¿Me gusta mi Jefe? (Kaisoo - Chenmin)

Capítulo 11

Advertencia: Escenas +18, lees bajo tu responsabilidad.

JongIn llevó a Kyungsoo hacia la habitación, lo colocó en la cama y, sin previo aviso, comenzó a besarle apasionadamente. Pasaron algunos segundos hasta que el pelinegro correspondió el beso con el mismo deseo del moreno, mordiendo y lamiendo sus labios, introduciendo su lengua en la cavidad del otro, gimiendo y jadeando. El beso era hambriento, necesitado, y reflejaba muchas emociones y deseos que estaban escondidas dentro de los amantes, explotando ahora y abrumándolos.

Cuando se separaron para tomar aire, JongIn le destrozó la polera al pelinegro para lanzarse a saborear los dos rosados botones que quedaron expuestos. Kyungsoo quiso protestar por la brutalidad del moreno pero no pudo decir palabra alguna, solo agudos gemidos salieron de su boca cuando sintió que su pecho era envuelto por algo húmedo y cálido a la vez, las cosquillas en su vientre se hicieron presentes.

El castaño no perdió el tiempo, mientras atacaba el pecho de su novio, sus manos recorrían su abdomen y jugaban con el borde del pantalón que minutos después ya no cubría el cuerpo del más bajo. Kyungsoo jadeó cuando el aire azotó sus piernas expuestas, JongIn continuó torturándole con húmedos besos  que bajaron hasta su abdomen. El pelinegro quiso llorar de verguenza al sentirse tan expuesto, aunque aún conservaba el bóxer, un ligero pedazo de tela que separaba la boca del moreno de su miembro erecto.

— JongIn... —suplicó Kyungsoo sin saber realmente si deseaba que su novio se detuviera o continuara.

— Kyungsoo, eres tan hermoso. —dijo el castaño contra la piel de los lechosos muslos del pelinegro.

Lamió y mordisqueó toda la extensión de piel hasta encontrarse de nuevo con la molesta tela roja. Sin preguntarle le bajó el bóxer a su novio quien chilló por la sorpresa. El moreno admiró la polla de tamaño mediano, toda roja y erguida, con presemen saliendo de la punta, y se lamió los labios en antelación de lo que iba a hacer.

— Quiero tomarte en mi boca.

— N-No.

— No te estoy preguntando.

Entonces tomó la polla de su novio y comenzó a bombearla lentamente, lamió la punta degustando el sabor del presemen para luego introducirla en su boca por completo. Comenzó a mover la cabeza, lamiéndolo de arriba hacia abajo mientras masajeaba sus testículos. El pelinegro se retorcía por el placer que se expandía por su cuerpo.

JongIn miró a Kyungsoo y se encontró la escena más hermosa y erótica que había visto en toda su vida, su novio, bañado por una leve capa de sudor, tenía los ojos cerrados y sus mejillas sonrojadas, sus labios estaban abiertos y un poco de saliva se deslizaba por la comisura de sus labios mientras jadeaba y gemía su nombre.

El más bajo podía sentir las cosquillas en su vientre, si JongIn continuaba así terminaría en su boca, sin embargo no quería que se detuviera.

Kai notó que su novio se encontraba cerca del orgasmo en el momento en que Kyungsoo comenzó a alzar sus caderas para embestir su boca. Entonces se detuvo, ganándose un gruñido de protesta por parte del pelinegro.

— No te detengas... por favor...

— Lo siento bebé pero no quiero que te corras aún, quiero estar dentro de ti y que acabemos juntos.

Kyungsoo sintió una punzada en su adolorido miembro ante la declaración y se sorprendió cuando su novio lo volteó quedando sobre sus manos y piernas, y masajeó sus nalgas para luego azotarlas fuertemente con su mano.

— Ah... —gimió de dolor y placer.

Kai tomó el lubricante y lo vertió en dos de sus dedos, luego tanteó la entrada de su novio e introdujo ambos dedos en la estrecha cavidad. Al sentir la intromisión Kyungsoo se puso rígido.