El resto de la noche me la pasé pensando en que podría estarme ocultando Yoongi. Rayos, tanto misterio ya me empezaba a dar dolor de cabeza. No soy buena adivinando. Pero tengo que descubrir esto tarde o temprano, ¿no?
Al día siguiente; sábado, me levanté muy alegre y entusiasta. Anoche le había escrito a Jungkook para que no se preocupara por mí. Le dije que mi amigo estaba algo apurado por algo qué quería decirme. Claro que mentí. ¿Qué le iba a decir? Ni el mismo Hoseok sabía porque me había sacado así.
Bajé las escaleras corriendo como niña pequeña. Me dirigía hacia la cocina por un vaso con jugo para empezar la mañana bien. Hoy no tenía planes para salir, quizá me quedaré en casa.
Estaba por entrar a la cocina, cuando entonces escucho una voz desde la sala.
-No deberías correr en las escaleras, linda.
Una voz masculina. No era mi hermano, definitivamente no era Yoongi. Me giré para ver de quién se trataba. Un chico pelinegro, alto y guapo, he de admitir, me sonreía. Estaba en la estancia, sentado en uno de los sofás grandes. Tenía las manos dentro de los bolsillos de su abrigo muy caro, por lo qué podía ver.
Lo miré extrañada. ¿Sería un amigo de Yoongi? -Disculpe, ¿Quién es usted? -Decidí dirigirme a él formalmente porque no sabía su edad.
Se levantó y se acercó a mí. Me extendió una mano en forma de saludo. -Tú debes ser Dosoo. -Volvió a sonreír. -Yo soy...
Rayos. El extraño no pudo completar la frase, porque se abrió la puerta y dejó ver al pálido de mi hermano. Llevaba unas maletas que él cargaba con ambas manos. Me miró por un segundo, pero luego me pasó de largo.
Estaba por preguntar quién era el chico que aún se hallaba parado frente a mí, pero la presencia del hombre reconocible me hizo sonreír. Y claro, correr hacia él también.-¡Tío Namjoon!
Él me dedicó una de sus hermosas sonrisas, de esas que hacen que se formen hoyuelos en sus mejillas. El hombre castaño abrió sus brazos esperando recibirme para envolvernos en un gran abrazo. Hace mucho que no lo veía.
-¡Mira, la pequeña Dosoo ya creció! -Apretón muy fuerte. -¿Aún comes de esas empalagosas paletas? -Dijo, luego de terminar con el abrazo.
-Jamás las dejó de comer, Nam. -Se adelantó Yoongi.
-¡Son deliciosas, Tío Nam! -Sonreí cómo pequeña.
Kim Nam Joon es mi tío. Bueno, tío de sangre no. Es un gran amigo de papá y además es mi padrino. Es todo un ángel conmigo y Yoongi, ayudó financialmente a papá y mamá cuando tuvieron problemas económicos. Le digo tío porque suena mejor. Yoongi es un irrespetuoso, lo llama directamente por su nombre. Lo que aún no puedo entender es... ¿Cómo está aquí? Él viaja constantemente por su trabajo. Hablé con él la semana pasada por web cam, y me dijo claramente que no estaría en la ciudad hasta dentro de dos meses.
-¿Cómo es que estás aquí? -Señalé posicionandome al lado de mi hermano. -Dijiste que estarías fuera de la ciudad.
Dejó escapar una leve risa. -Bueno, ¿quieres que me vaya? -Hizo un ademán de girarse hacia la puerta pero lo detuve negandome y me acerqué a él.
-No, no, no. -Lo empujé y quedó nuevamente frente a mí. Me miraba divertido. -¡Estás jugando conmigo! -Repliqué cruzandome de brazos.
-Lo siento, lo siento. -Aún sonreía malévolo. Posó sus manos sobre mis hombros y me miró de cerca. -¿Me disculpas si te doy una paleta de chocolate?
Él sí sabe.
Asentí en frenesí. Mi alegría era indescriptible. -¡Quiero dos!
-Pero está castigada, Nam... -Me giré hacia Yoongi, y lo miré asesinandolo con la mirada. -Bueno, solo por hoy. -Dijo un tanto asustado. Reí por eso.
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Sweet Red Head ~J-hope || BTS. ✅
FanfictionNo sabía que ganaba yo al verlo bailar cada mañana en aquel lugar. No tenía idea del porqué sentía todo esto por ese chico. Ni porqué no era correspondido este amor. Lo único que sí sabía era que con sólo ver su sonrisa de dientes perfectos, me hac...