Parte 9. Capítulo 2

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Sentadas cada una en su escritorio, tomaban notas a su manera de lo que decía la otra. Encontraron que sus padres se llamaban igual, su madre Abby y su padre Eduard. Pero la manera en que se conocieron era muy distinta.

Eleonor empezó: “Mi padre era un estudiante de administración de empresas en último semestre que empezó su propio negocio y al estar necesitando un asistente buscó entre sus compañeros, pero ninguno realmente creía que eso fuera a funcionar. Sin embargo no se rindió y continuó preguntando por un lugar dónde empezaría. En esa búsqueda, mi madre estaba interesada en el mismo departamento que el y después de hablar unos minutos supieron que tenían metas muy parecidas. Ella inició con el diseño de su línea de ropa para producirla y él organizaba una oficina para su compañía de seguros. Después de trabajar y conocerse se enamoraron y empezaron una familia, que básicamente somos solo yo y mi gata Sakura”

Por otro lado, los papás de Elena tuvieron un encuentro algo más romántico.“Mi madre estudiaba ingeniería mientras que mi padre estudiaba historia en la misma universidad, se conocieron en una fiesta por un amigo y fue eso que llaman “amor a primera vista”, un flechazo, mi madre espera que me enamore así ”. ¿Y a quien no le gustaría? Su historia era realmente mágica; al mirarse, sintieron una corriente eléctrica recorrerles el cuerpo de pies a cabeza, por un momento se les olvidó respirar y las mariposas en el estómago se convertían en dragones que tibiaban a fuego lento sus corazones.

Definitivamente era uno de esos amores que poco se ven, pero su padre no podía quedarse en un solo lugar, por su trabajo se la pasaba viajando y realizando investigación. Ambas Elena y su madre extrañaban mucho a Eduard. Sin embargo se veían de vez en cuando y él hacía lo posible por que su hija fuera feliz y aprendiera a vivir alejada de él. Seguían siendo esposos y se querían a la distancia.

Aunque todo eso parecía similar. Había algo que no coincidía para nada; la hermana de Elena. Al parecer Eleonor nunca tuvo hermanos, en cambio Elena tenía a Lorena, su hermana mayor, una fotógrafa increíble que viajaba al interior del país realizando hermosos proyectos de cultura. “Mi hermana está casada con un chico que conoció en sus viajes y realmente son muy felices, cada vez que puede me manda fotos hermosas de grandes paisajes”. Le mostró las fotos y se les pasó el tiempo hablando de las cosas buenas y malas de tener hermanos y sus momentos felices de infancia. En medio de la risa, alguien tocó la puerta, era la madre de Elena; así que ella presionó el nuevo “botón” del espejo y lo guardó con rapidez en su tocador.

-¿Elena?.¿Todo está bien? Te llamé desde la entrada y parecía como no estuvieras- dijo estando aún detrás de la puerta de la habitación

-Si todo está bien, solo me quedé dormida- Elena salió del cuarto

-Oh, lo siento hija, te desperté. Bueno ya qué estás despierta asea un poco tu cuarto.-

-Si mamá.- Dijo con una mueca de desagrado.

-Ni hagas caras señorita, la casa está hecha un desorden. Mientras tanto yo haré la merienda-

-Está bien-

Elena volvió a entrar a su cuarto, teniendo cuidado de que su madre no pudiera entrar. Sin embargo resultaría algo sospechoso cerrar la puerta con seguro pues ella nunca lo hacía. “Encendió” de nuevo el espejo y trató de organizar un poco su cuarto mientras hablaba con Eleonor. Ambas hablaron de sus habitaciones, pues Eleonor tenía un cuarto realmente grande y colorido. Ella le explicó a Elena que ese era su espacio de libertad, para pintar y desestresarse, que cada vez que podía, cubría de blanco las paredes para comenzar a llenar su mente de otras ideas.

Las dimensiones de ElenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora