Su vida había sido tan breve y aburrida , solo las cosas que la rodeaban, tenían algo que contar y aquellas personas a las que tanto quería , les inventaba breves historias, tenía muchas graciosas fantasías y algunas un poco más macabras, a veces se asustaba de sus propios pensamientos. Aun así, era una chica agradable para la quienes la conocían y aunque fuese muy difícil llegar hasta el fondo de su alma y su corazón , la pureza y la sensibilidad de su espíritu eran notables; solo sus mejores historias tenían la esencia de sus seres queridos.
Para entender a Elena había que hablar con ella, pero la escritura era lo que llegaba aún más hondo, conocía a sus mejores amigos y sabía que solo esas pocas personas tenían un mar de pensamientos y un bosque con frondosas y frescas ideas, sabía (lo que podía) de sus vidas y disfrutaba leer los ocasionales y hermosos poemas y cuentos que le compartían; así sabia que había escogido a los sujetos indicados, quienes "Tienen miedo de las palabras flotantes, pues se las lleva el viento, pero que son valientes al escribir su tormento".
Era tímida , pero no del todo temerosa, le daba pena pedir favores o hacerle preguntas a extraños , pero cuando era momento de hablar de sus temas favoritos era capaz de contradecir y corregir a cualquiera. La literatura le había dado las herramientas de la comunicación, solo debía dejar de leer en exceso para poder tener una vida social mucho mejor, pero le daba pereza y cada vez que se proponía mejorar, volvía a su pequeña burbuja y se recargaba. Tanto de las personas no era saludable para una introvertida como ella. Sin embargo no creía en los estereotipos de "Nerd", ella era como cualquier otro y aunque esto podía ser algo malo, prefería no sobresalir demasiado, mantener un perfil bajo.
A Elena no le gustaba salir de casa y muy pocas veces salia a hacer alguna actividad física, sin embargo había entrenado esgrima debido a que su amable y linda abuelita Isabel le dijo que lo intentara, pues de joven ella había ganado muchos campeonatos y pensaba que Elena también lo tenía en la sangre. Nada era mas lejano a la realidad, ella era un fiasco , no entendía los movimientos y se estresaba cuando las cosas no le salían bien, así que dejó para siempre esa clase de cosas y volvió a su cómodo escritorio , a sentarse de mil maneras posibles en la silla y encontrar una buena idea para sus cuentos.
Nunca creyó realmente en la palabra de algún dios, las deidades , las religiones siempre trajeron confusión a su espíritu, por lo que se contuvo de decir algo y prefirió creer ciegamente en el dios que su familia siempre había predicado; ellos creían , pero ella aun no sabia que hacer con esa situación, algunas veces rezaba , pero sabia que algo no estaba del todo bien. Le decían que eran cosas de la edad , de hecho según los adultos, esta edad era culpable de todo.
Y en realidad no sabía que parte de ella tenía la culpa, después de todo ella es alguien singular, su cuerpo,sus hormonas, sus pensamientos, todo debía ser diferente. -No se si realmente es verdad, pero madre, estoy segura que mis hormonas no son iguales a las que tu tenías, apuesto a que se comportan al menos un poco distinto, apuesto a que son tímidas como yo y que algún día despertarán , tal vez no tan pronto- le aclaró cuando tenían esas "charlas de mujeres", ya estaba grande , ya habían hablado de esos temas muchas veces.
Instagram: @jime_sama24
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Las dimensiones de Elena
Teen FictionDetrás de cada decisión que tomamos, dejamos un montón de posibles caminos atrás con otras opciones que podrían afectar la vida de todos. Elena logrará encontrar esos caminos a través de un viaje interdimensional; conociendo su reflejo en el espejo...