Friendships

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Me dirigí por las calles con lo poco que recordaba de cuando Sam me había traido, era triste como la tarde se había echado a perder.

Entonces oí unas zancadas detrás de mí seguidas de un jadeo de cansancio.

-¡Becca!- Jadeó la persona que corría.

Me giré lentamente y maldije el no haber traido un guardaespaldas por si las fans me reconocían. Pero al girarme supe que esa persona no me atacaría.

Era Matt.

Corrió un poco más hasta que me alcanzó y se paró delante mío jadeando por el esfuerzo realizado.

-Becca, escúchame. Yo... Soy un idiota, nunca he sabido tratar con alguien que me gusta de verdad. Lo siento, perdona si te he presionado, pero me importas, mucho.- Suspiró y se relajó sabiendo que había dicho todo lo que tenía que decir.

-Tienes razón, eres un idiota.- Él rió entristecido, me acerqué a él sorprendiéndole, sobre todo cuando le besé.

Fue un beso tranquilo, yo rodeé su cuello y él mi cintura.

Sus labios se movían despacio.

Sin prisa.

Matt comenzó a desaparecer y yo ya no veía calles.

Estaba entrando de un bar, no había ni rastro de Matt y por lo que suponía me lo había imaginado todo.

Y aún no sé por qué sueño despierta, y con él.

-Perdone, ¿me podría servir una Fanta de Limón?

-Claro, en un segundo preciosa.- Me piropeó un camerero con las hormonas revolucionadas.

-Gracias.-Sonreí secamente cuando me sirvió la Fanta, le pagué con lo poco que llevaba encima y me senté en una mesa a buscar el camino de vuelta al hotel en el móvil.-¡Mierda!- Dije más alto de lo que me hubiera gustado cuando mi móvil se apagó.

-¿Te ocurre algo?- Dijo una chica que estaba sentada al lado mía conversando amistosamente con otra chica. Me sorprendió que no me reconocieran.

La chica que me habló parecía bastante bajita a pesar de estar sentada, tenía el pelo bastante largo (Como me gustaría tenerlo pero acabo estresada porque es muy largo) y marrón oscuro, así como sus ojos, tenía los labios bastante carnosos y parecía muy simpática. Aparentaba mi edad, más o menos.

La que estaba sentada con ella era bastante más alta, creo que incluso más de lo que yo soy (Y no soy baja precisamente), era rubia con el pelo muy liso y con californianas rosas que destacaban mucho sus ojos oscuros, como los de la primera chica. Tendrían la misma edad.

-Perdón por molestaros, se me ha acabado la batería del móvil y lo necesitaba.- Reí suavemente.

-Oh, puedes utilizar el mío.-Ofreció la chica rubia.- Soy Brooke, pero llámame Brooky.

-Encantada, Rebecca, pero puedes llamarme Becca.-Sonreí tímidamente.

¡¿Yo haciendo amigas?! ¡¿Desde cuándo no pasa eso?! ¡¿Desde los tres años?!

-Yo soy Penélope, pero me llaman Pennie. Siéntate con nosotras Becca.-Dijo acercando una silla a su mesa. Vale, esta chica era muyyy extrovertida.

-Gracias.-Dije tímidamente cuando me senté en la silla que me habían ofrecido.

-No es nada, y ¿para qué necesitabas el móvil?.- Me preguntó Brooke sonriente.

-Bueno, tengo que llegar hasta mi hotel, antes de que..-No pude seguir porque unas cuantas chicas comenzaron a entrar en la cafetería y comenzaron correr hacia mí.- Oh...

Smithbaby |Magcon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora