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-Hemos llegado.

La casa de Jungkook. Rayos, mentiría si dijera que no estaba nerviosa. Solo he estado a solas así con Taehyung, cuando me invita a su casa a jugar videojuegos. Esto es nuevo para mí. Me preguntaba si lo era para Jungkook.

-Pasa, aún llovizna. -Cerró la puerta antes de dirigirme una bella sonrisa.

Asiento. Debo dejar de pensar en esas cosas. Jungkook ahora es mi amigo, cómo lo es Taehyung. Sería básicamente lo mismo, ¿no? Sin más, me adentré al pequeño hogar de mi amigo Kook. Dejo soltar un respiro por el tibio aire del lugar. Parece que aquí hay calefacción.

-Oh, mierda. -¡Me asustó esa grosería! -Olvidé apagar la calefacción. Mamá me dijo... -Dejó de hablar cuándo volteó hacia mí y sonrió. -Espera aquí, ya vuelvo.

No dije nada, me limité a verlo subir las escaleras y perderse por el lugar. Comencé a husmear, cómo la chica curiosa que soy. El lugar era acogedor en realidad. Pude observar varios detalles a color marrón. Sí que se veía hogareña. No pude evitar sonreír con ternura cuando la cálida imágen de un mini Jungkook llegó a mi visión.

-Siempre has sido así de lindo. -Comenté para mi misma mientras tomaba el cuadro.

-Gracias, lo sé. -¡Repampanos! Eso sí me había asustado. -Oh, lo siento. No quería asustarte.

Un respiro, dos respiros, tres...

-¿Qué es eso? -Jungkook traía algo de ropa en sus manos.

-Te resfriarás si no te cambias. -Repuso extendiendo la ropa. -El baño está por allá.

Divisé el pequeño lugar a un lado de las escaleras y luego tomé la ropa para asentir y comenzar a caminar hacia el baño. Era verdad eso, no quería enfermarme a mitad de año escolar. Iba a comenzar a desvestirme pero me dió por mirar detenidamente lo que Jungkook me había dado. Una sudadera azul manga larga y unos pans negros. Demasiados grandes para mi cuerpo. ¡Pero realmente cómodos una vez que los tenga puestos! Sin más, me dediqué a cambiarme. Solté mi cabello, pues estaba mojado y quería que se secara.

¡Al fin seca!

Salgo del cuarto de aseo, cerrando la puerta detrás de mí. Visualizo al castaño de espaldas recostado sobre el sofá.

-¡Aseo completado! -Digo con ese entusiasmo.

Él se giró hacia mí. Sus ojos escaneandome con tanta tranquilidad. De pronto veo como se le forma una notable sonrisa y vuelve su mirada hacia mis ojos.

-Te quedan bien. -Dijo cuando ya se hallaba totalmente de pies. -Bueno, Dosoonie. Creo qué deberías poner a secar ese uniforme. -Se cruzó de brazos.

¿Dosoonie?, ¿Qué rayos?

-¿Qué pasó con Sooso? -Enarco una ceja antes de copiar su acción.

-¿Prefieres Sooso? -Curvó una sonrisa de lado.

¡No! Cualquier cosa sería mejor que ese horrible apodo.

-¡Dosoonie está perfecto!

Él rió por lo bajo. A veces pienso que juega conmigo. -Muy bien. -Comenzó a caminar hacia mí sin pena alguna, antes de romper el espacio personal.

¡Todos rompen el espacio personal ahora! ¿Qué no tienen respeto?

-El uniforme. -Sentenció sin dejar de mirarme. Qué mirada más profunda...

-¡Claro! -Me hice a un lado de él, sintiendo mis mejillas rosadas. Su aliento había chocado contra mi rostro, rayos. Escalofríos. -¿Dónde está la lavadora? -Sonreí cómo niña.

Sweet Red Head ~J-hope || BTS. ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora