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UNA TRAICIÓN POCO ESPERADA


A mediados de una tarde lluviosa, el 4 de septiembre del año 2017, mientras nada parecía suceder en el mundo muggle, algo tan pequeño como una mariposa aleteo sus alas y una reacción en cadena se desató.

Frías gotas de agua chocaban y morían contra los enormes ventanales de una casa ubicada en Hampested Lane. El zumbido un mosquero sobrevolaban las sobras del almuerzo esparcidas descuidadamente en finos platos, y las dulces gotas de licor que mojaban una de las costosas alfombras de la familia. Una copa rota marcada por unos delicados labios carmín descansaba tristemente junto a un florero en vestíbulo muy cerca de las escaleras.

Arriba, el aturdidor mutismo era roto por el tono de marcado que producía el teléfono en manos de Gabrielle.

Una luz encendida proveniente del baño era lo único que alumbraba la noche anticipada. Se podía sentir el aire rancio mezclándose con el olor a cítricos que el cabello húmedo desprendía.

La joven mujer permanecía inmóvil sobre las frías colchas de la cama deshecha. En los últimos años esa habitación poco a poco había ido cambiando, y ahora solo el papel tapiz era todo lo que permanecía estático en el tiempo. Gabrielle aguanto las lágrimas mientras la llamada volvía a entrar al buzón de voz.

El fantasma de un abrazo entibió su corazón y un ardor en sus ojos se presento. Una melodía emergió de sus recuerdos.

Un laberinto sin final

Donde me pierdo

y corro y corro sin parar

y no te encuentro

Y aunque de vos quiera escapar

Siempre me acuerdo

que existe en mi algún lugar

Donde te tengo.

Una lagrima tras otra se deslizo por sus rojizas mejillas mientras un amargo sabor inundaba su boca y otro llamado fue directo al buzón.

—¿Debería considerarte un estúpido? —Pregunto una mujer de larga cabellera castaña mientras que revolvía caja tras caja en ese caluroso lugar

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—¿Debería considerarte un estúpido? —Pregunto una mujer de larga cabellera castaña mientras que revolvía caja tras caja en ese caluroso lugar. Una incómoda sensación picoteaba las yemas de sus dedos —El guardar todas estas cosas en tu casa es una locura, ¡Imagina si alguien las encuentra!

El hombre exhalo un largo y pesado suspiro.

—Nadie, salvo yo, baja aquí. Por si no lo has notado, la caldera está rota. ¡El infierno es un paseo en invierno comparado con esto!

Tears of a FlowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora