Conquistando el Mundo (ADVANCESHIPPING)

Capítulo 14: "Una alianza inesperada"

La batalla por Unova entre el Equipo Plasma y el NeoRocket no fue el paseo militar que los segundos se esperaban. Se habían acostumbrado a enfrentarse a enemigos a los que podían sobrepasar sin problemas tanto en cantidad de soldados como en calidad e equipamiento. Pero en Unova no estaba ocurriendo de esa forma. Por cada palmo de terreno que el NeoRocket en una zona del continente lo perdía en otro. Aunque los puntos más importantes (las ciudades y las industrias) estaban bajo la firme protección del NeoRocket, esto no lograba tranquilizar en lo absoluto a Felicia.

Ella se encontraba ahora mismo en la sala de Guerra que podría ser considerada como el corazón de la Base Moris, la más grande base construida por el NeoRocket en la región. Allí había un mapa holográfico del continente de Unova dividido en dos colores: el Rojo representando las zonas bajo control del NeoRocket y el plateado con los lugares donde dominaba el Equipo Plasma. Ella manejaba y daba órdenes a sus distintas unidades para intentar dar una respuesta a los constantes y extraños movimientos del Equipo Plasma. Simplemente le era imposible predecirlos. Cuando creía que atacarían en un lado terminaban haciéndolo en otro totalmente distinto. El satélite le permitía tener una imagen en tiempo real de lo que estaba ocurriendo y permitiéndole obrar en consecuencia, casi como si se tratara de un juego de estrategia

Felicia: (enojada) Nos han obligado a retirarnos de nuestro puesto avanzado cerca de Ciudad Nacrene y ahora nuestros cuarteles allí se encuentran en peligro. Necesito enviar refuerzos pero si saco unidades para reforzar allí dejaría vulnerables otros frentes.

A ese punto, tras pasar horas en un combate constante ininterrumpido, Felicia había empezado a sufrir los primeros efectos del delirio y estaba hablando sola. Nadie más que ella se encontraba en la sala pero necesitaba alguien con quien comentar lo que pasaba, aunque fuera ella misma.

Felicia: (muy enfadada) ¡Maldigo a los Plasma estos y a todos sus miembros!

En un ataque de ira arrojó una mesa al suelo y luego la levantó para lanzarla del otro lado de la habitación. No era la primera vez en esos últimos días que había tenido esos arranques y, aunque hasta cierto punto se podría decir que estaban justificados, eso no iba a pagar todas las sillas y mesas que había roto hasta ahora.

Ella hubiera seguido desquitando su ira con los pobres muebles si no hubiera escuchado la puerta de la sala abrirse.

?: Otra vez haciendo remodelación por lo que veo, teniente comandante.

La chica que había hablado se llamaba Ruby, quien fue de las primeras locales en sumarse al NeoRocket y se había convertido en algo así como la secretaria de Felicia en los últimos meses. Lo que más destacaba de la chica eran sus casi dos metros de altura, una giganta, como a Felicia le gustaba llamarla. De hecho, fue trasladada a la Base Moris desde la que estaba antes únicamente porque las puertas eran muy bajas y Ruby, despistada como pocos, siempre se chocaba la cabeza con los marcos. También era mayor en edad a Felicia, contaba con unos veintitrés años de edad.

Felicia: No me vengas con bromas ahora, Ruby. No estoy de humor.

Ella volvió a centrarse en el holograma y se dio cuenta de algo que la dejó muy sorprendida. A pesar de que el Equipo Plasma estaba en una clara posición para atacar sus instalaciones en Ciudad Nacrene, simplemente se habían quedado quietos. No solo eso, si lo que estaba recibiendo no era erróneo, el Equipo Plasma estaba mandando pequeños contingentes que se estaban dispersando por toda la región.

Felicia: ¿Pero qué demonios…? Autem, ¿detectas algo?

Autem: Negativo. No parecen estar siguiendo ningún tipo de estrategia u orden. Simplemente se han dispersado por todos lados sin razón aparente.