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Capítulo cinco

Capítulo cinco||Sombrerero loco||

Reía.

Alice reía;se hayaba nuevamente en casa de Larry la oruga,como le gustaba llamarlo en secreto,¿o estaba en casa de Lola,la chica albina? No estaba segura,pero se estaba divirtiendo.

Lo último que recordaba Lizie era que se estaba aburruendo en clases cuando recibió un mensaje,la invitaban a una fiesta en la noche.

Ahora mismo,Alice tenía el control,el lado racional de Lizie dormía pacíficamente.

Bailaba,la música iba al ritmo de su cuerpo y no al revés,sentía las gotas de sudor recorrer su espalda y los cuerpos sudorosos pegandose al suyo.

A este punto su maquillaje se hayaba corrido,haciéndola parecer mapache,su vestido ajustado estaba mojado;se había tirado la cerveza encima por accidente.

No solo eso,apestaba a cigarro.Esa mala costumbre que Lizie tanto odiaba debido a su madre la había capturado ahora a ella.
Lizie sabía que el fumar estaba matando a Giselle,pero eso no le importaba en ese momento,cuando Alice estaba al mando y su mudo de fantasía opacaba cualquier pensamiento doloroso para la joven rubia.

¿Y Jace? Se preguntaba la rubia,recordaba haberle pedido que la acompañara a la fiesta,pero no sabía si sí lo había hecho o la había abandonado,no era como si le importara en ese entonces.

–¿Alice? ...¿eres tú?– escuchó una voz a sus espaldas.

Al parecer,Jace sí había hido a la fiesta,tarde,pero había hido.

–¿Estás ebria? Dios,Alice,hueles a cigarro... –habló el de cabello cobrizo a la chica.

Alice solo lo miró unos segundos para luego reir tontamente y llevar a su desorientado amigo a la improvisada pista de baile.

–Jaaace~ ¿Cómo estázz,mi amigoz?– canturreó siseando la rubia.

Aunque Jace sabía que Alice se hayaba más que perdida y que responderle era en vano,le contestó: – Pues...bien,incómodo,estos eventos no son lo mío,¿sabes?– el joven de cabellos cobrizos sonrió al ver a su amiga tratando de bailar imitando torpemente a las otras chicas,claramente fallando en el intento,sus pasos eran descoordinados y torpes.

–Estás muy ebria,¿sabías eso?–Preguntó Jace a Alice,quien negó divertida y sonriendo a la nada.Era una sonrisa aniñada,tonta,pero aniñada al fin. –No,claro que no.No podrías saberlo,¿Y si te llevo a tu casa?– Volvió a comentar Jace algo divertido con las acciones torpes de la rubia.

Al hacer mención de su casa,Alice recuperó un poco la consciencia,sin agradarle ni un poco la idea de ir a casa a esas horas.
Negó rápidamente,mareándose en el proceso.

–Bien,entonces... ¿Vienes a mi casa?– habló el de cobrizo cabello al ver la reacción de su amiga al mencionar su casa.No quería dejarla sola en aquel entorno,cualquiera podría aprovecharse del estado de la muchacha.

Alice dudó unos segundos ante los expectantes ojos castaños,algo verdosos,de su amigo para finalmente asentir sonriendo nuevamente ida.

Jace rió al ver la actitud infantil que su amiga adaptaba al estar ebria.

–Así que ebria no hablas mucho,¿eh?– siguió hablando mientras ambos caminaban de la mano entre la muchedumbre.Alice,pese a que Jace no la veía,negó riendo.

–Muy bien,señorita borracha,vámonos a mi casa–.

Por que Lizie era Alicia,y Jace su sombrerero.

Él siempre hiba a estar ahí,solo que tal vez en esta ocasión su sombrerero esté más cuerdo que loco.

Pero el loco alguna vez estuvo cuerdo,¿no?