entre Garrett y yo habíamos logrado hacer un proyecto seguro desde la perspectiva de la ingeniería y bello desde su cualidad arquitectónica y nuestro equipo, que contaba con Kate, una arquitecta recién graduada, Mike, un ingeniero con algunos pocos años de experiencia, Riley, nuestro abogado en derecho empresarial, además de Jessica pasante de arquitectura y Alec pasante de ingeniería, había trabajado duro en todos los detalles del proyecto. Como la empresa contaba apenas con la señora Coppe como secretaria, y sabiendo que Bree, mi secretaria en Seattle, tenía parientes en Port Ángeles, le ofrecí el puesto cuando viajé a la ciudad, y ella aceptó trasladarse, en los dos años que llevábamos trabajando juntos jamás la había visto tan contenta.
Tardamos cuarenta minutos en hacer la presentación, yo empecé hablando del diseño del edificio y Garrett enseguida tomó el habla para empezar a explicar las cuestiones relacionadas a la construcción, la seguridad del proyecto, los costos, etc. A todo tiempo yo acompañaba el semblante del presidente de la red hotelera y de sus directores ejecutivos, a cada expresión de aprobación, yo sentía como si estuviera más cerca de lograr que Construyendo sueños & Cullen y Meyer proyectos Company conquistara su primero gran desafío. Al final de la presentación, el presidente y sus dos directores ejecutivos discurrieron sobre nuestra presentación y afirmaron estar muy sorprendidos por la cualidad del proyecto.
— Por lo que vi hoy aquí, puedo afirmar que esta asociación será muy exitosa — dijo el presidente dirigiéndose a Garrett y a mí. — Les felicito, Port Ángeles Resort será construido por la empresa de ustedes.
Tras las felicitaciones, acordamos algunos datos sobre el contrato, que enseguida sería encaminado a los abogados de la empresa para la ejecución del mismo. Fue increíble ver la celebración que hizo mi equipo cuando finalmente estuvimos a solas en la oficina, todos estaban muy animados por la nueva perspectiva de la empresa, este sería el primero de otros grandes proyectos que iríamos ejecutar, literalmente empezamos con el pie derecho.
Así que tuve un tiempo a solas en mi despacho, llamé a Bella para contarle la novedad.
— Te dedicaste tanto a este proyecto, Edward, el resultado no podría ser otro sino que la aprobación — me dijo ella al teléfono. — Felicitaciones, mi amor, tu trabajo y el de todo tu equipo fue valorado. Haré una cena especial para nosotros, necesitamos conmemorar esta noticia como es debido.
— Vale, mi chica preciosa, de postre quiero muchos besos...
— Ja, eso no necesitas pedir, ya son tuyos — respondió con un tono risueño en la voz. Enseguida oí el llanto de mi hija. — Me tengo que ir, nuestra muñeca se despertó. Te amo...
— Yo también, preciosa, nos vemos al final de la tarde.
Seguí trabajando y cuando mi horario finalizó salí a toda prisa de la empresa, necesitaba estar con mis chicas. Tanto Garrett, como los demás miembros de nuestro equipo, se reían de la manera intempestiva con que salía de nuestra oficina; la señora Coppe, que más parecía una especie de madre sustituta de todos nosotros, me sonreía con ternura y me decía, "aprovecha la vida, muchacho, a ser feliz con tus chicas", le sonreía de vuelta y le contestaba que haría justamente eso.
Al llegar en casa me duché y fui a encontrarme con mis dos preciosidades.
— Felicitaciones, papá — dijo Bella con Maddie en brazos, que sonreía y pataleaba con sus piernitas regordetas para que yo la cogiera, dentro de una semana ella cumpliría los tres meses y a cada día aprendía algo nuevo, sorprendiendo a su madre y a mí. La tomé en brazos y llené sus mejillas sonrosadas y su cuello de besos, haciéndola proferir muchos de sus chillidos felices mientras intentaba tocar mi rostro con sus manitas.
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Mis preciosidades
أدب الهواةElla había adoptado a mi hija por un acaso del destino, lo que no imaginaba era que al ir en busca de mi niña también encontraría el amor verdadero. Ya era padre y de pronto me encontré deseando ser el marido de aquella mujer, y junto con ella y mi...