- ¿Crees que estoy haciendo lo correcto?
- ¿Chris es un capullo, te mereces ser feliz?
- Ya... supongo que esto tendría que suceder en cualquier momento.
(...)
Pov : Chris
Palpo el papel entre mis manos, lo dejo sobre la mesa de madera y con una pluma negra comienzo a escribir, escribo porque es lo que ella hacía, y si a ella le sirvió durante tanto tiempo tal vez a mi también, siento como pasan las horas, paso una mano por mi pelo, tengo la lengua apoyada en el labio superior mientras continúo escribiendo.
(...)
Me sitúo en la colina detrás de su casa desde aquí aun veo su ventana y me acuerdo de aquella noche, aquella noche en la que aún la odiaba, aunque para ser sinceros nunca llegue a odiarla, solo quería hacerlo, nunca tuve el valor.
Bajo mis pies un montón de piedrecitas blancas se instalan, después miro la ventana y me doy cuenta de que no está en su habitación, de echo, parece que no hay nadie en la casa.
Bajo lentamente y me cuelo en su patio, respiro hondo, todo esto me esta costando más de lo que creía, nunca había sido un chico que escribiese cartas, pero lo necesito, necesito que ella sepa el porque de todo el daño que alguna vez le pude ocasionar, retiro el contenedor, hago memoria de cual era el ladrillo saliente, no me cuesta mucho, introduzco la mano, no había nada dentro, dejo mi carta en el interior y tras suspirar me voy de allí a la espera de que ella la encuentre.
(...)
Siento la lluvia contra mi rostro han pasado tres semanas desde que se confirmó la nueva pareja, días en los que yo no sabía que hacer con mi mierda de vida, me levantaba un día, otro y otro, miraba el techo de mi habitación y me preguntaba si así es como ella se sintió en su momento, en si me lo merecía, siempre bajaba a la cocina y le ayudaba a Shely, la sirvienta, le llevaba el desayuno a mi padre el cual desde que se fue mi madre no ha pisado la cocina por no atormentar sus recuerdos. Iba al instituto mostraba mi sonrisa más amplia y evitaba hablar con la gente.
No he vuelto a pisar la playa, me limitaba a mirarla desde la distancia, ni a tocar mi piano, lo intenté pero no terminé bien, creo que la melodía queda mejor a medias, define más al compositor. Prácticamente estas tres semanas me las he pasado en el bar justo en frente del Cufpa, aveces la veía a través del cristal con ese capullo y instintivamente sonreía de mala gana y con un simple gesto pedía otra copa.
Todas las noches acababa borracho, siempre me esperaba a que el Cufpa cerrase para que Alexis no me viese así, pero hace unas horas me pelee con un tipo y el dueño del local me echo de allí.
Así que aquí estoy tirado en la acera en frente del bar contemplando el cielo y sintiendo la lluvia impactar con mi piel.
Dejo mi brazo caer cayendo este en un charco de la acera, me duele mucho la cabeza, demasiado, se que estoy borracho, de echo estoy muy borracho, siento mi garganta arder y comienzo a marearme, de un momento a otro empiezo a ver todo un poco borroso, y tras un rato después la veo a ella alterada y resulta confuso, no entiendo que hace aquí, Alexis me grita, no la entiendo, no me regaña ni discute simplemente me grita cosas con sus ojos claros y tristes, no me gustan que estén tristes, escucho un sonido lejano como sirenas, pero el sonido cada vez se hace más fuerte y me pitan los oídos, a lo mejor así se siente al morir viendo a un ángel mientras que otros te llaman a que vaya con ellos, porque Alexis, ella es todo un ángel, un verdadero y único ángel, siento mis párpados pesados y sin evitarlo los cierro, todo se vuelve negro y confuso, muy negro...
(...)
Pov : Alexis.
Habían pasado tres semanas, por una vez después de mucho tiempo estaba contenta, Brus es tan diferente a Chris... En todo los aspectos, aveces intentaba ver lo a él, a Chris en algún movimiento o frases de Brus, pero no lo encontraba y no se si eso debía ser bueno o malo, no lo he vuelto a ver desde aquel día que vino llamando a mi puerta, nunca supe a que venía la verdad es que lo vi mal pero intenté no pensar en ello.
Estas semanas han consistido en trabajar, ir al cine con Brus y poco más. Mi padre desde que me ve feliz a decidido a acudir a rehabilitación y está dejando el alcohol.
Ahora mismo estoy trabajando, es un buen trabajo, me tratan muy bien, no gano mucho pero si lo suficiente. Estoy limpiando la encimera del bar cuando me fijo por el cristal, una persona esta tirada en la acera del frente.
No,
no,
¡NO!
Era Chris, ¡Era Chris! .
Rápidamente dejo el trapo en la encimera y salgo corriendo, los clientes me miran raro pero evito sus miradas, empujo la pesada puerta con unas cuantas lágrimas amontonandose en mis ojos, corro hacía él, no miré hacía la carretera y un coche casi me pilla, pita y me suelta un par de groserías, pero no importa, nada importa, con el corazón en un puño me arrodillo delante de él.
—¡Chris!.— Está ausente y se ve muy mal, apesta a alcohol, sus ojos no dejan de cerrarse y abrirse, está completamente exhausto.— ¡Chris háblame! Hablame por favor.— Siento un par de lágrimas recorrer mis mejillas y caer a su pecho, lo zarandeo.— ¡Ayuda!¡Ayuda por favor! ¡Ayudadlo! ¡Una ambulancia! Una mujer se acerca con su móvil en mano, me hace una señal de que la ambulancia venía para acá.
Brus y su tío salieron del local preocupados, yo no podía parar de llorar.
— Chris por favor, despierta, dime que estas bien por favor, dímelo...— Digo mientras apoyo su cabeza en mi pecho y lo abrazo.
Las sirenas se empezaron a escuchar al final de la calle.
— Ya vienen Chris, te vas a poner bien, ya vienen... ponte bien por favor, no me dejes, por favor no me dejes.

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Tarde, Espero Que Nunca
Novela JuvenilSu vida no es facil, ya no le ve rumbo, tampoco sentido, asi que decide hacer algo por la humanidad y escribe cartas a la espera de que alguien la ayude. Un dia como hoy , como cualquier otro Chris encuentra las cartas, por error , por curiosidad...