Alexis

33 7 0
                                    

Furia, rabia, y un mar de inseguridad atormentaba mi cabeza, me tumbe sobre mi cama y miré hacía el techo, me abracé a mi misma y solloce en silencio, me sentía desnuda ante una multitud enferma, nunca debí empezar a escibir.

Tan solo debí hacer mi cometido, acabar con las cartas y ponerle fín, pero tenía esperanzas, sin embargo alguien las había robado las leerá y no las entenderá, seguramente acabarán en el cubo de la basura o ardiendo entre la lumbre y entonces, entonces ya nadie podrá salvarme.

Ahora no podía dormir, un profundo eco presionaba sobre mis tímpanos. «Nadie» Una simple palabra, que expresaba todo, dicha por la nada. Porqué nadie vendría a ayudarme, porqué nadie sabe por lo que estoy pasando , porque a nadie le importo, porque no hay nadie, solo yo, solo yo y nadie más.

Me levanté furiosa, la tristeza se formó en rabia e impotencia, comencé a deshacer mi cama, a dejar las sabanas por el suelo, tras ello quité el colchón y saqué de alli una cajita beis, la abrí sin cuidado alguno y empecé a romper las fotografías de su interior una por una, abrí la ventana, esta chocó contra la pared y hizo un estruendoso ruido, tras ello tiré las migajas de las fotografías destruidas, estás se las llevó el viento y las deposito en lugares sin importancia, apreté mi mandíbula y tense mis hombros, abri el cajón de mi escritorio con impotencia, saqué las hojas en blanco y comencé a romper las, de repente la puerta se abrió y mi padre apareció, entre furioso y sorprendido se acercó a mi y me cogió por los hombros.

-¡¿Que te sucede Alexis, estás bien?!.- Intentó sujetarme, yo quería salir de entré sus brazos quería gritar, quería, quería...

Con los puños cerrados golpee el pecho de mi padre sin ocasionarle daño, pues ese no era mi propósito, necesitaba desahogo.

- Calmate, tranquila, todo va ir bien.- Con su mano me hizo acercarme a el, yo solo apoyé mi cabeza en su pecho y lloré.- Ya está mi niña, solo fue una pesadilla.- Besó mi cabeza, un sollozo se escapó de entre mis labios.

- Quiero despertar papá, quiero despertar.

-Tranquila, mañana todo habrá acabado, será un día nuevo, no te preocupes, papá esta aquí.

-Si... mañana... todo habrá acabado, ya no voy a tener más pesadillas papá, voy a despertar... porqué quiero despertar...- Mis ojos se cerraron levemente y mi mente se trasladó al mundo paralelo de los sueños mientras mi padre acariciaba mi cabello y me decía dulces palabras.

Tal vez el no me entendiera al decir aquello, pero yo si y ahora alguien más lo sabría, y es que yo si que quería despertar, pero no aquí.

Tarde, Espero Que NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora