Cartas de flores [Vkook]

17🌸

Guardó aquella caja en un bolsillo de su pantalón  y volvió a colocar todo en su sitio salvo los álbumes. Esos los cargó. Apagó la luz y bajó las escaleras. Cerró la puertita y dejó los álbumes en su habitación, guardados en la librería. La escalera que estaba posada sobre la pared la devolvió a su sitio. Luego subió a su habitación ya ordenada y sacó la caja. Se sentó en su cama y volvió a observar la cajita. La abrió y allí encontró una cadena de flores de color violeta, el tiempo había hecho que el lila se volviera de un tono más intenso. Tomó la pulsera en sus manos y dejó la cajita en la cama. Observó aquel recuerdo más valioso con ilusión, habiendo que una sonrisa surcara su rostro lentamente. La limpió un poco con sus manos, por temor a dañar las flores o romperla y después de la colocó con sumo cuidado. Aún le quedaba muy bien en aquella muñeca. Sonrió y se dejó caer en la cama.

Ahora en su cabeza rondaban otras cosas. Por ejemplo, la actitud de su madre. Sabía que lo había hecho para protegerlo, ¿pero hacía falta ir a la casa de Hoseok? ¿Para qué? ¿Qué era lo que su madre sabía y él no? O también aquella mujer que había visto en la puerta de la casa de Tae.

Taehyung...

Sus ojos se iluminaron al pensar en él. ¿Qué podría estar haciendo ahora? ¿Leyendo el correo? ¿Ayudando a sus padres en la casa? ¿Tendría un padre o se había ido como el de Jungkook? Bueno... Suponía que tenía un padre, pero no sabía a ciencia cierta si se habían divorciado... ¿Y qué más daba eso? Podría estar haciendo tarea o estudiando. O quizás había quedado con alguien y se verían... Y si quedaba... ¿Con quién? Esperaba que no fuera una... ¡Dios mío Jungkook! Se regañó y sacudió su cabeza. ¿Qué le importaba eso a él? No eran más que amigos, si, eso. Amigos. Algo dentro de él se removió y rompió. Justo en la friendzone... Frunció su ceño y volvió a negar. ¿Qué diablos estaba pensando? Bufó, se estaba comiendo la cabeza. Por eso mismo tomó su teléfono y marcó el número de su hyung. Era lo más lógico.

Tras varios tonos sonando correspondió a la llamada.

-¡Hola Hyung!

-Hola pequeño~.

-¿Estás ocupado hyung?

-¡No, ya no! ¿Tú estabas durmiendo?

-Ah, ¿lo dices por estar en la cama? No. Solo estaba acostado.—Se sentó en la cama y alborotó sus cabellos.

-Ya veo... Yo estoy en mi habitación también.

-Oh... ¿Y qué estaba haciendo antes?

-Tenía visita y los estaba atendiendo. De hecho fue Hoseok.—Imitó al menor y ladeó su cabeza.

-¿En serio?

-Sí, a decir verdad lo perdoné.