la mala suerte (BxB)

prólogo

Narra bon...

Vaya si que fue un viaje largo, pero bueno no me quejo, después de todo nueva casa nueva vida... O bueno al menos asi lo ve mi padre.

Y bueno que descortés soy, mi nombre es Bon James Smith, pero díganme Bon, de todos modos casi nadie conoce mi segundo nombre.

Yo tengo 16 años, y ahora me encuentro en España, en si mi padre y yo viajamos por todo el mundo asi que conozco todos los idiomas, pero aun asi no me creo especial, además desde que mi madre murió mi papa prefiere estar distraído en su trabajo que pensar en ella.

Por mi parte, casi no la recuerdo, ella murió cuando yo tenía 2 años, lo único que tengo de recuerdo es un conejo de peluche morado, con ojos rojos, la tengo en mi cama, aunque a veces me da curiosidad de por que morado.

Y bueno ahora estoy de camino a mi nueva escuela, dice mi padre que esa escuela es algo diferente, que no serán como las otras pero la verdad lo dudo, cada vez que dice eso, solo suele ser diferente en el punto de que te enseñan la historia de su país, de ahí en fuera es lo mismo, matemáticas, ciencias, lenguas, etc.

Y por fin llegue, la escuela se ve algo colorida, sus paredes son rojas con morado y sus techos de un color cafe claro, muy coloridos, no se ven tan opacos estos colores, y en algunas paredes se puede ver algún mural demaciado colorido.

Bueno por ser mi primer día tengo que ir directo a la dirección, espero no perderme...

Después de un rato estar perdido llegue a la dirección, vi al director y a su asistente, ambos se veían adultos, aun no tenían arrugas en la cara pero aun así ya se ven de unos 30 o 40 años.

Me dieron un horario en donde venían clases como dibujo, instrumentos, canto y club. Raro, no viene nada como matemáticas o cosas así.

Al poco rato llego una chica, era de pelo rubio, largo, su piel era blanca y sus ojos azules.

- hola mi nombre es Joy, un gusto conocerte - decia Joy, su voz era dulce y alegre, jeje se ve agradable.

- hola soy Bon y digo lo mismo - le decía mostrándole una sonrisa mientras ponía mi mano para estrecharla