Standby

Noche II

Algunas veces me hago preguntas como: ¿Por qué sigo viva? ¿Por qué no simplemente me trago un vaso de lavandina (lejía) y muero? Soy cobarde hasta para morir. Tal vez no es cobardía, es ego, un pedacito de ego peleando entre todos los demonios que atacan mí autoestima, como un guerrero luchando contra un dragón, sabe que no tiene esperanza pero igual ahí está, lo intenta.

Aveces salgo a la discoteca o como le decimos acá "boliches", no sabes la tortura que es. Desde la indecisión de qué usar y pasar por un proceso de selección que termina en resignación por algo que cubra mí cuerpo y me deje aún así sintiéndome vulnerable.
Miles de ojos juzgando, o así lo siento yo, pienso que ellos me están diciendo con su mirada acusadora "¿te pusiste eso enserio?"
Incomodidad se queda chica como palabra a como me siento ahí; "¿Y por qué vas si te sentís así?": Me preguntó mí psicóloga un par de veces, "porque quiero ser normal" respondo casi siempre.
¿Y qué es lo normal? Me dirían los intelectuales, yo les respondería, todo lo opuesto a mí.
×No es normal no poder soportar tu propio reflejo en el espejo sin ganas de destruirte.
×No es normal tener ataques de angustia todos los días al menos 3 veces.
×No es normal no sentir felicidad en lo más mínimo.
×No es normal probarme ropa y llorar porque me queda horrible TODO.
×No es normal no dormir sin drogas que te ayuden.

No soy normal.

Maldigo no poder llevar una vida común y corriente con emociones controladas y la frente en alto, todos los días desde que me despierto hasta que me duermen las drogas que tomo para poder hacerlo.
No es queja, simplemente expresó mí punto de vista, como lo vivo yo, no me victimizo pero tampoco creo ser tan mala persona para merecer esto. Nunca traicione a ninguna pareja, ni a ningún amigo, solo miento en casos extremos de necesidad o cuando no tengo ganas de explicar que m***da me pasa.
Tengo un problema grave. Soy adicta a una persona. Esa persona es mí compañero y mí novio, me ama y acepta como soy con todo lo que leíste anteriormente y lo que te falta saber de mi. Cuando no está, mí mundo se desmorona, olvido por qué sigo viva, por qué sigo sufriendo. Cuando él me abraza no se cómo explicarlo, me siento en mí lugar, como si encajaramos perfectamente (re cursi pero sí).
Yo escucho sus problemas, lo aconsejo, el siente mí dolor, lo abraza y lo cuida, es algo tan puro que se lo deseo a todos en el mundo.

Dentro de toda la m**rda, la noche no es tan mala si está él al lado mío abrazándome y apretandome contra su pecho como queriendo protegerme de algo exterior, cuando los dos sabemos que es mí interior el que me está consumiendo.

Siempre cuando tengo una crisis recuerdo su voz calmandome y aveces funciona, otras es un arma de doble filo porque lo necesito tanto que el dolor se vuelve insoportable y me lleva a la desesperación y locura.

Contrario a lo que muchos piensan, la automutilación no es algo que la gente elije para "llamar la atención", yo aveces lo hago porque estoy tan frustrada de ser quién soy y de pensar que ni siquiera puedo matarme porque me pesa la culpa de herir a los que amo, pero a su vez pienso que capaz estarían mejor sin mí, que es una salida que te da un acercamiento a la muerte pero no del todo, es un gris entre ese blanco y negro.
Normalmente estás agitado, aturdido, tu cabeza no da más, necesitas ese alivio que calme todo, sentir un poco de algo, un sentimiento real, necesitas ver sangre porque te odias tanto que querés verte sangrar, agarras el objeto con la mente en blanco, y en unos segundos ya sentís el calor y el color rojo surgiendo de tu piel, aveces parás, aveces ya no te importa que tanta cantidad sale sino que tanto sentís.