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Mi mirada divagaba en la malteada al frente de mí y de vez en cuando en el suelo. No pretendía por ningún motivo alzar la cabeza solo para ver a aquel pelirrojo hechando lava por todos lados. Hoseok me había llevado fuera del local y ahora nos encontrábamos en un café lejos de este. Tenía unas llamadas sin atender por parte de Jungkook. No quería irme así nada más y no tuve tiempo de decirle algo a mi amigo. No entendía el comportamiento de Jung Hoseok, y sinceramente ahora abundaban preguntas en mi cabeza.

Tomé la poca valentía que debía tener en ese momento y alcé la mirada para admirar a aquel chico de brazos cruzados. Su ceño estaba fruncido y sus ojos perdidos en la nada. No me miraba tampoco, él solo... Es cómo si no estuviera aquí. ¿Que rayos pretendía sacándome de esa manera? ¿y por qué estaba tan molesto? ¿no debería estar con Boyoung ahora? Tantas preguntas sin resolver.

Quise tomar el teléfono que se hallaba sobre la mesa a un lado de la malteada para contactar a Kook, pero el impedimento fue la tibia mano de Hoseok sobre la mía. Me miró con un aura autoritario y sin previo aviso tomó lo que era mío. ¡El condenado lo apagó!

-Hoseok... -De acuerdo, puedo amarlo mucho pero mi paciencia se iba.

-Min Do Soo. -¿Oh?, ¿desde cuando sabía mi apellido? -¿Quién era ese tipo?

Espera, ¿estamos en la misma conversación? ¡Ya le había dicho que era mi amigo! Su tono de voz... Me pareció escuchar a Yoongi por un momento.

-Es mi amigo Jungkook, ya te lo había dicho antes. -Bebo tomando de la pajilla. -Aún no entiendo por...

-¿Qué hacías con él? -Sus preguntas son muy extrañas.

-¿No puedo salir con mi amigo? -Y mi tono de voz ya hacía notar lo molesta que me hallaba. Me imaginé en un momento que algo así pasaría, siempre quise que Hoseok me tomara de la mano y me invitara a tomar algo. Pero... No así.

-No me agrada. -Masculló entre dientes.

¿Pero por qué si no lo conoce? Esto está empezando a fastidiarme. Pensaría; si fuera otra persona sin novia, que le estaba dando un ataque de celos. Pero cómo trata sobre el lindo pelirrojo con una novia perfecta, no. Imposible.

-Jung Ho Seok. -Decir su nombre llamó toda la debida atención del pelirrojo. -¿Por qué me sacaste de allí así?

Tragó saliva y volvió a vacilar su mirada café sobre la mesa y el suelo. Perfecto. -En realidad no lo sé. -Se encogió de hombros antes de sorber su bebida.

¿No lo sabe?, ¿Entonces quién sí?

-Mi amigo Jungkook está preocupado. ¿Puedes devolverme mi teléfono y regresarme al local? -Pedí ya más calmada. Mi tono era dulce cómo él... Aúnque no en este preciso momento.

-No.

¿Pero qué...?

-Jung Ho Seok. -Volví a nombrarlo con tono firme. -Devuelveme el teléfono. -Esto parecía una broma.

-No quiero hacerlo. -Ese rostro mostraba diversión pero también arrogancia.

Jamás había visto a un Hoseok así. Me veía vulnerable en la posición en la que estaba. Mi tamaño no ayuda. No soy enana, pero tampoco alta. Tengo estatura promedio y aún así este es más alto que yo. Me había levantado de mi asiento e ido a forcejear con la cabeza roja. Rayos, paso mucho tiempo con Yeri. Él también se había puesto de pie y ahora mi teléfono se encontraba en lo alto de su cabeza. Oh, él no tenía intención de devolverlo.

Bien, ¡Juguemos así!

Tomé la silla en la que hacía unos minutos él estaba sentado, y me puse de pie sobre ella para lograr alcanzar el aparato. Esperaba que mis piernas no me fallaran. Mis manos estaban apunto de conseguirlo, claro, sino fuera porqué maniobré mal y la silla cayó al suelo. Mis pies ya no tocaban nada, mis brazos se habían ido a enrollar en lo primero que tenía al frente.

El cuello de Hoseok.

Cerré los ojos porque estaba esperando el impacto de mi trasero contra el suelo duro pero no ocurrió. Próximamente, sentí unas manos fuertes posicionarse a cada lado de mi cintura. Sí, sus manos. Yo me aferré más al cuello del chico para no caer y hacerme daño. El suelo no estaba tan lejos de mis pies, creo que hasta podría dejarme caer y mis pies tocarían el suelo a la perfección. Aún así no quise soltarme.

