Dormitorio.

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Segunda parada: Dormitorio.

No había pasado mucho desde que había conocido a Min Yoongi, pero ya se había vuelto un hábito en su día a día escribirle al chico de lo que fuera.

Le podía escribir porque ese día le había pasado algo gracioso, o simplemente porque se le había venido una idea loca a la cabeza.

"Hyung usted cree que los árboles piensan como nosotros? :0"

"Cree que los perros prefieren a otros perros que a las personas?"

"¡Hoy me caí en la ducha!
Puede creerlo?
Pude haber muertoooooo! D:"

Y siempre, ante cada uno de sus pensamientos, tenía una respuesta de Yoongi.

"Los árboles no piensan, idiota"

"Las personas somos más geniales"

"Te encuentras bien? Dios Hoseok, sólo a ti te pasan esas cosas, tonto"

Aunque con el tiempo Hoseok descubrió que el mayor era alguien bastante directo en todos los sentidos, poco le importó, rara vez le ofendía lo que decían lo demás, así que ver que su mayor usaba mucho el "idiota, imbécil" no le importó.

Pasada una semana de mensajes sin sentido, Hoseok decidió invitar al mayor a ver una película, y ambos decidieron ir el fin de semana, donde vieron la última película de terror en cines.

— ¿Qué le pareció la película?— Hoseok miraba a Yoongi con una sonrisa mientras salían del cine. Aunque sus piernas tiritaban del susto y no soltaba por nada la chaqueta del mayor.

— Hay mejores— Respondió mientras caminaban a un paradero cerca del lugar.— Hobi... ¿Te gustaría dormir en mi casa hoy?

Hoseok miró a su nuevo amigo con una ceja alzada, se iba a negar a un principio, pero luego recordó que en su hogar estaría todo oscuro y abandonado, sin nadie que lo protegiera de los fantasmas, y decidió que aceptar sería lo más lógico.

Yoongi había suspirado de alivio cuando aceptó, aunque el pelirrojo no se había dado cuenta, el mayor estaba muerto de miedo por la película, y quizás incluso un poco más que el menor.

No tardaron mucho en tomar transporte y dirigirse al hogar del pelimenta, una pequeña casa de un piso que estaba ubicada a un par de paradas más lejos que el apartamento del pelirrojo.

— Woah, Hyung, no pensé que le gustara cuidar flores y plantas— Hoseok miró asombrado el pequeño arbusto de hortensias mientras pasaban por el patio delantero del hogar, y siguió mirando las pequeñas flores del patio mientras el mayor abría la puerta.

— Me gustan muchas cosas— Yoongi se encogió de hombros mientras ambos entraban a su hogar, el mayor caminando a tomar a su enérgico perrito en brazos.

— Oww ¡Holly se ve muy lindo!— Hoseok se acercó con una sonrisa a jugar con el pequeño perrito, quien aceptó más que feliz los mimos del desconocido.

Yoongi dejó a Holly con Hoseok mientras iba a la cocina a preparar dos tazas de té, revisando la hora en su celular y confirmando que aún era temprano.

— ¡Hyung! ¿Porqué no me había dicho que tenía una consola? — Yoongi volvió a caminar hacia los sillones, con dos tazas en sus manos, su rostro mirando divertido el rostro emocionado del pelirrojo—  ¡Juguemos!

Esperanza. [Y.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora