A la mañana siguiente Harry se despertó después de una larga noche de sueño reparador. Se sentó en el borde de su cama y vio que Ron, para variar, aún dormía. Se levantó, fue hasta la cama de su amigo e intento despertarlo.
-Ron-le susurro Harry para no sobresaltarlo mientras lo movía un poco-Ron arriba, hay que ir a clases.
-mmm… si si… ya voy-dijo su pelirrojo amigo entre sueños-pero tenés que correr la canasta Harry, porque… el pan… se lo comieron…
-¿qué? ¿De qué pan estás hablando Ron?-Harry sabía que su amigo estaba soñando pero le divertía hacerle preguntas para escuchar las incoherencias que decía.
-el… el pan de Seamus…
Harry se dio cuenta de que se les estaba haciendo medio tarde para la clase de Snape y la verdad no quería empezar el año con sermones de un profesor… sobre todo si se trataba de Snape. Así que pensó en algo un poco cruel pero seguramente efectivo para despertar a Ron.
-Ron
-mm?
-tenés una araña en la cara
-¡¿UNA QUÉ?! ¡QUITAMELA QUITAMELA!-Ron se sobresaltó tanto que empezó a dar patadas al azar y cayó al suelo. Cuando se calmó un poco, empezó a mirar por todos lados y al no ver nada miro a Harry y dijo-¿d-donde está la maldita? ¿Eh?
Harry se descostillaba de la risa mientras su amigo volvía en sí después de ese tremendo susto.
-lo-lo ciento Ron es que si no te decía eso no te ibas a levantar-dijo Harry entre risas incontrolables.
-ah sí… preferible que me dé un infarto antes que despertarme como una persona normal ¿no?-comento Ron sarcásticamente.
Ambos se miraron y empezaron a reír.
Después de cambiarse fueron al Gran Salón a desayunar. Se sentaron junto a Dean, Seamus, Neville y Hermione, y Harry automáticamente miró hacia la mesa de profesores buscando a Sindy. Ella estaba desayunando de una manera muy similar a como lo hacía Ron, pero en ella se veía… adorable. De repente, como si la muchacha hubiese sentido la mirada de Harry, levanto la vista del plato y sus miradas se cruzaron y se sonrieron mutuamente. Hasta a esa distancia se notaba que tenía la boca llena de comida; Sindy al parecer se dio cuenta porque de repente se puso seria al mismo tiempo que arqueaba las cejas, tragó rápidamente la comida y se limpió con una servilleta. A Harry todo eso le resulto tierno, y aunque ella se sonrojo volvió a sonreírle, esta vez con un toque de vergüenza.
Ya en fila para entrar al aula de pociones, Harry, Ron y Hermione escuchaban como Malfoy alardeaba de que de entre todos lo había elegido a él para buscador del equipo de Quidditch de Slytherin.
En el segundo en que apareció Snape, reino un silencio y una tención que se cortaban con tijera. El profesor de pociones entro al aula, con esa "hermosa y deslumbrante sonrisa" de siempre, seguido de los estudiantes. Como siempre Ron y Harry se sentaron juntos lo más al fondo que pudieron, aunque eso los dejo en el medio del salón.
Empezó la clase, compuesta tanto de estudiantes de segundo de Slytherin como de Gryffindor, y no pasó demasiado tiempo hasta que se vio en alto la mano de Hermione, lista para responder correctamente a una pregunta. Para variar Snape la ignoró.
-muy bien, supongo que algunos se acordaran perfectamente lo aprendido el año pasado-dijo mirando a Draco-y otros ni si quiera recordaran para que sirve esta clase-agregó mirando a Harry, quien le devolvió una mirada llena de odio y rencor.
El profesor de pociones estuvo hablando durante diez minutos, pero paró de hablar y todos voltearon para escuchar más claramente. Fuera del salón se oían pasos de alguien corriendo hacia allí y de repente se abrió la puerta de la mazmorra, con tal fuerza que reboto en la pared y empezó a serrarse otra vez. Sindy la detuvo con la mano para que no se le serrara en la cara. Agitada, despeinada y cansada, la sobrina de Dumbledore entro en el salón de clase como si nada pasara.