Mis ojos viajaron hacia los de él solo para asegurarme de que esto no le resultaba incómodo. Nunca, jamás, ni en un millón de años, me imaginé acabar en esta posición con mi amor platónico. ¿Quién lo haría? Sólo fantasías. Su mirada también estaba puesta en mí, tenía un brillo. La verdad, no lo sé. A este paso mi cerebro ya no funciona correctamente.

¿Debería soltarme y ya? Sí, Dosoo. Pesas un montón, Tae te lo ha dicho antes.

Entonces lo hice, porque de verdad si no lo hacía antes ya no quisiese hacerlo después. Mis pies tocaron el suelo por fín, mis brazos seguían enrollados a su cuello y sus manos aún en mi cintura. Bien, momento de cortar el acto. Mis brazos dejaron su cuello al fín y sentí ese vacío por no poder volver a tenerlo entre mis brazos. Y él se dió cuenta finalmente de lo incómodo que se había vuelto esta pequeña salida sin aviso. Dejó mi cintura y se dió vuelta dándome la espalda.

Ahí están mis mejllas sonrojadas. No puedo creer todo lo que ocasiona en mí este chico. Yo ya me había montado a la espalda de Taehyung, y hasta me he sentado en su regazo pero nunca había sentido mi corazón latir tan rápido, ni mis manos sudando cómo si estuviera en un sauna.

Él hace la diferencia.

-Lo siento. -Susurré. A lo mejor no me había escuchado pero aún así lo dije.

Hoseok se dió vuelta hasta quedar frente a mí nuevamente. -Está bien. -Sonrió. Sí, me sonrió. -Será mejor que te lleve a casa.

¿Ahora sí quería deshacerse de mí?, con un dulce, es un bipolar.

-¿Uhm?, ¿tan rápido? -Sí, mi gesto de niña pequeña cómo siempre.

-Sí, dijiste qué querías irte. -Tomó su bebida y le dió un sorbo a esta. -Además debo volver con Boyoung. Me espera en su casa. -Y esa sonrisa de dientes perfectos.

Vaya, él... ¿Él jugaba conmigo? No lo sabía. A veces era lindo pero yo siempre supongo que porque somos amigos ahora. Así debe tratar a sus amigas, ¿no? Igual siempre trata a Boyoung diferente. Cómo lo que es: Su novia.

Un golpe de decepción al pecho. -¡De acuerdo! -Siempre intento mantener ese ánimo o sospecharían. -Bueno, llévame con Jungkook, por favor. -Pedí con mis manos detrás de mi espalda cual niña.

-No, dije que te llevaré a casa, Dosoo. -¿Qué acaso nadie cae ante ese gesto? -Vamos. -Se atrevió a acercarse y tomar mi mano otra vez.

Espacio personal totalmente invadido. Creo que ya no importa mucho a estas alturas.

-Oye, mi amigo me espera. No quiero ir a casa. -Me crucé de brazos. Pretendía hacer un berrinche si así lo ameritaba.

-Do Soo. -Parece mi hermano mayor. Rayos. -No me causes problemas. Vamos. -Volvió a jalar de mi para ir a su auto pero nuevamente me planté sobre mi lugar.

-No iré a casa, Jung Hoseok. -Me sorprendía hasta a mí lo firme que podía ser a veces.

Un suspiro salió de él y luego rodó los ojos. Creí que al fin había obtenido lo que quería y que me llevaría con Kookie, pero no. Estoy teniendo un dejavu ahora mismo. Sí, Hoseok se atrevió a tomar mis piernas y cargarme cómo un saco de papas. ¿Ahora también tenía el atrevimiento de cargarme? Me siento inútil cuando cosas así pasan. Jamás puedo replicar sin que me lleven a la fuerza de esta manera.

Intentaba bajar más mi falda cómo podía. Suerte para mí que había decidido colocarme unos pantalones debajo, o Hoseok y todo el mundo habría visto algo vergonzoso. No hice fuerza en ningún momento. No sabía porque, siempre lo hacía con Yoongi.
Quizá porque se trataba de Hoseok, el amor de mi vida. O porque ya me había acostumbrado. O quizá porque me resultaba divertido esto, ni siquiera incómodo.

Supongo que tendré que volver a casa temprano. Repampanos.

Sweet Red Head ~J-hope || BTS. ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora