1,2,3... ¡Quiérete!

Quinto Día

Por primera vez, desde que llegaron este grupo de campistas, cogí el móvil y me metí en las redes sociales para cotillear un poco la vida de mis amigos (eran pocos y casi no hablaba con ninguno, pero aún así me gustaba estar al tanto de los movimientos que hacían).

Entré en una de las historias de una amiga que hacía tiempo que no le veía. Siempre había sido una chica muy guapa, para que mentirnos, y sabía que quería ser modelo aunque nunca supe si lo consiguió, hasta hoy. 

Había subido una foto de una sesión de fotos que había tenido hace unos días (o eso creo yo). No se parecía en nada a como era de pequeña. ¡Sí que había cambiado! Apagué el móvil y fui al baño para terminar de arreglarme. Me miré al espejo.

Yo nunca sería igual de guapa que ella, lo sabía y por esa misma razón dejé de ver sus fotos porque cada vez que lo hacía me deprimía. 

Seguramente por eso Mike no se había enamorado de mí, porque no era suficientemente bella para él. ¡Espera! ¿Eso qué tenía que ver? No, no. Yo era guapa. No como una modelo pero lo era. Que él no estuviera pillado por mí, no significaba que fuera fea. ¡No! Era porque yo valía para algo mejor. Que me quisiera tal y como soy. Y él no era. Lo sabía desde la primera vez que lo conocí pero siempre me hice ilusiones porque quería tener un novio. Bueno, eso tampoco. Yo estaba bien sola, no necesitaba a nadie más. Aunque los constantes comentarios de mi madre acerca de mi vida privada, me ponían nerviosa. ¡Tanto, qué una vez se me ocurrió coger a un amigo y fingir qué eramos novios! 

-¿Puedo?-preguntó una voz desde el otro lado de la puerta de mi habitación. 

Me quedé dubitativa durante unos segundos. No sabía quien era, podría ser Matt o MIike...

-Adelante.

La puerta se abrió poco a poco y el aroma a ropa sudada me ayudó a saber quien era. 

-¿Qué quieres Mike?-le pregunté antes de que entrara del todo a mi cuarto.

Sí, era un chico muy sudoroso, pero aún así era atractivo. 

A ver Marina, olvídate de su atractivo, si piensas de esa forma es imposible que puedas ponerlo firme. 

Asentí ante mi propio pensamiento y me acerqué a él.

-Solo quería hablar contigo.-contestó.

-Yo también.

-¿Empiezo yo? ¿O tú?

Me crucé de brazos. Lo mío iba a ser una larga charla, así que le di paso a él para que comenzase a hablar. 

-Oye, lo siento por lo del otro día. La próxima vez que haga una actividad lo hablaré contigo.

Quería sonreír pero no me salía. No ahora.

-Y...-continuó.-Quería hablarte de otra cosa.

¿Se casaría conmigo? ¿O me pediría salir? 

¡Olvídate de eso Marina!

-Adelante.-le di paso.

-Mi novia esta buscando trabajo y he pensado que tú le podrías ofrecer un puesto aquí.

Dejé de escuchar desde que pronunció estas dos palabras "MI NOVIA". ¿Había oído bien? A lo mejor había dicho hermana y yo había entendido lo otro. 

-¿Qué opinas?-volvió a preguntarme.

-Eh... Tengo que ver los huecos que hay.

¿Lo miraba o no? Por un lado tenía curiosidad por saber como era. 

-Podrías ponerla como ayudante de Carmen, ¿qué te parece? 

Pensándolo así era buena idea. Si Carmen tenía un ayudante sería mucho mejor e irían más rápido. Pero claro, la idea de que la novia de Mike, o sea mi crush desde que lo conocí, estuviese aquí... ¡no me hacía gracia!

-Si, claro. Dile que venga. Primero tendrá que pasar por la entrevista.-le dije.

-¿Entrevista? ¿Desde cuándo las haces?

Nunca había hecho entrevistas, ¡hasta ahora!

-Será la primera.

-Pero a nosotros no nos hiciste ninguna.

Resoplé.

-Ya, pero era el principio de esto. Ahora llevamos tres años y creo que va siendo hora que, a partir de ahora, persona que quiera trabajar aquí, persona que tiene que pasar por la entrevista.

-Pero...

-No más peros. La jefa aquí soy yo, así que aquí se hace lo que YO diga.-dije enfatizando el yo.

Agachó la cabeza y se fue, dejando el cuarto en silencio. Había sido muy dura con él, pero enterarme de eso, ahora, era como una patada en el estómago. Por un lado era mejor, más fácil lo tenía para olvidarme de él. 

¡Un momento! Al final no había hablado de lo que quería con él. Pensé por un momento en correr tras su aroma, pero pensándolo mejor... ¡no!

Cogí las últimas cosas y salí de mi habitación. ¡Cuándo me saldría algo bien en la vida! 

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Si, en algún momento, hay algo que no os gusta, que cambiaríais, que quitaríais... ¡Decírmelo!

¡Un beso! <3