-ay perdón-dijo pasando delante de Harry que la miraba sorprendido-espero no haber llegado tarde.
-de hecho sí llegó tarde… y para ser exactos-Snape consulto su reloj- ¡doce minutos de retraso!
-ay… que estructurado- dijo ella por lo bajo, con tono de "Snape estas exagerando", pero sabiendo que el profesor la escuchaba.
-¿se puede saber qué significa esto señorita Olson?
-¿estructurado?-preguntó ella arqueando las cejas-ah es muy sencillo… vera: estructurado quiere decir…
-no me refería a eso-la interrumpió Snape
-oh… si claro… entiendo-dijo mirando al piso y escuchando como algunos reían por lo bajo-pero mire… yo se lo puedo explicar.
-no me interesan sus excusas señorita-agrego fríamente.
-ah genial-dijo por lo bajo-entonces ensaye mi excusa para nada.
-deje de acotar, tome asiento de inmediato y déjeme seguir con mi clase, que ya perdí bastante tiempo.
-mire-dijo ella mientras se sentaba- no es por ofender pero sinceramente no creo que los alumnos vallan corriendo por los pasillos llorando y gritando: "¡ay no, a-ay no! ¡Perdí cinco minutos de la clase con Snape! ¡Mi vida ya no tiene sentido! ¡Adiós mundo cruel!" y luego se tiren por la ventana.
Todos los de Gryffindor y hasta algunos de Slytherin rieron por la actuación cómica y exagerada de Sindy. Pero Snape la miró seriamente y le dijo:
-¡se va inmediatamente de mi clase, directo a la oficina del director!-creo que Harry nunca había visto a nadie provocar a Snape de esa manera tan natural y divertida y, obviamente, a propósito.
-¡pero… me… me acabo de sentar!-dijo sorprendida de lo que le estaba pidiendo.
-¡no me importa!
-¡pues debería! ¿Tiene idea del dolor de columna que voy a tener si me siento, me paro, me siento, me paro?
O era la iluminación de la mazmorra o Snape realmente estaba verde de la rabia. Menos mal que en ese instante entro Dumbledore porque no faltaba mucho para que el profesor matara a Sindy.
-Severus-dijo el director tranquilamente-¿Qué sucede aquí?
-es que… Albus… esta niña me falto el respeto… y…
-amm ¡hola!-dijo Sindy como para que se den cuenta que estaba allí parada, en medio de ellos dos-noticia de última hora profe: este señor de barbita larga es mi tío, ya me conoce y sabe perfectamente…
-que el profesor Snape tiene razón-termino Dumbledore
-¡exacto!... alto ¿qué?
-no me cabe duda de que ya llevaste a cabo alguna de tus bromas, Sindy. Y la verdad-dijo riendo resignado-no me sorprende que haya sido quince minutos después de empezada la primera clase del día.
-mira tío, las bromas suelen ser graciosas ¿sí?, y la verdad a mí no me resulta nada gracioso que me trate como un títere y me haga sentarme y a los dos segundo pararme.
-vamos
-¿eh? Yo no iré a ningún lado-se sentó con los brazos cruzados-y no hay nada que puedas hacer o decir para que salga de este salón.
Dumbledore suspiro serrando los ojos.
-vamos Sindy
-¡ay bueno está bien! ¡Ya! ¡Ya voy!-se levantó con cara de cansada, levanto su bolso y salió de la mazmorra detrás de su tío, pero no sin antes cruzar miradas con Harry y sonreírle. Con ese gesto él entendió que todo le había parecido muy divertido, a pesar de que saliera de allí con una falsa cara de ofendida.
Se cerró la puerta tras ellos dos y la clase continuo.
-oye-le susurro Ron a su amigo-hacer enojar a un profesor nunca fue tan divertido ¿verdad?
Harry rio y asintió.