Pensamientos.

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Descanso: Pensamientos.

Hoseok solía tener siempre una semana bastante relajada, llendo a la universidad solo tres veces a la semana y teniendo un máximo de cinco clases al día, solía pasar sus días libres visitando a sus amigos o familia, y si no quería hacer nada se quedaba en casa viendo series.

Su rutina era bastante simple y placentera, aunque los jueves fueran su día más odiado (siendo el único día que tenía cinco clases) lograba soportarlo manteniéndose entretenido gracias a su celular.

Antes solía revisar las redes sociales y enviarle de vez en cuando un mensaje a sus amigos, pero desde que comenzó a hablar con Yoongi, se le hizo rutina enviarle un mensaje cada que estuviera en su receso.

Aunque sabía que el (ahora) azabache no podía responderle por su nuevo trabajo, sabía que de todas formas iba recibir aunque fuera un emoji, así que siempre, sin importar el día, le escribía a su mayor sobre lo aburrido que era su vida.

Ah, si, Hoseok siempre se quejaba de su querida rutina, la cual a pesar de que amaba deseaba a veces simplemente romperla, pero nadie sabía eso, en realidad, nadie sabía muchas cosas del sonriente Hobi.

Después de todo, nadie sabía que no le gustaba su carrera, nadie sabía que no soportaba a su padre, nadie sabía que su vida, que todo lo que hacía se sentía mal... Nadie, excepto Yoongi.

Hoseok no está tan seguro del porqué confía tanto en el otro chico, si recuerda como lo conoció no debería ni si quiera hablarle. Honestamente, Hoseok debería hablar de sus inseguridades con Taehyung, debería hablar de su vida amorosa con Jimin, debería hablar de sus estudios con Jiwoo, pero... Por alguna razón, Yoongi siempre parecía una mejor opción.

Y no lo mal entiendan, siempre a tratado de hablar de cualquier tema con todos sus amigos y familia, pero a veces es difícil que el resto entienda lo que él piensa.

"Ay, mi pequeño Hobi ¿cómo es posible que te vayas tan pronto de casa? ¡Yo tardé mucho en tomar esa decisión!"

Es verdad, Jiwoo se había quedado dos años después de su graduación de colegio antes de irse a la universidad y rentar un piso, Hoseok, en cambio, apenas se graduó rentó un apartamento y se fue.

Y no, no es que odiara a sus padres, es que simplemente... Esa ya no era su vida, ya no quería seguir viviendo bajo el techo de sus padres, pero... Para el resto eso es una tontería, así que prefirió guardarlo para sí.

"¿Cómo pudiste rechazar a Byul? Amigo, es una chica muy linda y alegre, los dos tenían mucho potencial"

Quizás Jimin tenía razón, quizás si hubiese salido con su mejor amiga su vida hubiese sido mejor, hubiese experimentado cosas que nunca antes experimentó y, para que mentir, la chica de verdad era muy linda.

Pero Hoseok no quería una relación, no estaba interesado en el romance, tampoco quería que se volvieran amigos con beneficios, así que simplemente le dijo a la chica que no correspondía sus sentimientos, y aunque ella se sintió mal lo entendió, y no fue sorpresa, de todas formas Hoseok nunca había mostrado interés en nadie.

"Hobi Hyung, no digas que quieres dejar tú carrera, no llegarías a ningún lado si haces eso ¿Quieres ser un vagabundo?"

No, Hoseok no quería volverse un vagabundo, sólo que nunca sintió interés por nada, siempre se le habían presentado muchas opciones y practicaba muchos deportes por diversión, incluso investigaba por diversión. Pero nada de eso era una pasión, nada de eso era algo que agitara su corazón y le hiciera pensar que lo quisiera hacer siempre.

Con el tiempo se aburría, se aburrió del básquetbol, se aburrió del tenis, se aburrió de las clases de canto, se aburrió de las clases de pintura, se aburrió de investigar sobre las células, sobre entender física... Todo siempre terminaba en un vacío, todo siempre terminaba volviéndose algo aburrido.

Y así siguió, sintiéndose vacío, pero continuando con lo que le decían que debía hacer, porque parecía la mejor opción, la mejor oportunidad.

Y se mantuvo pensando en eso, hasta que una noche decidió llamar por teléfono a la única persona que parecía entenderle.

Y no lo malentiendan, se había quedado toda la tarde solo en casa, pensando en todo y en nada, y su mente viajó por tantos pensamientos que llegó a un punto de asustarse de sí mismo.

— ¿Hola?— La ronca voz al otro lado del celular logró que Hoseok soltara todo el aire que estaba contendiendo.

Necesitaba desahogarse, y Yoongi sería el único que lo escucharía.

– Hyung, ¿Alguna vez se a preguntado porqué estudió lo que estudió?

— ... ¿A qué viene eso?— La voz al otro lado bostezó— Estudié música porque es lo que me gusta Hobi, creo que te lo he dicho.

— Si pero... ¿Alguna vez preguntó porqué lo hizo?

— Es lo que me gusta, es mi mayor sueño.

Mi mayor sueño.

– Hyung... Es...- Hoseok suspiró, su mirada fija en el techo- ¿Es normal no tener sueños? ¿Ninguna aspiración a algo?

Hubo un silencio al otro lado de la línea, y antes de que Hoseok pensara cualquier cosa, Yoongi volvió a hablar.

— Hobi, ¿qué está pasando? Obviamente es normal, uno no siempre tiene que estar aspirando a algo, a veces uno sólo necesita avanzar y ver qué ocurre, no siempre hay que planear por el futuro  y... ¿Estás llorando?

— Hyung, ¿podría venir a mi casa?

— Voy en camino.

Cuando Yoongi llegó, abrió la puerta del chico con la llave de respaldo que le había dado el menor, y rápidamente había ido hasta su cuarto, dónde prendió las luces y se acomodó cerca del pelirrojo, listo para una sesión de conversación.

Esa noche Hoseok le contó a Yoongi sobre todas sus inseguridades, sobre su terror constante al futuro y sobre sus pocas ganas de querer estudiar.También le contó que si iba a terminar su carrera, que si ya le quedaba sólo un año no se iba a echar hacia atrás.

Ya le había dicho un par de cosas antes, pero nunca se había expresado tanto como lo había hecho ahora, y eso lo hizo sentir aliviado, le hizo sentir bien sacar todo lo malo que sentía dentro de sí.

— Hobi, ¿hace cuánto te sientes así?

— Desde que me gradué del colegio...— Hoseok hipó mientras tomaba del té que le había preparado su mayor. Yoongi suspiró mientras negaba con la cabeza.

— Eso es mucho peso en tus hombros— Hoseok se encogió en su lugar, sin saber qué decir— ¿Cuando tienes vacaciones?

— La otra semana comienzan.

—Bien, ahora sólo tienes que aguantar sólo una semana más ¿Bien?

— Bien.

Esa noche habían vuelto a dormir en la misma cama, y Hoseok había logrado dormir mejor que otras noches, sintiéndose mejor después de haber librado todo lo que pensaba.

Y una semana después, Yoongi lo estaba esperando fuera de su apartamento con una brillante camioneta negra.

Esperanza. [Y.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora