Detrás de cada decisión que tomamos, dejamos un montón de posibles caminos atrás con otras opciones que podrían afectar la vida de todos. Elena logrará encontrar esos caminos a través de un viaje interdimensional; conociendo su reflejo en el espejo...
Por eso en las cosas que tenían que ver con amor y sexo, tomaba discreción , si claro, algunas veces hacían bromas con sus amigos , pero sabia que era un tema serio, que sin darse cuenta podría arruinar su vida para siempre; en su país, cerca de ella, oía casos de mujeres cuya ignorancia les costó su salud o sus sueños; sabia que ser madre era un gran sacrificio , una gran responsabilidad que admiraba, pero quien no quiere serlo aun debe tener la opción de decidir y además las enfermedades no le agradaban por mas "leves" que fueran, ella no pasaría por eso si era racional -Pensaré con mi mente no con mi cuerpo - se decía a si misma en las cosas del amor.
Todo lo que le había pasado en el amor era complicado, pues, aunque tuvo tres novios medianamente serios y un par de citas que le arreglaron sus amigas , aun le era difícil confiar por completo en alguno de ellos. Siempre se sonrojaba por las acciones Sarah y Charlotte, sus amigas, pero prefería no dejar al chico plantado y simplemente escuchar sus tonterías por dos horas.
-¡¿Porque siempre me hacen esto?! , creí que solo querían estudiar de verdad, ¡no les volveré a creer!-
- Jajaja , Elena no te enojes, ese chico te espera ahí solo para hablar contigo, es un primo de mi vecina.-
- No se como hacen esto , pero saben que es ridículo , !además siempre consiguen al más idiota!-
-Pero es alto y atlético , como te gustan Jajaja-
-(suspiro), no , así no son las cosas y ahora debo ir con él, me da pena y lo saben-
-Por eso eres la chica perfecta-
-Me deben un kilo de galletas de vainilla y un litro de leche.-
-Dalo por hecho. -
-Debo conseguirme nuevas amigas- Dijo mientras se dirigía a él.
Esa cita no había sido del todo mala, el chico fue amable , no como el anterior que la trataba de tonta y era un "macho", ya saben de esos que tratan a la mujer como un teléfono celular, que les hace de todo , pero cuando ven a uno más atractivo, simplemente botan el anterior a la basura. -¿Que clase de vecinas tiene Sarah?, que gente tan ... peculiar-.
Y esa era Elena, antes del espejo y del broche, antes del regalo, antes del misterio y del reencuentro. Unas partes se fueron y otras quedaron pero ella siempre sería ella.
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